Capítulo 38: largó de mi cabeza

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—Eres bienvenida cuando quieras. —Dijo Eteria. Luego desperté. Según parecía me había desmayado. Estaba En la casa.

—Estuviste así dos horas. —Dijo Ryan. —¿Que? No. Sólo fueron unos minutos.

—No lo fueron.

—Puede hablar con ellas solo dos minutos. —Dije.

—¿Ellas?

—Las intenum. —Les conté todo lo que sabía.

—¿Tuviste una voz malvada que te hacía sufrir en la cabeza?

—Sep.

—Entonces dos horas son dos minutos.

—Según parece.

Llegué, baby.

Demetria.

Siempre. Oye, ¿No crees que solo te quiere por ser su Alpha? ¿Y que tu sólo lo quieres porque es tu beta?

¿A qué te refieres?

A que si no fuera de tu manada,no lo querrías ni el a ti.

No es verdad.

¿Segura? A mi me parece que tengo razón, por eso lo niegas.

Cállate.

No. Eres una idiota por no pensarlo.

—Largo de mi cabeza. —Grite. Salí de la casa sin pensarlo. Me subí a mi auto. Luego fui al hoyo. Hasta donde sabía ahí dentro no podía escucharla. Me recoste en la pared. —No es verdad. No es verdad. —Repetí una y otra vez mientras lloraba. Sentí un brazo rodearme. Era Ryan.

—¿Como supiste?

—Mencionaste que aquí no podías escucharlo. Pensé que si querías algo fuera de tu cabeza, vendrías aquí.

—¿Porque el resto no vino?

—Ninguno es tan listo. —Lo abracé.

—Estoy muriendo de miedo.

—No deberías.

—¿Y si Demetria tiene razón?

—Quizás. Muy probablemente lo sea… pero te diré algo. No siempre la razón es lo correcto.

—Es el sentido de la palabra.

—No tiene razón que existan los hombres lobo. O que una mujer sea Alpha. Aquí estamos sin embargo.

—Eres increible. —Me beso la coronilla. —Quiero quedarme así. —Dije. En esa exacta posición. Abrazandolo. Él con su cabeza enterrada en mi cabello. —Para siempre.

—Puedo quedarme aquí todo lo que necesites. —Acarició mi pelo.

(...)

Nos quedamos ahí como por dos horas. Me llevo a mi casa. Ya era de noche.

—¿Puedes venir a dormir conmigo?

—Claro. Deja le aviso a mi madre que íbamos a cenar y…

—No. Nunca la ves. Estaré bien. —La madre de Ryan trabajaba mucho y nunca estaba con él.

—¿Segura?

—Estaré bien.

—Ok. Me llamas por lo que sea.

—Seguro. —Salí del auto. Entre a mi casa. Mi padre no estaba y no vi a mi hermano. Subí a mi habitación y me acosté a dormir sin comer.

Me desperté cerca de las dos de la mañana. Había tenido una pesadilla con mi madre. Recordé cuando murió. Me levanté. Fui al baño y me moje la cara.

¿Una chica Alpha?Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon