Capitulo 24.

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-vamos, una ronda mas...-insistía el demonio en seguir jugando piedra, papel o tijera mientras conducía de regreso a casa.

-no, ya no dejaré que te distraigas..-se negó de nuevo, pues desde hace unos kilómetros casi derrapan cuando soltó el volante al haber ganado 5 veces seguidas.

-vamos, si no me distraes voy a probar la verdadera velocidad de esta belleza...-sonrio travieso y malvado acariciando el tablero de la motocicleta.

-no te atrevas, no lo hagas muchacho..

-distraeme entonces..

-cuando lleguemos a casa vas a regresar esta motocicleta o a venderla o algo..

-no quiero, es mía, no puedes hacerle nada...

-la desarmaré..-sonrió divertido...-...seguro a Ford le servirán todas las piezas

-no tienes derecho, es mía...

-soy tu padre ahora, claro que tengo derecho...

-no lo eres legalmente, no hay papeles de registros...-se giró solo un poco para enseñarle la lengua.

-Bill! la vista al frente o vas a matarnos!

-ya relajate viejo, se lo que hago...-sonrio despreocupado y volvió a mirar el camino completamente despejado.

Se habían divertido bastante fuera del pueblo, recorriendo varias rutas y metiéndose en algunos problemas en su visita a centros nocturnos, causando una que otra pelea y que los sacaran casi a patadas, aunque solo hubieran quedado con moretones. De repente el travieso demonio aceleró a fondo, ignorando las peticiones de Stan por que bajara la velocidad y logrando probar al fin todo el potencial que ofrecía el motor de aquella maquina; era espectacular, una maravilla de la ingeniería y aerodinámica, cada pieza funcionaba sin problema alguno y de forma silenciosa para tener ese funcionamiento tan complejo y duro. Al fin bajó la velocidad al ingresar en el terreno montañoso y lleno de curvas que anunciaba la cercanía del pueblo, estarían en el limite en tan solo unos minutos.

-aún te preocupa?..-preguntó al percibir un silencio algo tenso de parte del mayor.

-un poco...pero Mabel dijo que se le veía mal y en verdad quería hablar conmigo...quizá no sea tan malo...

-Sixer suele ser tranquilo, no creo que llegue a convertirse en algo grave...-se detuvo a la orilla de la carretera en el límite del pueblo, quitándose el casco.-...por cierto, como sigue mi ojo?

-pues aún se nota el golpe, pero ya casi se borra..-rió levemente recordando esa ultima pelea y viendo el recuerdo que le habían dejado.

-no es divertido, es humillante...y Mabel no parará de reprocharme el haber peleado..

-te dije que dejaras al tipo, era demasiado grande, ahora soporta el castigo...

-hizo trampa! y si yo me hundo tu vienes conmigo, les contare todo lo que ambos hicimos...todo...-hizo un puchero.

-bien bien...podríamos...oye, no tienes tus poderes? porque no te curas el ojo y ya?

- preferiría no usarlos...-suspiró pesadamente y lo consideró un momento, rindiéndose y curándose el ojo al tronar sus dedos.

-adorabas tus poderes, sigues queriendo evadir el pasado?

-n-no, no es eso...tuve un pequeño problema la ultima vez que intenté usarlos, solo es precaución...no quiero que se repita...-desvió la mirada

-sabes que estoy dispuesto a ayudarte en lo que pueda, incluso si solo quieres hablar...

-..si, lo se...hay que ir con los demás.

Un nuevo verano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora