CAPÍTULO 10

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                         SARAH

Desperté con un pequeño e inofencivo dolor de cabeza, ignorandolo me duché y envolvi mi cuerpo mojado con una toalla y a mi cabello con otra, me tomé una pastilla para que el dolor no empeorara, abrí mi placar y busqué que usar, tenía una hora antes de que mi primera clase comenzara.
Me quedé pensando en lo de anoche y todas las preguntas me dieron vueltas, al principio todo era hermoso pero claro el chico malo siempre la  caga ¿por qué debía tener cuidado con Sam? ¿será que es uno de esos que solo está contigo por diversión? Un rompe corazones como así lo dirían, tal vez lo sea ,pero dime a quien no le gustaría estar con un chico así ,pero para mi no es solo atracción fisica es algo más, Sam me hacía sentir muy relajada y libre, con él podía ser yo misma y en cambio no le aburría porque compartíamos muchas ideas en común, creo que me encariñe mucho con él, pues era divertido, inteligente, provocador y ahora un idiota, bueno no me sorprendió. Noté que Britt es un muy buen chico porque me protegió y eso, la verdad el haría linda pareja con mi amiga. Mi teléfono comenzó a vibrar y me sacó de mis pensamientos, hablando del rey de Roma.

— Hola Rachel —contesté sin ganas aún buscando en mi placar que ropa usaría ese día.

— Hola Sarah ¿cómo amaneciste? —me preguntó adormecida.

— Bien y ¿tú? —le pregunté cuando escuché que alguien la llama.

— Aún estoy en la casa , limpiando, por suerte tengo dos horas antes de mis clases —dijo medio alegre.

— Ah okey ¿entonces te veo en la preparatoria? —escuché que le hablaron.

— Oye Sarah, Britt dice que si quieres puede alcanzarte a la escuela —

— Dile que gracias pero no, y también que no meta escusas para no limpiar la casa —dije y ambas reímos.

— Oyee —se defendió la voz de Britt y reimos aun más.

— Te veo en la prepa entonces —habló  dejando de reír de golpe.

— Okey nos vemos —nos despedimos y corté, volví a revolver mi placar, al final elegí algo sencillo. Me seque el pelo y me lo cepille, me maquille natural y un poco de perfume, revisé mis horarios ,lo de siempre, tomé mis cosas y me fui camino a la preparatoria, ya no con esa emoción de antes pero si con mi misma meta, estudiar.

                         SAM

Cuando desperté mi cabeza me explotaba, me encontré en una habitación , en la cama y desnudo, wuaau anoche si que me la pasé bien, me levanté y fui al baño de la habitación ,me lave la cara y me miré al espejo, me vestí pero no me puse mi camiseta, tomé mi caja de cigarrillos que estaba en la mesita de luz y salí de la habitación, solo tenía una hora antes de mi primera clase, diganme ¿a quién se le ocurrió hacer una fiesta entre semana? Cuando salí todo era un desastre, había personas tiradas en el piso profundamente dormidos por tal borrachera ,muchas botellas y vasos por todos lados, no me sorprendió era lo mínimo a la mañana siguiente después de una fiesta, salí de la casa fumando, entré a mi auto y me dirigí a mi casa, bueno la casa de mi padre, antes de llegar paré en un semáforo, encendí el estéreo y puse un tema de Martin Garrix, mientras fumaba vi a Sarah pasar frente a los autos parados por el semáforo, me quedé mirándola con lujuria y fascinación, toqué la bozina y salí del auto.

— Niña esgrima!! —le grité y ella se volteó.

— ¿¡Qué quieres?! —me devolvió el grito después de dudar en hablarme o no.

— Ven!! —ella se quedó parada por unos segundo y caminó hacia mí, le sonreí pero ella no, tal vez seguía enojada porque golpee a su amiguito.

— ¿Qué quieres? —me preguntó nuevamente con dureza.

— Tranquila —le dije sonriendo— solo quería disculparme por haber golpeado a tu amiguito anoche —dije seriamente y ella se puso de brazos cruzados.

— Siempre lo golpeas —habló mirándome a los ojos, okey eso no me lo esperaba, de seguro ese idiota le metió cosas en la cabeza.

