Capítulo 18

45 5 0
                                    

     Una vez que salí de ese infierno casi corrí hasta mi auto, arranque antes que alguien pudiera impedirlo, pero mi trayecto no duró muchas calles porque mis ojos no tardaron en empañarse dificultando el conducir. Aparque el auto en una calle desiertas, necesitaba sosegarme para volver manejar o al menos descargarme. Sola, en mi auto, mi mundo se empezó a derrumbar y ese sentimiento molesto gritaba en mi interior te lo dije.

    Sin poder reprimirme por mucho tiempo mas las lagrimas comenzaron a rodar por mi rostro, volvía a llorar por un hombre. Por un idiota que no merecía mi dolor.

    ¿Alguna vez han estado enamorados? Todo hermoso hasta que todo se vuelve un pesadilla horrible, ¿no es así? No era mi primera vez en esto, ya lo saben, pero esta vez era tan distinto... El amor te hace tan vulnerable. Abre tu pecho y abre tu corazón, que tan bien había guardado, cuando de la nada llega alguien, se mete y te hace un lío. A pesar de que había construido toda clase de defensas para evitarlo, toda una armadura para que nada me pueda lastimar pero vino una sola estupida persona, sin diferencia de cualquier otro estupido (solo me había hecho creer que era diferente), entra a tu estúpida vida sin que lo puedas ni siquiera evitar. Le das una parte de vos. Ellos ni siquiera la piden. Ellos hacen algo estúpido como llevarte a algun lado especial o solo sonreírte, y luego de eso tu vida ya no es tuya mas... El amor toma rehenes, me tenía de rehén a mi ahora mismo. Se te mete adentro. Te come por dentro y te deja llorando en la oscuridad, o como a mi ahora en un auto en una calle desierta. Duele. Todo me duele. No solo en la imaginación, no solo en la mente. Es un alma dolida, un cuerpo dolido, la realidad se mete en tu interior y te desgarra sin piedad.

    Y la realidad, la cual me había regalado un baldazo de agua fría, era que Richard no era indistinto a ninguno como me había hecho creer...¡Mierda que estaba comprometido! Con una arpía... La aflicción, de a ratos, cuando recordaba eso se volvia en rabia. 

   ¿Como tantas personas que me querían habrían querido que volviera a pasar por este estado? El dolor no cesaba, me perturbara más que cualquier verdad decepcionante sobre el amor que lo anticipo. Ya había pasado por esto, me prometí jamás volver a ser la segunda y aquí estaba, había vuelto a recaer en eso. Cayendo mas bajo que antes porque ahora estaba después de una mujer con la cual iban a casarse, y sin siquiera tener conciencia de esa situación. No obstante estaba decidida a darle un final esto aquí, no iba ni quería volver a ver en mi vida Richard Moreland. Una punzada de dolor, sin exagerar, atraveso mi corazon con la solo idea de no volver a Richard. 

    Enojada conmigo misma, por esa reacción ante el hombre que hace tan solo unos minutos descubrí había solo jugado conmigo, volví a encender el auto ahora con destino final a la empresa. Lo mejor era dejar de lamentarme por mi infortuna con el amor... Eso, pensé, amenizará el dolor y ayudaría a ignorar al menos por un rato lo ocurrido. 

     Me fije la hora, estaba con tiempo de sobra para poder volver, hambre no tenía gracias a alguien... Así que lo mejor era a ir a ahogar penas con la mejor terapia que siempre había cooperado conmigo, mi trabajo... Mi unico fiel y verdadero amor.

 Mi unico fiel y verdadero amor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Reviviendo sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora