Uno

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-Como que no puedo llevar todas estas salsas? Que no ve que ya no vendré a México? Como piensa que sobreviviré sin salsa?
-lo lamentamos mucho señorita, pero hay un limite en la cantidad de piezas de un mismo producto que se puede transportar en el avión por motivos de seguridad, además se van a pudrir- dijo una vez mas el hombre de la aerolínea con evidente fastidio en su voz y rostro -mira lo que puedo hacer por ti es enviarlo por paquetería
-enserio puedes hacer eso por mi? - junte mis manos en un puño pidiendo piedad.
-si, mi hijo vive en España y se lo desesperado que esta por una buena salsa, lo hare por ti - dijo con un tono más amable y empático, era una buena persona, después de todo solo está haciendo su trabajo.
-muchas gracias - dije con alivio en mi voz
-llena tus datos en esta tarjeta con la dirección a la cual recibirás en Italia, buen viaje- dijo lo último cuando termine de escribir, le agradecí de nuevo y continúe con mi trayecto a la embarcación al avión.

Me senté en mi lugar asignado y a mi lado se sentó una chica vivaracha con ojos despiertos y delineado grueso, su cabello rojo volcánico estaba sujetado con una coleta mal hecha y floja, tenía pinta de ser ruda.

-vas a Roma?- me dice ella mientras acomoda su cojin de viaje en el cuello.
-no, yo ire a Florencia y tu? - pregunté mientras revisaba mi celular y lo colocaba en modo avión.
-ire a Venecia, por cierto me llamo Luanna, pero dime Lua
-yo me llamo Mónica - la saludé en un formal estrujado de manos.
-y a que vas a Florencia? - me preguntó curiosa, se veía que quería sacar plática o porque está nerviosa de volar o simplemente es preguntona .
-una larga historia- dije mientras acomodaba mi cabello
-el vuelo dura 15 horas - insistió
-bueno te cuento, mi papa se va a casar con una mujer italiana que conoció en el trabajo, la cual yo no conozco para nada y me lo dijo por Skype y sin anestesia. - dije rápidamente casi sin respirar
-wow y hace cuanto se conocen ellos?
-no tengo idea, creo que ellos ya se habían conocido hace años en la universidad, pero hace un par de meses se reencontraron por temas de trabajo
-bueno, creo que deberías conocerla antes de juzgarla
-no la juzgo, es solo que aun extraño a mi mamá - pensar en ella siento un vacío dentro de mis entrañas. De solo imaginar ver como la vida continúa aún que ella ya no esté.
-ella que piensa sobre esto?
-mi mamá murió hace dos años - dije con tristeza
-lo lamento - de verdad se veía apenada por mi situación
-no te preocupes y no te he contado lo peor, ella tiene diez hijos
-que diablos? Ella si que no pierde el tiempo
-y tu a que vas a Venecia?
-de luna de miel - dijo ella con un tono despreocupado
-pero y tu esposo? - dije mirando a todos lados
-bueno, el día de mi boda lo encontré besando a mi hermana, resulta que tenían una relación a escondidas
- Auch! así que aun así tomaste el viaje tú sola - una nunca sabe lo mal que lo pasan otras personas
-no iba a desperdiciar un viaje así, comencé el trámites divorcio,cancele su boleto y aqui estoy, quien sabe, quizás y me consiga un italiano- ella guiño el ojo.

Me miro sonriente y yo me reí, esta chica esta loca.
Llegamos a la estación de tren en Roma y Lua me contaba de su vida y yo de la mía, era una buena compañera de viaje.

- entonces, que te vas a poner en la boda?
-un vestido azul corte de sirena
-wow, muy sensual
-gracias
- Y vivirás en Italia?
-si- dije desanimada, me gusta mi país y no me imaginaba vivir fuera de el
-no te preocupes, no hay mal que dure cien años

Una vez que llegue a la estación de Florencia, tome mis maletas y me despedí de Lua.

Baje del tren y vi a mi papá, el me esperaba sonriente.

Un mes sin verlo frente a frente, corrí a el y lo abracé como si tuviera diez años.

-como estuvo el viaje? - me preguntó mi papá una vez que terminó el abrazo.
-todo tranquilo, pero estoy cansadisima y tengo un hambre que parecen dos
-bueno, llegando comes y a duermes una siesta porque en la noche estarás como lechuza
-papá, te extrañe mucho
-yo también mi princesa

Subimos las maletas al maletero del auto y nos fuimos a la casa donde estaban todos.

