Capitulo 16.

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Ya era cerca de medio día cuando por fin llegaron los dos fugitivos, riendo y hablando como si nada hubiera pasado en aquel viaje. Apenas estacionó el auto el joven, un serio Stanford salió de la cabaña, esperándolos en la entrada con los brazos cruzados.

-Hola hermanito, como estas?...-saludo Stan como si nada, acercándose con unas cuantas bolsas.

-Hola seis dedos, les trajimos recuerdos a todos..-sonrió cargando las demás bolsas, que eran bastantes, y siguiendo al otro hasta que chocó con la barrera-...joder! Había olvidado esta estúpida cosa!...-habló molesto tras soltar las bolsas, sobandose la nariz que fue lo primero en impactarse contra el campo de energía.

-Tranquilo Blake, yo meto las bolsas y te doy tus cosas, espera un momento.-y sonriendo ingresó a la cabaña a dejar lo que llevaba para meter todo lo demás.

-...Como...como me llamaste?...-habló Ford al quedarse solos, observando atentamente al chico.

-Eh?...seis dedos...te molesta? Recuerdo que así te llamaba Stan...esta en sus memorias..-era el pretexto perfecto para volver a llamarlo de forma cómoda.

-...N-no es sólo que.....-negó quitando esos recuerdos de su mente-...olvidalo, sólo...sólo quédate aquí hasta que regresemos mi hermano y yo...-fue su última palabra al tomar las bolsas que cargaba el castaño y meterlas también a la cabaña, saliendo de nuevo después de un rato de discusión.

Stan no se veía muy feliz, tenía cara de que le habían reprendido y eso le daba gracia, pero ahora le tocaba a él y seguro iba a aburrirse con el discurso de Ford. 

En medio de toda su palabrería llegó a mencionar que ambos estarían limitados con el dinero y que tampoco podrían salir del pueblo, momento en el cual Stan le guiñó el ojo al menor, haciendo también el gesto de secreto a espaldas de su hermano. Claro, no eran tan tontos para traer en efectivo toda su fortuna; la mitad de las bolsas estaban llenas de billetes de 100 dólares, lo que constituía apenas un cuarto de su fortuna real, todo lo demás estaba a salvo en una cuenta en el banco a la que ambos tenían acceso. Ford sólo les quito los 5 millones que llevaban consigo, pero disponían libremente de los otros 15.

Ford se interrumpió de repente al notar que el joven ni siquiera le prestaba atención, sobando un poco el tabique de su nariz para mantener la calma. Respiró y los vio a ambos.

-...Bien, a todo esto, que tanto trajeron en las bolsas que no tienen dinero?...

-Recuerdos, ropa para Blake, unos buenos cortes de carne...

-Una baraja nueva de cartas, dos juegos de ajedrez, fuegos artificiales...

-También unos cuantos libros que conseguimos en una subasta y unas cámaras profesionales de foto y vídeo...-completaban ambos la lista por partes haciendo el recuento de lo que compraron después de pasar por última vez al casino.

-.....-respiro de nuevo para calmarse mientras les veía hablar un poco y Stan le entregaba sus respectivas bolsas al chico.-...ustedes me van a volver loco un día de estos...

-Tranquilo sixer, al menos no compramos el auto deportivo último modelo que le gustó a Stan...

-Oh Dios, ese auto era una belleza...oye Blake, qué te parece si les damos sus regalos de una buena vez?...-sonrió volteando a verlo.

-Me parece bien, cargaré menos...-le regresó la sonrisa.

-Chicos! Tenemos regalos!..-grito a la ventana del cuarto de los menores, y en menos de un minuto Mabel ya se encontraba afuera lanzándose a abrazar a su tío Stan.

-Regresaron! Como les fue? Se divirtieron? Que trajeron? La siguiente vez puedo ir?

-Fue entretenido, si, regalos y claro que sí...-respondió sonriendo Blake, quien ahora recibía el abrazo de la castaña, volteando a la puerta cuando al fin apareció Dipper.-..que hay niño, la pasaste bien?...-sonrió burlón al ver unas ojeras bajo sus ojos.

Un nuevo verano.Where stories live. Discover now