Don't Talk to Me »ziam

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—Bien, tomen un descanso —el entrenador aplaudió —Los llamaremos cuando tengamos los nombres.

Liam lo vio alejarse y se dejó caer sobre el húmedo césped respirando con dificultad, su pecho subía y bajaba a causa del esfuerzo y su camiseta se pegaba a su torso debido al sudor, el mismo que perlaba su frente. Apenas y había terminado de hacer la prueba para el equipo de futbol y sentía que iba a morir. Una hora bajo una riguroso e infernal conjunto de pruebas de resistencia y habilidad. Definitivamente eso no era como en la primaria.

Liam había corrido durante doce minutos la mayor cantidad de vueltas alrededor del campo de juego, hizo cuatro y no estaba seguro de si eso era suficiente. El circuíto de conos, barras y discos había sido otra historia y el partido amistoso también. Sólo esperaba haberlo hecho bien, realmente quería entrar al equipo.

—Oi Payno, bien hecho —Louis dijo, alcanzandole una botella de Gatorade.

Liam asintió al capitán del equipo, a quién había conocido durante un amistoso partido de futbol en Educación Física. El castaño con brillantes ojos azules había sido amable y Liam había descubierto que era muy divertido, además de ser dos años mayor que él— al igual que Zayn. Ellos no eran amigos; algo de el futbol siendo mejor que el waterpolo y Zayn no soportandolo— Louis había dicho.

Él creía que eran realmente parecidos, pero se lo guardó.

—¿Crees que logre entrar? —preguntó dando un largo trago a la bebida rehidratante.

Louis asintió —Claro que sí, compañero.

Liam sonrió y luego vió a Louis volver junto al entrenador. Todos a su alrededor hablaban sobre lo mucho que querían estar en el equipo, mientras que se ayudaban a relajar los tensos musculos de sus piernas. No pasó mucho hasta que el entrenador Jhonson se acercó junto a su asistente y algunos chicos del equipo titular, entre ellos Louis.

—Muy bien muchachos, los tengo —dijo golpeando la carpeta en sus manos —Sólo seis nombres de quince.

El estómago de Liam dió un vuelco y se obligó a respirar profundo un par de veces para mantenerse calmado.

—Hudson. —fue el primer apellido y un alto chico con cabello rubio se puso de pie. Liam vió como Louis le entregaba una camiseta con los colores de la escuela, el uniforme del equipo, supuso.

—Miller. —fue el segundo y así nombró tres más, que no fueron el apellido de Liam.

—Payton.

Ese fue el último y el castaño sintió su corazón desplomarse a sus pies. Miró al moreno ponerse de pie y estrechar manos con el entrenador.

—Gracias a los demás. No se desanimen, los esperamos para la próxima temporada.

Todo el mundo aplaudió y Liam no perdió tiempo para ponerse de pie y empezar a caminar hacia las bancas para poder recoger sus cosas.

—¡Liam! —Louis llamó detrás de él, antes de que sintiera el peso de su mano en el hombro —Oye, lo lamento. Estoy seguro que lo lograrás la proxima vez.

Liam asintió y trató de sonreír, pero sólo logró una mueca. No le importó de todos modos, no tenía ánimo de nada —Um, te veo luego, Lou.

—¿Estás bien?.

—Sí, yo um... —asintió —Te veo mañana.

El oji-azul asintió y lo dejó ir, sin más. Colocó su mochila sobre su hombro y se encaminó a los vestidores con la mirada en el piso. Liam retiró su camiseta sudada, se secó el cuerpo con una pequeña toalla y colocó un poco de desodorante corporal antes de cambiarse a una playera nueva. Salió tan pronto como estuvo listo, no dispuesto a quedarse más tiempo del necesario ahí.