Al abrir los ojos mi única compañía es la espesa oscuridad. No puedo ver nada, pero sé que estoy de pie en alguna parte.
«Quiero salir de aquí» Es lo primero que pienso.
No hay ningún sonido además de mi respiración y el palpitar de mi pulso sospechosamente tranquilo.
Armándome de calma y paciencia intento parpadear para ir en busca de un ápice de luz, pero esto cada vez se vuelve más difícil. En vez de volverse claro, la oscuridad comienza a apoderarse aún más del panorama.
Ya para cuando estoy asegurándome de que mis ojos están verdaderamente abiertos escucho una risa a unos pocos pasos de mi lugar.
Ay no.
En vez de hablar o preguntar el típico "¿Quién anda ahí?" prefiero mantener silencio.
-Lamento decepcionarte, pero puedo verte.
Un escalofrío pasa por mi columna vertebral y siento ganas de golpearme a mi misma para así poder devolverme la vista de alguna manera.
-¿Quién eres?-Pregunto retrocediendo, prefiero hacer algo en vez de quedarme de pie como una inútil.
La voz vuelve a reír pero esta vez se escucha más cerca.
-Eso respóndemelo tú. -Dice frente a mí.
Doy un largo paso hacia atrás chocando con algo o más bien alguien.
-Vas a despertar, no entiendo para que te enviaron aquí. -Vuelve a hablar con confusión, luego, antes de que salga corriendo, me toma de los hombros.
En segundos ya estoy demasiado asustada como para poder contestar con racionalidad.
-¡Suéltame! -Grito intentando zafarme de su agarre.
El desconocido en cuestión ríe por lo bajo y me suelta con cuidado.
«Escapa»
Cuando empiezo a correr choco nuevamente con ese alguien y caigo penosamente al suelo. Genial.
-Creo que tienes que detenerte.
-Quiero salir de aquí. -Le exijo intentando que mi voz suene medianamente autoritaria.-No puedo ver nada.
-Pues claro que no. -Me contesta obvio. -Yo dije lo mismo, nadie me hace caso.
Estoy comenzando a perder la paciencia.
-No estas lista aún. -Continua.
Me pongo de pie y estiro ambas manos para así no chocar con nada.
-¿Podrías decirme dónde estás?
Siento como le dan un toquecito a mi hombro derecho. Giro mi cabeza hacia allá y, a pesar de que de mi repentina ceguera, tanteo el terreno con mis manos extendidas. Estas no lograr dar con nada.
-No tendría sentido si te lo dijera. -Me contesta desde la izquierda.
Que gracioso.
-Sácame de aquí ¿Quieres?
-¿Puedes relajarte? Me estas transmitiendo tus malas vibras.
-¡Estoy relajada!
Escucho como la voz lanza un largo suspiro y siento como vuelven a tomarme de los hombros.
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Dark Demons© (Libro I) ✔️
ParanormalSeparada de sus padres al nacer y obligada a comenzar a trabajar con tan solo dieciséis años para pagar sus estudios y mantener a la persona que más quiere en el mundo, la vida de Kayla Jones no podría ser definida como la más fácil de todas. Sin em...