[21]

6.3K 925 601
                                    


Zayn despertó de golpe debido al estruendoso sonido de vidrio rompiendose en la cocina. Recordaba haber llegado de la escuela, almorzar y lanzarse al sofá para ver televisión.

—¡Te harás daño, mujer!.

—¡Déjame en paz, Yaser sólo vete!.

El adolescente suspiró, sentandose para frotar sus adormilados ojos con fuerza. Se sentía tan cansado— y no precisamente por la escuela. La situación con sus padres se ponía cada vez peor y él sólo quería que se detuvieran. Había tratado de ayudar pero cada vez que preguntaba qué pasaba sus padres fingían y le decían que no se preocupara.

Como si aquello fuese tan fácil.

Con un suspiro se puso de pie y fue hasta la cocina. Su madre estaba de rodillas recogiendo los últimos trozos de lo que parecía haber sido un vaso de cristal. Su padre a un lado, la miraba preocupado— una mano en la cintura y la otra dentro del bolsillo de su pantalón de vestir.

—¿Qué pasó? —Zayn preguntó, sus ojos yendo de su madre a su padre.

Ambos adultos suspiraron al unísono y no pudo evitar sentirse enfermo por la rapidéz con la que su madre fingió una sonrísa.

—Nada, cariño —ella dijo, poniendose de pie —Sólo se me cayo un vaso. Todo está bien.

Zayn miró a su padre y este sólo le dio la espalda, visiblemente avergonzado y salió al patio trasero. Bufó y dió media vuelta dispuesto a salir de casa, no creía soportarlo más.

—¿Para dónde vas? —Trisha salió detrás de él. La ignoró mientras tomaba sus llaves y se colocaba una chaqueta de mezclilla.

»—No puedes salir —su madre siguió —Te dije que tenías que limpiar tu habitación, Zayn—

—Sí —interrumpió cuando estaba apunto de salir —Me lo dijiste más de diez veces, madre sé lo que tengo que hacer. Sabes que odio que me repitan las cosas cuando ya me las sé.

—Entonces, ¿a dónde vas?.

—A dónde sea, menos aquí. —y sin decir más salió de casa, azotando la puerta a sus espaldas.

Sus padres nunca habían tenido problemas antes, es decir, no como el que claramente tenían ahora. Y Zayn estaba dispuesto a ayudarlos, pero ¿qué podía hacer si no se lo permitían?. Ellos estaban tratando de ocultar al enorme elefante en la habitación. Waliyha ya lo había notado también y lloró en el hombro de su hermano menor hasta quedarse dormida, estaba asustada de que sus padres llegaran a separarse. Y Zayn lo habría dado todo por haberle ahorrado aquel dolor, pero desgraciadamente no pudo hacer nada. La única ajena a todo era la pequeña Safaa y él se encargaría de que siguiera así. Su familia era lo más importante y mientras sus padres arreglaban lo que sea que tuvieran que arreglar, él se esforzaría porque nada de eso afectase a sus hermanas.

Caminó por lo que parecieron horas, le dió vueltas y vueltas a todo el vecindario para finalmente llegar a donde siempre llegaba. Soltó una risa sin el más mínimo rastro de diversión y sacudió la cabeza antes de recorrer el camino hasta la puerta trasera.

Nadie apareció en todo su camino hasta la habitación de Liam, lo que era extraño ya que Karen siempre estaba en casa. No le prestó mucha atención a eso, sin embargo y entró en la habitación de su mejor amigo sin si quiera tocar. No era necesario en realidad.

Liam estaba sobre la alfombra a los pies de la cama, su espalda estaba recargada en esta, el control del X-Box en sus manos y su vista fija en la televisión de pantalla plana frente a él. Zayn caminó sin decir nada y se dejó caer de cara sobre el cómodo colchón.

—Tu madre llamó —Liam dijo después de un rato, sus dedos aún moviendose sobre el control —Dijo que saliste sin decirle a dónde ibas, pensó que estarías aquí.

—De acuerdo —Zayn murmuró, su rostro contra el colchón.

—¿A dónde fuiste?.

El moreno suspiró y giró sobre su espalda, entrelazando sus manos en su estómago —Estuve... por ahí.

—Peleaste con ella, ¿verdad?.

Zayn pasó las manos por su rostro y se movió hasta el final de la cama, dejando su cabeza colgando de esta para poder mirar a Liam. El castaño pausó el juego y giró a ver a su mejor amigo con expresión seria.

—No peleamos —Zayn rodó los ojos —Sólo le dije que dejara de repetirme las cosas. Me dijo que tenía que limpiar mi habitación, yo ya lo sabía, no era necesario que lo dijera otra vez.

—Y si ya lo sabías, entonces ¿por qué no lo hiciste? —Liam cruzó sus brazos sobre su pecho sin dejar de mirar los ojos de Zayn —¿Por qué en vez de haberte quedado a hacerlo, decidiste salir a quién sabe dónde?.

—Ellos estaban peleando otra vez, Liam —respondió sin emoción alguna.

—Y tú vas y lo complicas todo —regañó —Tu madre no solo tiene que lidiar con los problemas de su matrimonio, sino que también tiene que soportar a su hijo rebelde.

Zayn torció los labios y alejó la mirada, sabiendo que lo que Liam decía era verdad. El chico siempre tenía razón y ahora se sentía mal por su madre. Volvió a pasar las manos por su rostro y soltó un suspiro pesado. Liam a su lado, mordía su labio esperando a que su amigo entendiera su error.

—Lo siento. —Zayn murmuró, sus ojos ligeramente hinchados por haber sido presionados con las palmas de sus manos.

Liam sonrió —No te disculpes conmigo, Zee llamala y dile que estás aquí.

El mayor asintió, pero no se movió —No quise hacer que se sintiera mal —murmuró —Sólo estoy cansado de verlos pelear.

Liam asintió y llevó una de sus manos a la cabeza colgante de su amigo para acariciar su cabello —Lo sé, Zayn pero vas a ver que todo va a mejorar. Ellos se aman, no van a permitir que todo termine asi nada más.

Zayn asintió, perdiendose en el toque de Liam. No le era difícil creer en las palabras del castaño, él siempre encontraba la manera de calmarlo. Todo era fácil con Liam, el chico podría decirle que el cielo era rojo y Zayn le creería a pesar de verlo azul.

Giró a verlo, la posición en la que se encontraba lo obligaba a mirar directo a los labios de Liam, asi que se permitió estudiarlos con paciencia. Se veían suaves y rellenos, tambien eran muy rosas— eran bonitos. Liam carraspeó y los ojos de Zayn volvieron a los miel frente a él. El moreno no sabía si era la posición y toda la sangre estaba yendo a su cabeza, pero empezó a sentir su rostro arder. Los ojos de Liam no abandonaban los suyos y Zayn culparía de por vida a la sangre en su cabeza, pero—

Inclinandose tanto que casi cae al suelo, Zayn tomó a Liam por la nuca y lo besó. Un pequeño jadeo escapó de los labios del castaño y Zayn apretó los ojos con fuerza, no dispuesto a arrepentirse y mucho menos ver el rechazo en los ojos de Liam.

Pero Liam movió sus labios también y entonces— ellos se estaban besando. El corazón de Zayn zumbaba dentro de su pecho, era su primer beso y era Liam a quien estaba besando. ¿Eso debería sentirse extraño? Porque se sentía jodidamente bien, se sentía correcto. Sus labios se tocaban con tanta delicadeza, que se sentía como una caricia— la caricia más linda de todas.

El cerebro de Zayn estaba hecho papilla.

Don't Talk to Me  »ziamOnde histórias criam vida. Descubra agora