Smell like Sweet.

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Dipper aún recordaba la primera vez que había salido a pedir dulces con Bill.

Había llegado junto a Will a la casa de los mellizos Pines sin ningún disfraz, por su parte, Will tenía uno de angelito, como era de costumbre en esa época Bill no solía sonreír, al menos no lo suficiente, por lo que simplemente se mantenía con el rostro serio.

Dipper podía recordar como esa vez su madre había improvisado con su maquillaje un disfraz de gato para Bill.

Su mirada estaba puesta en el techo de su habitación.

—¿En serio no irás? —Wirt le preguntó por enésima vez.

—No, no tengo ganas —murmuró cubriéndose con la sábana.

—No puedo creer que aún no me digas que te pasa —Wirt frunció el ceño mientras terminaba de ponerse el sombrero de su disfraz.

—No me pasa nada, sólo no quiero ir —el más pequeño gruñó suavemente.

—No te creo —Wirt le respondió—, ¿qué tal si va Bill? ¿No quieres verlo?

Dipper apretó con fuerza las sábanas.

—Bill no es la clase de persona que va a fiestas, suele haber alcohol en estas —contestó toscamente.

—Así que algo pasó con Bill —Wirt murmuró acercándose a su amigo—, lo sospeche, pero no entiendo qué pudo pasar.

—Es enserio, no pasó nada —Dipper contestó y el otro castaño suspiró.

—Iré a la fiesta, si necesitas algo, llámame —Wirt le comentó—, vendré lo más rápido que pueda.

—A menos que estés con Beatrice —el castaño murmuró rodando los ojos.

—Lo que digas —Wirt respondió algo frustrado.

Tenían 6 años, Dipper y Mabel se habían disfrazado en conjunto como cada año, Sal y Pimienta respectivamente, adorables mellizos ante los ojos de todos.

Podía recordar cómo fueron de puerta en puerta pidiendo dulces acompañados de Loren que los vigilaba de cerca.

—¿Por qué este gatito está tan serio? —Había preguntado aquella señora—, los gatitos no deberían estar tan serios.

La cara seria de Bill había provocado que pocos adultos le dieran dulces al menor, haciéndolo sentir como si estuviera en su casa con Phil.

—Deberías venir, ni siquiera irá Francis, ya sabes está en muletas por esta temporada —Jack le dijo en un intento por animarlo, pero el rubio mantenía su mirada en la película de terror.

—Está en muletas por tu culpa —contestó toscamente.

—Claro que sí, ¿quién se cree para golpearte? —Preguntó molesto—, pero eso no importa, ¡vamos! Te hará sentir mejor ir a la fiesta.

—¿Para qué? —Le preguntó dirigiéndole una mirada seria—, estarás coqueteando con tu "zorra" y posiblemente termines cogiendo con él en la fiesta.

—Sí... —Jack continuó—, pero no por eso tú debes quedarte encerrado, ¡es Halloween! ¡Por Dios! Tienes un millón de personas de la universidad babeando por ti desde que entraste.

—Pero ninguna de esas me interesa —se encogió de hombros, regresando su mirada a la película.

—Aparte es la fiesta de Xólotl, no puedes faltar —dijo la Bestia en un intento de convencerlo —, sabes que sus fiestas son las mejores, bueno, claro después de las mías.

Essences. [Billdip]Where stories live. Discover now