— Pues ésta vez si que lo tenía merecido —fue lo único que logré decir con nervios ¿por qué actúo así? ¿por qué me travo cuando me mira a los ojos? ¿cómo puede dejarme sin aliento cuando me mira con esos preciosos ojos verdes? Ésta chica me está volviendo loco.

— Al parecer te siguieron agrediendo anoche —dijo y señaló mi abdomen. Mierda tenía un chupeton y además estaba sin camiseta, carajo no tenía nada para decir, piensa Sam piensa.

— aaah....ésto —dije tocandolo— tal vez me golpee con algo —hablé y ella asintió con tristeza dio media vuelta para irse pero la tomé del brazo y la volteé.

— Déjame —me gruño y trató de librarse— ¿ Crees que soy tan idiota de no diferenciar un chupeton de un golpe? —rechino los dientes roja del enojo, dios se veía tan tierna con sus mejillas colorada, tomé su rostro en mis manos y la besé, ella obviamente me correspondió y colocó sus suaves manos sobre mi pecho ,lo acarició y una electricidad recorrió todo mi cuerpo, mi respiración se aceleró al igual que mi pulso ¿¡pero qué carajo me pasaba!?¿por qué mi cuerpo se comportaba de aquella manera cuando ella me tocaba? Me sentía afortunado de que su cuerpo tocase el mío por voluntad propia y de una forma tan caliente y apasionada, parecía darme aquel permiso para hacerle lo que quisiera. 

                       SARAH

Sam me besó con más intencidad, aún me dolía el pecho después de que vi los chupetones pero aquel beso me calmó al instante, aquella maldita sensación volvió cuando acaricie su pecho descubierto sentí como mis mejillas ardian y mi cuerpo se relajaba, cuando despegue sus labios de los mios apoya su frente contra la mía, todo lo que pasó anoche se borró por completo al sentir aquel cosquilleo en mis labios que pedían más.

— Sube al auto —me dijo y me abrió la puerta, crucé mis brazos y lo miré a los ojos.

— ¿A dónde? —le pregunté directa.

— Acompañame a buscar mis cosas e iremos a la preparatoria —respondió mientras subía del lado del piloto, no sé pero me subí sin pensarlo siquiera, aceleró el auto y me pegué al asiento, Sam al verme rió provocando que lo mirase molesta, llegamos a una enorme mansión blanca, el gran porto se abrió y entramos a la propiedad ,estaciono frente a la puerta principal y bajó.

— ¿Quieres pasar? —me preguntó por el parabrizas y yo negué con la cabeza, no quería sentirme incómoda o incomodar a su familia con mi presencia— vamos ven —abrió la puerta del auto, me sacó de allí y me llevó hasta la puerta principal, cuando entramos vi que todo era moderno y hermoso, en color blanco y muy bien ordenado.

— Sam cariño ¿dónde andabas? —le preguntó una mujer pelirroja, rellenita y bajita, con un uniforme de mucama. Lo abrazó y él a ella ,al parecer tenían mucha confianza pero y ¿sus padres?.

— Ya sabes de fiesta —le contestó sonriendo y mostrando donde tenía el chupeton, mi enojo volvió y solo miré la casa disimuladamente, espero que no piense que yo tuve algo que ver con eso en su cuerpo.

— ¿Y ella quién es? —preguntó la mujer y yo le sonreí.

— Nadie —respondió Sam y me tomó de la mano, me jaló subiendo las escaleras y me metió en lo que parecía ser su habitación ,todo era negro y blanco, me quedé viendo el enorme estante con libros, escuché a Sam meterse al baño, observé los libros detenidamente ,todos eran obras de arte, como "cumbre borracosas" era una de mis favoritas y él la tenía, saqué el libro del estante y lo abrí para leer un poco, cuando escuché la puerta del baño abrirse. No debí voltearme a verlo, estaba con una toalla envuelta en su cintura y mojado, dejé caer el libro que estaba en mis manos al suelo, me quedé viéndolo por unos segundos y me agache a levantarlo, dios que cuerpo que tenía y los tatuajes que cubrían su antebrazo lo hacían ver más rebelde, mi cuerpo vibró de una manera que desconocía en cuanto me sonrió, me volteé rápidamente y puse el libro en su lugar. Mi cuerpo se sentía caliente y agitado. Controla tus malditas hormonas Sarah, se supone que estás molesta.

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