CAPÍTULO 8: autos

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—¿Me prestas ropa?

—Entra. —Me ordenó. Entre rápidamente. —¿Qué necesitas?

—Un short jean y un top. —Me miró incrédula.

—¿Desde cuando eres demostrativa?

—¿Ahora?

Subí corriendo a su habitación y me puse un short y top muy provocativos. Pero manga larga.

—¿Quieres venir?

—Hasta que preguntaste. Obvio quiero ir con esos… —Le tapé la boca. Puse un dedo en mi boca indicando silencio. Señale mi oído y hice una seña general. Apuesto a que todos estaban escuchando. Lo sabía porque quedaron callados. Agarré mi iPhone y escribí “te escuchan”

—Eso no es... —Le volví a tapar la boca. Le levanté un dedo indicado que esperara.

Llamé al celular de Rex. Puse el altavoz.

Llamada

—Hola.

—Hola. ¿Pasa algo?

—No. Sólo quería preguntarte si era mejor algodón o licra para… tu sabes.

—Sí, está bien. Algodón. Supongo.

—Gracias. Adiós Ginny.

—Creí que la invitaste.

—Lo hice. Pero ahora se que escuchaban.

—Mierda.

Fin de la llamada

—Te creo.

—Ve a cambiarte.

Se vistió casi igual a mi y salimos.

—Nigel, luego te llevo.

Se bajó de mala gana.

—Rex, atrás. —Pasó detrás de mala gana, parece de manada. Ginny se puso adelante.

(...)

Luego del helado llevamos a cada uno a su casa.

Llegue a mi casa muerta. Sólo quería acostarme pero apenas abrí…

— ¿Que horas son estas de llegar, señorita?

— A: ¿Desde cuando me llamas señorita? B: No quieras jugar el rol de padre, no te sale. Y , último, C: A ti no te importa la hora.

— Lo sé. Pero debo ser buen padre, cumpleañera.

Oh. Sí. Había olvidado que hoy era mi cumpleaños.

— Gracias.

— Tu regalo. — Me tendió un sobre. Lo tomé y lo abrí. OMG. OMG. OMG.

— Una empresa para mi.

— De autos.

— Gracias.

— Adoras los autos. — Sí, es verdad. Los amo. — No la dirigirás del todo. Pero tendrás ganancias.

— Gracias. Ahora estoy cansada.

— Sí. Ve a dormir.

Lo abracé y lo bese en la mejilla.

— Que duermas bien.

— Igual, hija.

(...)
Me despertó el despertador. Fui al baño e hice mi rutina. Cuando me puse el uniforme metí mi camisa en la pollera que levanté hasta más arriba del ombligo. No abroche el primer botón así quedó con escote y la corbata. Me quedaba sexy. El saco no le quitaba así que me lo dejé normal. Me di una capa de rímel, ya que tengo pestañas largas y pinte mis carnosos labios de rojo.

Mis sentidos aún tenían un pequeño desorden. Por lo que me puse lentes de sol y un poco de algodón.

El tatuaje. Pinte de morado a su alrededor y lo cubrí con una venda. Parecía un golpe.

Baje  y desayune bajo la mirada de mi hermano.  Subí y empaque ropa deportiva. Bajé.

— ¿Puedes ir en tu auto?

— Sip. — Me dijo. — ¿Pasa algo?

— Nada.

Agarré mi iPhone. Me habían agregado a un grupo de whatsapp. La manada. No hace falta decir quienes son.

Yo: los paso a buscar?

Caín: sip

Jayden: porfa.

Rex: yes

Adam: gracias

Tristán: I 💗 u

Aron: 😁 plis

Nigel: obviously

Ryan: eso no se pregunta

Steve: claro

Todos respondieron en 1 minuto.

Yo: como se supone q recogeré a todos?

     Ya sé.

     Pasó a buscar a dos y se llevan mis autos.

Rex: mis?

Caín:dos?

Jayden: s?

Yo: sí. Tengo más de un auto. Los adoro.

     Quienes tienen licencia?

Caín: yo

Nigel: yo

Yo: ok. Los paso a buscar.

Me pasaron sus direcciones y los fui a recoger. Y también a Rex y a Adam vivían al lado de Caín. Fuimos a casa. Me puse frente al garage.

— Elijan el que quieran. Pero no el Volvo plateado o el Mercedes negro.

Abrí.

— Omg.

— Omg.

— Omg.

— Wow. — Dijo Caín

— Mal. Era omg. — Dijeron alunisono.

— ¿Cuales no?

— Los del fondo. Son de mi padre y hermano. Me matan si los uso.
— A: ¿Como tienes veinte y — Contó los autos. — cuatro autos? B: Linda casa. C: Lindos autos. D: ¿Por qué tienes tantos autos? — Dijo Rex.

— A: Mi padre es rico. Como verán. B: Gracias. C: Gracias. D: Me gustan los autos.

— Cool.

— Si quieren tomen el BMW. Hoy usaré el Jeep o Volvo.

Puse mis llaves en el portallaves. Como imaginaran es muy grande.

— ¿Cual llevan? — Les pregunté. Ellos ya estaban al lado de mi Volvo rojo y mi porche negro. Saqué las llaves y se las lance. — Quedenselos.

— ¿Segura?

— Sí. Mi padre me regaló una empresa. Compraré más autos en un mes. De eso es la empresa. Adoro mi cumpleaños. Casi.

— ¿Cuando fue?

— Ayer.

Sus ojos se abrieron mucho.

— Feliz cumpleaños. — Dijeron al unísono. Reí.

— Gracias.

— A ti. Por los autos.

— De nada. Cuando vayan sacando su licencia les regalaré.

— Foto. — Gritaron a la vez.

Se sacaron cada uno una selfie con su auto y luego una todos juntos con todos los autos.

¿Una chica Alpha?Where stories live. Discover now