Smell like Raspberries.

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Los chicos salieron de la escuela, deseando con su corazón volver al kínder, cuando no tenían que resolver ecuaciones de segundo grado.

—¡Vamos no son tan difíciles! —Dipper exclamó mientras Mabel rodaba los ojos.

—Para ti, cerebrito —Mabel le contestó fastidiada mientras Will reía.

—No digo que me gusten, pero no son tan complicados como dices —Dipper se excusó mirando al rubio que se encontraba perdido en sus pensamientos.

—Insisto… —Mabel se acercó un poco más a su hermano—, eres todo un nerd, justo como el tío Ford.

—No somos nerds —Dipper frunció el ceño.

—Pino tiene razón, no son tan complicados —una tercera voz interrumpió la pequeña discusión de hermanos que tenían Mabel y Dipper.

—Gracias Bill —Dipper respondió mientras le sacaba la lengua a su hermana de manera infantil.

—Pero ustedes dos son inteligentes —Mabel respondió.

—Yo también las entiendo —Will agregó haciendo que Mabel girara a verlo.

—No me digan que soy la única que no los entiende —Mabel se quejó, pero Will y Dipper solo le lanzaron miradas divertidas—, ¡me niego a creer que estoy rodeada de cerebritos!

El castaño rió.

—Primero Candy y ahora ustedes —Mabel hizo un puchero—, sólo Grenda me entiende.

Will y Dipper rieron con más fuerza y no tardo en unírseles Mabel también.
Los cuatro se dirigieron con rapidez a la casa de los Pines cuando sintieron la lluvia rozar sus rostros.

—¡Ya llegamos mamá! —Mabel gritó lanzando su mochila por ahí.

—¡Pastelitos! —La señora Pines abrazo a los castaños con fuerza—, están empapados, ándense a cambiar jovencitos, y Dipper préstale ropa a Bill y a Will, no quiero que mis tesoritos se enfermen.

—Gracias señora Pines —agradeció dulcemente Will.

—¿Cuántas veces te tendré que decir que no me llames así, Will? Loren, por favor, Loren —Mabel rió mientras Will se disculpaba.

—Lo lamento, otra vez y gracias —Will se dirigió con propiedad a la mujer—, pero tengo una presentación de piano en un par de horas y debería estar en casa preparándome, tengo un duro enfrentamiento con un muy buen pianista.

Will se sonrojó un poco al recordar al pianista castaño que solía competir con él.

—Ya veo cielo —Loren sonrió—, entonces llévate un paraguas y vete con mucho cuidado, ¿entendido? Bill podrá llevarte de mis panquesitos al rato, cuando le patees el trasero a ese pianista.

Will se sonrojo más, pero asintió, tomando el paraguas que le ofrecían despidiéndose de todos con rapidez.

—Bueno Mason, no sé qué esperas para prestarle ropa a Bill, a este paso lograras que pesque un resfriado —la madre le lanzo una mirada a Dipper quien suspiro resignado, se dirigió hasta su habitación con Bill y Mabel detrás.

Una vez se cambiaron los tres Bill bajo para agradecerle a Loren por su hospitalidad de siempre.

—¿Por qué estas vestida así? —El castaño le pregunto con curiosidad a su hermana.

—Porque Pacifica vendrá por mí, iremos a al cine a ver la nueva película de terror —Mabel respondió como si fuera obvio.

—¿Me dejarás solo con Bill? —Preguntó Dipper nervioso.

Essences. [Billdip]Where stories live. Discover now