¿Una chica Alpha?

Capítulo 31: ¿quieres?

- ¿Que? -Pregunté. Lo volví a besar antes de que respondiera.

-Buscando tu diario, que debo agregar estaba muy bien escondido, encontré un sexy conjunto de ropa interior. Quiero que siempre que estemos juntos, aquí, solos, lo uses.

-A, no estaba tan bien escondido. Y B, no se a cual te refieres.

-Estaba en una compuerta secreta en un cajón oculto en la pared detrás del espejo, que parecía fijo.

-Tengo mejores escondites. Muéstrame el conjunto. -Me tomo las piernas para que no me moviera. Se sentó y se levantó conmigo enrollada a él. Se acercó a mi cajonera sosteniendome de mi trasero. -¿Sabes que me puedo mantener sólo con mi fuerza?

-Prefiero sostenerte. Por seguridad. -Dijo para luego apretar mi trasero. Me reí. Abrió un cajón y sacó un conjunto de encaje rojo.

-Bien. Déjalo en el mueble luego me lo pongo.

-Dije todo el tiempo.

-Lo sé. Pero tengo una mejor idea.

-¿Una idea como cuál? -Lo besé salvajemente.

-Adivina. -Se dio vuelta y me tiró en la cama. Se tiró sobre mi.

-No sé cuál sea. Pero tengo una mejor. -Me volvió a besar.

(...)

-Te quiero. -Dije besando a Rex.

-Yo también te quiero. -Sonreí. Tocaron la puerta.

-Bree, ¿puedo entrar? -Dijo mi hermano. Abrí mis ojos de par en par.

-Espera. Me estoy cambiando. -Le grité. -Escondete. -Le susurre a Rex.

-¿Donde? -Quite el cajón de mi mesa de noche. Busqué a tientas el botón de el pasadizo. Lo encontré y apreté. Se abrió la puerta.

-Métete.

-¿tienes pasadizos?

-Sólo entra.

-Bien. -Se metió y lo cerré.

-¿Bree?

-Ya casi. -Me puse un pijama con mi super velocidad y abrí la puerta intentando regular mi respiración. -¿Si?

-Nada. Sólo quería decirte que pensé que podíamos festejar nuestro cumpleaños juntos ya que no festejaste el tuyo.

-Sí. No quería festejar si no sabía si mi vida acabaría.

-Pero no lo hizo. Pensaba hacer una fiesta el mes que viene.

-Cool.

-Genial. Cae sábado mi cumpleaños.

-Bien. Sábado 6 de agosto.

-Sí. ¿Porque estas en pijama?

-Cómodo.

-Claro. Te dejo. Voy a verme con Justin.

-Bye. -Nos despedimos con un beso. Cuando cerré la puerta le abrí a Rex.

-Al fin.

-Perdón.

-No quiero decepcionarte, pero creo que ese sábado hay luna llena.

-No. No jodas.

-Lo arreglamos.

-No puedo manejarlo.

-Claro que puedes.

-No estaré en su cumpleaños. Ni los días anteriores o posteriores.

-Lo entendería si le...