-que pasaría si me odian?
-son muy amables, no tengas miedo
-pero son 10 contra una, estoy en desventaja
-no te pongas como chihuahueña
-hay virgencita de Guadalupe protege esta humilde mexicana en territorio desconocido
-no te había visto rezar así desde que tenias examen de física- dijo entre risas
-te parece gracioso?
-Moni respira, todo saldrá bien, ellos no muerden
-bueno ya me callo

Llegamos. Siento miedo y nervios es una sensación extraña en el estomago, como cuando tienes una prueba difícil y no estudiaste.

Mi papa y yo bajamos las maletas y abrió la puerta dejando las maletas en el recibidor.

Los techos eran altos y las paredes eran blancas los muebles en su mayoría eran color cafe.

Mi papa me abrazó y me llevo con el a la sala.
-ya llegamos- dijo en italiano, mierda, aqui es donde dejaré de hablar español.
-hola, bienvenida- dijo una mujer con cabello Rubio, ella es la novia de papá. -al fin nos conocemos, mi nombre es Diana, tu padre no ha hecho mas que hablar maravillas de ti, te presento con mis hijos, bueno algunos, es que estan por todas partes- dijo simpática -el es Marco, el bebe de la casa- señalo un niño de cuatro o cinco años que estaba sentado en un sofá abrazando un cojin decorativo -el es Sebastián- otro niño, pero este se veía mas grande por pocos amos, un par al menos, los dos niños me miraron y sonrieron tímidamente
-saluden no sean tímidos-

Ellos se pusieron de pie y caminaron a mi con pasos rígidos y me saludaron con dos besos.

-hola- dije -me llamo Moni
-sabes hablar italiano?- me dijo Marco
-si, pero no siempre entiendo todo
-nosotros te ayudamos
-tienes bonitos ojos- dijo Sebastián
-gracias
-tu papa no los tiene así, porque tu si?- pregunto Marco
-no sean mal educados- dijo Diana
-no hay problema, era mi mama la que así tenia los ojos
Los dos se asombrarnos y se miraron entre si
-quieres jugar? - me dijo Sebastián
-no gracias, sera mas tarde estoy muy cansada
-es verdad, debes de estar muy cansada, quieres dormir y luego comer?- dijo Diana en tono amable
-prefiero comer primero, gracias
-ven vamos a la cocina- me dijo y me tomo de la mano como si tuviera dos años, mire a mi papa y el sonrió y nos siguió.

La cocina era amplia, tenia un horno de leña y un horno eléctrico
-porque tienen dos hornos?
-bueno es que en italia la pizza se hace en horno de leña- yo alce mis cejas de asombro y asiento con la cabeza.

-te gusta el pollo?
-si, gracias- dije cuando me sirvió pollo con verduras
-siéntate como en tu casa toma lo que quieras en el refrigerador, necesitas algo mas?
-solo algo pero yo misma iré

Camine de nuevo a la entrada y tome mis salsas.

-tienes salsas?- pregunto mi papá
-como piensas que sobrevivire sin ellas?
-se nota que eres mi hija
-claro- dije obvia
volví a la cocina y le puse salsa a mi comida luego me di cuenta que no tengo agua. Así que busque por las alacenas en búsqueda de un vaso, en uno de los estantes encontré uno y me serví agua.

Al girar veo un chico de mi edad aproximadamente comiendo mi pollo. De inmediato su cara se volvió roja y me miro asustado.

-tu quien eres?- me pregunto con voz rara mientras jadeaba por el picor -dame agua, esto es picante
Le di mi vaso -quien rayos eres y porque esto pica?
-soy Monica hija de Fer, eso pica porque yo le puse salsa y era mi comida, ahora puedes dejar de comer mi comida, quien eres tu?- dije molesta, me pone de mal humor que alguien toque mi comida, es sagrada la comida para mí.
-soy Giorgio, esta es mi casa y no tengo que pedir permiso para comer lo que quiera- dijo poniéndose de pie y alzando la voz, su tono no me gusta para nada
-resulta que ahora viviré aquí niño, te guste o no - dije cruzando de manos - pero, no voy a pelear por comida, tragatelo si tienes tanta hambre, yo me voy - dije moviendo mi cabello y camine lejos de el.

Yo y mis diez hermanos Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu