Capítulo 35: Te quiero. (Maratón 3k)

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Nada. Bufe. Cuando lo hice escupí un poco en las palabras. Todo brillo y se abrió… ya saben, lo de antes. Esta tenía cráteres que expulsaban lava. Apenas entré sentí toda mi piel arder. Grité. Era como si me estuvieran cocinando viva. Pero tuve otra sensación, quizás mayor. La preocupación. Por mi manada. Un miedo innegable. Y luego, como se me había hecho costumbre, me desmaye.

(...)

Me desperté. De nuevo todo. Esta vez me envolví en llamas. Ryan me atrapó.

—¿Estas bien?

—Genial. —Le sonreí. —¿Ojos?

—Rojos.

—Mmm. —Pronuncie pensando. —Creo que hay un patrón.

—¿Que?

—Vamos a la casa. Ahí les explico.

Rex me llevó en su espalda al auto. No sé si recordarán, estaba al otro lado de la ciudad. Llegamos y entramos.

—Miren mis ojos ya se habían puesto azules y rojos.

—¿Si?

—Sí. Cuando active mi instinto maternal mis ojos estuvieron rojos.

—¿Y azul?

—Luego de la luna llena… cuando leí el reporte… me mire al espejo, mis ojos se pusieron azules por un momento y luego, en mi reflejo, vi todo lo que había pasado en la luna llena.

—¿Y lo demás?

—No tengo ni idea.

—Lo descubriremos. Supongo.

(...)

Me quedé en casa de Rex y al otro día fuimos a la escuela. El día paso normal hasta la quinta hora. Steven tocó la puerta del salón.

—Profesor el director me mandó a llamar a Bree.

—Claro. Puede salir señorita White. —Asenti recogí mis cosas y fui con Steven.

—¿Qué pasó de verdad?

—Lo verás en la enfermería. —

Llegamos y estaba Aron en una camilla. Convulsionaba y llevaba sus manos al cuello. Parecía no respirar. Vi con una tonalidad roja y no supe qué hacía. Saqué mis garras y corte gran parte de mi brazo. Tome gran cantidad de mi sangre. La pase en su cuello y en su pecho. Cuando empezó a respirar, volví a la normalidad.

—Qué susto —Dije.

—Ni que lo digas. —Dijo Aron dejándose caer en la camilla. Acaricie su cabello e intenté relajarlo ya que aún estaba agitado.

—Tranquilo. Ya está. —Me senté a su lado y puse su cabeza en mis piernas. Su respiración seguía agitada.  —Esta bien. Sh. No pasó nada.

—Gracias. —Me dijo.

—De nada. Para eso estoy, cariño. —Le seguí acariciando el cabello. Le hice una seña a Steven para que venga. Se sentó a mi lado y apoyó su cabeza en mi hombro.

—Me asusté. —Le sonreí y con mi otra mano recorrí la longitud de su brazo. Note que Aron se durmió.

—¿Puedes llevarlo? —Le pregunté en susurros a Steven.

—Claro. —Se levantó.

—Te ayudo. —Cargue a Aron.

Luego de dejarlos en el auto volví a clase no sin antes pasar por el baño a limpiarme la sangre.

¿Una chica Alpha?Where stories live. Discover now