Capítulo 2

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Después de varios intentos de intentar convencer a Marlon para no ir a la fiesta de Derek, no ha habido ningún resultado y me ha casi obligado e insistido en venir. Así que, ahora me encuentro en la fiesta, con Arthur, quien acaba de llegar y está sentado en el sofá a un lado mío.
Marlon en pisar la fiesta me ha abandonado y se ha ido sin pensárselo dos veces hacia el grupo de sus amigos dejándome aquí tirada en medio de una fiesta con desconocidos. Hasta que por suerte, vi entrar a Arthur, a la única persona que conozco en este lugar y he ido junto a él.

El local está lleno de gente por todos sitios.
En grupos, bailando, cantando y algunos ya están borrachos.

—Bueno, ¿quieres tomar algo?

Niego con la cabeza; —Pero si quieres te acompaño.

Arthur asiente con la cabeza y ambos nos dirigimos hacia la barra. Al llegar. hay algunas personas que están haciendo cola para pedir, así que nos colocamos detrás de ellos y esperamos nuestro turno. Después de más de diez minutos, las personas que estaban en frente nuestra se marchan con sus copas en sus manos y toca nuestro turno.
Pero antes de si quiera poder dar un paso hacia delante, un tipo se cruza y se coloca delante nuestra quitándonos el sitio y pidiendo lo que va a tomar.

—Uno de whisky.
–dice, mientras que apoya su brazo en la barra libre.

Frunzo el ceño y de inmediato miro a Arthur, quien hace un gesto de "no pasa nada" y niega con la cabeza dejándolo pasar.

El si va a dejar permitirlo y no le va a decir nada, pero yo no voy a dejar pasarlo.
Era nuestro turno y ese imbécil se ha colado por toda la cara cuando nosotros hemos tenido que esperar más de diez minutos los cuáles se nos han hecho eternos, para que llegue nuestro turno, bueno el de Arthur, y otro se cuele.

Me aparto de al lado de Arthur para ir hacia donde está el chico rubio, pero antes de dar un paso, la mano de Arthur agarra mi brazo y tira de mi levemente y mirándome con cara de desaprobación.
Le miro seria negando con la cabeza y me suelto de su agarre caminando hacia el tipo, tocando su hombro dos veces con mi mano y éste se gira hacia mi.

—Perdona, pero era nuestro turno.
–grito por encima de la música intentando llamar su atención.

El tipo me mira fijamente y esboza una sonrisa arrogante; —¿Y qué?

—Que nos tocaba a nosotros. Si quieres pedir algo, haz cola como hacemos todos.
–murmuro entre dientes, él ríe.

—Vale guapa, me lo apunto para la próxima.
–me guiña un ojo y agarra su cubata marchándose, no sin antes recorrer mi cuerpo con su mirada sucia.

Imbécil.

Me muerdo la carne interna intentando controlarme para no armar una discusión en medio del local y de toda la gente.
Refunfuño y mi mirada viaja hacia Arthur, quien me mira y niega con la cabeza desaprobando lo que he hecho y se gira hacia delante pidiendo lo que quiere de beber  y al tener su copa nos marchamos hacia la parte de arriba donde no hay tanta gente pegada y tenemos más sitio para estar cómodos y poder charlar tranquilos.

Arthur se sienta en uno de los taburetes y deja su copa sobre la mesa. Dejo mi bolso de fiesta sobre la mesa y me siento en uno de los taburetes altos con cuidado de no tropezar, y coloco una manos sobre me mejilla.

—Deberías pasar de tíos comos esos. Nunca van a hacer nada bueno, ni si quiera hacer cola para pedir una bebida, no tienen ni respeto ni educación.

—Ya lo se, pero tenía que haberse colado. No puedo con la gente descarada.

No suelo ser tan valiente para hacer estas cosas, ni mucho menos para enfrentarme a tipos como él, ni a nadie, en realidad. Pero hoy no estoy de buen humor y el que haya sucedido algo así, me cabrea el doble de lo que ya estoy hoy.

Entre el cielo y el desastre Where stories live. Discover now