Essences. [Billdip]

Smell like Pizza.

Dipper moría de hambre y Wirt no llegaba. El castaño pensaba en salir a cenar con él, pero no le sorprendería que este último se hubiera ido con Beatrice a algún lado.

Decidido salió de su habitación, había distintos lugares donde podía comer en la universidad, pero Dipper ya tenía un lugar en mente, la pizzería.

Sin dudarlo mucho, Dipper se dirigió hasta ahí, sin esperar toparse con cierto rubio.

Allí estaba sentado de manera solitaria mirando seriamente una pizza que parecía ser sólo para él.

El castaño suspiró armándose de valor para acercarse a él, y cuando estuvo frente al rubio, este se encontraba levantando la mirada sonriendo amistosamente.

—¿Puedo sentarme? —Dipper preguntó.

—Por supuesto Pino —Bill le sonrió de igual manera.

Cediéndole un lugar a su lado se corrió.

Bill le ofreció con una sonrisa tímida la pizza, incitándole a tomar un trozo.

—Gracias —murmuró Dipper correspondiendo la sonrisa de Bill—, ¿qué haces aquí comiendo solo?

El rubio levantó una ceja antes de sonreír dulcemente hacía el castaño.

—Jack estaba ocupado con tu amigo ese, el teñido —Bill se encogió de hombros—, aparte la pizza me trae buenos recuerdos.

—¿Te trae buenos recuerdos? —Preguntó levemente confundido mientras mordía con suavidad la pizza.

—Sí —Bill le lanzó una sonrisa nostálgica—, la pizza me trae uno de los buenos recuerdos que tengo.

Bill no era la clase de personas que tenía buenos recuerdos que digamos, y eso Dipper lo sabía perfectamente, le vendría bien saber qué era lo que hacía al rubio sonreír con nostalgia comiendo algo tan común como la pizza.

—¿Qué recuerdas con exactitud? —Dipper preguntó evitando que la desesperación se notará en su voz.

El rubio rió suavemente sorprendiendo al castaño.

—Creo que debería sentirme ofendido por eso —Bill le sonrió nuevamente confundiendo a Dipper.

—¿Por qué? —Dipper cuestionó mirando con ternura al rubio.

—Hace unos años compartiendo pizza conocí a la persona más increíble que existe —respondió sorprendiendo a Dipper.

El castaño se quedó estático, recordaba perfectamente como había empezado a llevarse con Bill, le había hablado ofreciéndole su pizza.

—¿E-estás hablando de m-mí? —Balbuceó torpemente, algo sonrojado por las palabras del rubio.

Una sonora carcajada se escuchó por el local, sorprendiendo ligeramente a Dipper, pero haciéndolo sonreír, se alegraba por haber hecho reír al rubio de esa forma.

—Claro que estoy hablando de ti, ¿conoces a otro Pino increíble con el que comparto pizza? —Bill le preguntó divertido, levantando una ceja —, odio compartir mis cosas, y más si se trata de comida.

Dipper enrojeció mientras reía para disimular, el castaño miró unos segundos los ojos ambarinos de Bill, sonriendo internamente, perdido en sus ojos.

Miró el trozo de pizza que el rubio dirigía a su boca, y agarrando las manos de Bill llevo el pedazo a su rostro mordiéndola, haciendo al rubio fruncir el ceño.

—¡Hey! —Bill exclamó algo ofendido —, ¿qué crees que haces?

—Tú lo dijiste —Dipper le sonrió —, soy la única persona con la que compartes tu pizza.

—Y pronto dejaras de serlo si sigues así —Bill dijo haciendo reír al castaño —, hablo en serio Pino.

—Obsérvame Cipher —le retó mordiendo nuevamente la pizza.

—Perfecto —Bill murmuró —, acabas de perder tu derecho a mi pizza.

Dipper rió con más fuerza haciendo a Bill estremecerse, estaba ofendido, pero Dipper riendo por él lo hacía olvidarse por completo de eso.

—Shu, shu vete de mi mesa, consíguete otra —Bill le dijo empujando a Dipper suavemente.

—Ya, ya —Dipper rió con menos fuerza, calmándose un poco—, era broma Bill.

—Ajá, ajá —murmuró el rubio cruzándose de brazos—, no intentes repararlo ahora.

El castaño sonrió divertido y beso suavemente la mejilla de su compañero.

—Te detesto —dijo Bill sonriéndole al chico a su lado.

—Sí tú lo dices —le contestó con burla.

—Sólo te perdono porque eres adorable y porque ya estoy lleno —Bill se cruzó de brazos.

—¿Ya estas lleno y me hiciste un drama? —Dipper le preguntó.

—Era mi pizza Pino, mi pizza —contestó haciendo sonreír a Dipper.

—Ajá —Dipper murmuró estremeciéndose suavemente al sentir la cabeza del rubio en su hombro.

Su corazón latió con fuerza, hacía tanto tiempo que el rubio no hacía eso, Dipper sonrió inconscientemente.

—Genial, tengo una pizza para mí y no pague nada —dijo el menor tratando de calmar la fiesta que su estómago formaba dentro de él.

—Interesado —murmuró Bill, pero sin moverse—, no creas que será gratis Pino, me debes algo.

—¿Algo como qué? —Dipper preguntó, retando al rubio.

—Ya lo verás, Pines, ya lo verás —contestó cerrando los ojos.

Ambos se mantenían ahí, tranquilamente hablando de cosas irrelevantes mientras Dipper comía la pizza que el rubio había dejado, el aire acondicionado del lugar estaba empezando a hacer que el castaño empezará a experimentar escalofríos.

—Estas temblando, ¿tienes frío? —Preguntó suavemente el rubio retirándose del hombro del menor.

—Em... ¿no? —Preguntó inseguro.

—Toma —dijo el rubio retirándose su suéter y teniéndoselo al castaño.

—No tengo frío, enserio —murmuró Dipper, no quería que Bill pasará frío por él.

—Ajá, y me imagino que tu nariz esta roja y tus labios morados por el condimento de la pizza —contestó Bill rodando los ojos—, anda, póntelo Pino.

El castaño tomó el suéter con las manos temblorosas y se lo coloco con suavidad. El olor de la colonia de Bill lo invadió, era bastante fuerte y se perdió con la esencia que se combinaba con la pizza, era delicioso, pero lo mejor era que... estaba cálido...

Para ser 13 de diciembre, estaba cálido, estar con el rubio era reconfortante.

Dipper le sonrió tímidamente al rubio quien correspondió la sonrisa con dulzura, recostándose nuevamente en su hombro.

—Ahora sí, sigue disfrutando mi pizza Pino —Dipper sonrió haciendo por inconciencia algo que normalmente le hubiera costado horas de valor.

Recostó su cabeza junto a la de él, olvidándose por completo de la pizza frente a él.

Eran lo único que necesitaban para tener buenos recuerdos.