Treinta y cuatro

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-a qué hora se supone que llega?- se quejó Josefo mientras recargaba la cabeza en el hombro de Dinora
-me dijo hace 10 minutos que ya había aterrizado, pero tiene que tomar su maleta y todo el teatro que implica estar en el aeropuerto- dije mirando mi reloj de muñeca y volví mi vista a mi libro, el libro que me regalo Diego en navidad, ya estoy por terminarlo.

-no es ese?- dijo Dinora apuntando a un chico que estaba caminando -se parece a la foto- refiriéndose a las fotos que le he mostrado de Diego, mi favorita siempre va a ser una que le tome mientras dormía en mi habitación con su pierna rota.

Mire al susodicho y no era.

-Nop Diego es más alto y guapo
-y el?- dijo Josefo apuntando a otro
-Nop el tiene muchísima barba y Diego no la usa así de leñador además es más guapo mi novio - dije y me reí

Guarde mi libro porque probablemente hay más gente porque están saliendo ya los del vuelo de Florencia y puse más atención a las personas que pasaban.

Entonces vi una preciosidad de hombre vistiendo camisa color mostaza un pantalón café y botines, una mochila y una maleta enorme, tenía el cabello revuelto como siempre aunque ya necesita un corte.

Me da tentación de hacerle una coleta, pero nunca se deja.

Puse mis manos en forma de cueva y la lleve a la boca y sibe como pájaro y el de inmediato volteo a mi. El sabía que era yo así que silbo igual que yo.

En el tiempo que estuvo en casa con su pierna rota le había enseñado cómo hacerlo, mis hermanos nunca pudieron lograrlo.

-preciosa!- gritó y corrió a mi y yo a él.
-te extrañe- le dije al odio después de darle un fuerte abrazo.
-yo también te extrañé mucho, por cierto Bella te manda saludos y tu otra amiga está muy indignada por no haberte despedido de ella así que no te manda a decir nada.

Me reí pues le creo cada palabra.

-te quiero presentar a unos amigos el es Josefo y ella Dinora
Ambos saludaron a Diego calurosamente y le dieron la bienvenida.
-no nos dijiste que tu novio era español- mencionó Dinora
-no lo crei necesario- dije

Acompañamos a Diego a la casa que estará rentando en este tiempo, era una casa vieja semi-amueblada, pero estaba a bien precio, pero sobre todo estaba a dos manzanas de mi casa

Llevamos a Diego a recorrer la playa y a comer mariscos frescos después de que de instalara.

En resumen el último semestre decidimos los cuatro estudiar idiomas en un curso rápido para tener un certificado, a Diego le ofrecieron empleo en la aerolínea para ofrecerle ayuda a los turistas y se enteró que había un programa de turismo en el cual te pagaba a vlogers que documentaban su viaje a cualquier destino y que dieran asesoría de como disfrutar al cien ciertos lugares.

Logré comprar mi impresora en 3D y termine de una vez por todas su proyecto el cual presente de inmediato a patentar. El nombre de mi juguete era Feezer, porque? Porque me gustó y ya.

Con ayuda de un blog en internet logre conseguir promotores los cuales me ayudaron a hacerlo en serie, podría decirse que ya no necesito trabajo por un buen tiempo ya que se vende como pan caliente.

Mi ventaja con los idiomas es que no solo me limité a Italia ni a países hispanos hablantes si no a medianamente a todo el mundo. Podré odiar con mi ser entero hablar inglés espero el idioma me ha dado de comer para toda mi vida y eso es de respetarse.

Ahora me dedico a viajar con Diego al rededor del mundo, de todas las formas posibles, sin lujos o con lujos, es muy divertido, aprendes muchas cosas cuando estas recorriendo un país comiendo en puestos de la calle y durmiendo en el mismo automóvil o en una casa de acampar improvisada hasta en un hotel de lujo.

Nuestro primer viaje juntos fue a España a conocer oficialmente a toda la familia de Diego, en específico a Barcelona, donde intente aprender a hacer surf en la arena pero soy un fracaso en deportes. De ahí directo a México, visite a mis viejos amigos y fui a visitar a mamá al panteón.

Diego quería hacer un blog de México así que lo lleve a Yucatán ahí a los cenotes y la paya rosa serían un buen espectáculo.

-mira qué linda puesta de sol- apunte al horizonte con mi dedo incide y Diego atravez de su cámara veía el hermoso atardecer y captura su belleza.
-princesa Azteca tu tierra es mágica- me dijo y yo reí al escuchar ese sobre nombre
-es raro escuchar ese apodo en español Diego
-principessa Azteca, ahora sí?
-si- dije y le di un beso en la nariz

No puede ser que el sea idéntico a como lo conocí, yo digo que esa barba tiene poderes rejuvenecedores.

-hechas de menos a tu mama?- me pregunto pues me quede un momento ida en mis propios pensamientos
-extraño a mi familia
-pero tú tienes una familia cariño
-así?

Podría decirse que nos va bien en la vida. Tengo un ingreso lucrativo sin hacer nada solo por el invento de feezer y Diego le va bien con su blog, está teniendo patrocinadores que le pagan todo solo los viaticos y transporte local va por nuestra cuenta.

Lo malo es que perdí contacto con papá, después de ir a vivir a Nápoles el se volvió frío y se enfocó solo en el trabajo. En el año solo le he hablado con el 3 veces una por su cunplealos, la otra en mi cumpleaños y la última fue porque se marcó solo porque tenía el celular en el bolso.

Es difícil hablar con el ya que siempre está trabajando o yo no tengo señal.

Ahora tengo 23 años y me independicé del todo y ahora "vivo" con Diego, digo vivir entre comillas porque nos la pasamos viajando.

Ahora nos encontramos en Tailandia, este es el viaje más espiritual y en contacto con la naturaleza que he tenido.

En un santuario de elefantes nos han dejado bañarlos, jugar con ellos y alimentarlos.

Nunca había visto a un elefante tan cerca como para poder tocarlos. Sus orejas enormes, su piel llena de arrugas a pesar de ser jóvenes.

Son magestuosos y hermosos, con cubetas de agua los ayudábamos a bañarlos donde ellos no podían arrojarse agua. Diego me miraba de forma intensa y tierna y yo me divertía arrogándo le agua al elefante.

Cuando terminamos fuimos a una cafetería que estaba dentro del santuario.

-listos para ordenar?- dijo un mesero con un inglés muy extraño
-si, yo quiero ramen- mencione apuntando el menú la imagen del platillo
-el joven que va a querer?
-igual un Ramen
-perfecto ya se los traigo

El mesero se fue y Diego se puso de pie y me le quedé viendo.

-se le olvidó pedir las bebidas, quieres te o agua?
-agua de limón por favor - dije y mi novio fue con el mesero yo mire las fotografías que tomamos el día de hoy

El mesero volvió con las bebidas y pude ver que en mi bebida justo en el sorbete había un anillo reposando.

-que? Hay no, no puede ser- dije emocionada, levante la mirada con Diego y él sonrió y me tomo de la mano
-Mónica Saldaña- dijo Diego con voz melosa, se puso de pie para poder ponerse de rodillas a un lado mío -eres la persona que más amo en este mundo, me haz acompañado en los buenos y malos momentos. Cuando peor estaba tú fuiste la única que me apoyo de verdad y estoy seguro que no quiero separarme de ti el resto de mi vida, así que hoy llego el día de hacerte está pregunta- el aclaró la garganta y yo estaba ya llorando de la emoción, sentía mi mano temblar entre las suyas y seque mi lágrima que corría por mi mejilla -¿quieres ser mi esposa?- lo dijo emocionado, pero yo no podía hablar.

Un nudo en mi garganta impedía que dijera algo así que solo lo abrace y lo apreté en mis brazos, pase saliva con fuerza y pude ligar decir en su oído en un murmuró -Si, toda la vida juntas amor- dije y lo bese

El colocó el anillo en mi dedo anular.

-te amo- me sedujo al oído con su voz
-te amo - le dije como respuesta y sentía su aliento en mi cuello y nos besamos

Yo y mis diez hermanos Where stories live. Discover now