Capítulo 53

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Arreglo mi ropa y mi pelo.
Suelto un suspiro y camino a paso ligero hasta llegar a la puerta principal colocándome en frente de ella y estirando mi brazo para abrir la puerta. Y al hacerlo, aparece Sarah junto a Billy y en sus brazos está Keisha.

—Hola Alle –dice sonriendo– aquí están, ya sabes, como siempre. Volveré antes de las ocho, espero que no te den mucho trabajo hoy.

Niego con la cabeza y alargo los brazos para agarrar a la pequeña Kei, quien alarga sus pequeños brazitos en mi dirección y me sonríe.

—No te preocupes Sarah.
–sonrío.

Ella asiente y sin decir nada mas me entrega el bolso con lo necesario para Kei, deja un beso en la pequeña frente de ella y otro a Billy.

El pequeño Billy entra corriendo por el pasillo y yo cierro la puerta cuando veo marcharse a Sarah y entro junto con la pequeña al comedor donde Billy está subiéndose al sofá.

—¿Está hoy Marlon?
–pregunta dirigiendo su azul mirada hacia mí.

—Se ha ido con unos amigos, pero seguramente vendrá después.
–murmuro sonriendo.

Él asiente y se sienta bien en el sofá.

Dejo el bolso encima de la mesa grande y a Keisha justamente al lado de su hermano.

Llevo cuidando de ellos dos desde hace exactamente dos años, cuando Sarah me necesitaba.
No los cuido siempre, sólamente suele ser de vez en cuando. Normalmente cuando ella trabaja hasta bastante tarde o tiene que ir algún viaje por su trabajo, ya que su marido casi siempre suele estar fuera por trabajo y no tiene nadie con quiénes los pequeños pueden quedarse, su familia vive en otra ciudad. Y a mi me conoce desde que tenía dieciséis años exactos cuando empezé a cuidar de Billy cuando tenía tres añitos.

—¿Quieres ver algúna película?

—¿Sigues teniendo la película de Nemo? Quiero ver esa.
—responde ilusionado.

Asiento con la cabeza y busco la película, poniéndola en la televisión y ésta comienza.

Keisha empieza a quejarse y en seguida camino hacia ella cogiéndole de nuevo y caminando junto con ella hacia la mesa grande y el bolso, buscando el chupete y algún juguete con el que poder jugar para que se calme.

[...]

Cuando parecía que todo al princípio iba bien, en realidad, todo se ha convertido en una guerra hora después.

La película se ha terminado, Billy quería ver otra la cuál no tenía y se ha enfadado, hasta que he conseguido el cuaderno de dibujos para pintar y colores, exactamente: rotuladores. Lo peor que puedes darle a un niño pequeño.
Keisha estaba tranquila cuando Billy le ha quitado el rotulador que ella tenía y se ha puesto a llorar. Billy le hacia burla y seguía pintando, cuando le he reñido y le he dicho que eso no se le hace a su hermana pequeña, se ha revolucionado.
Ha empezado a correr por la casa mientras me hacia burla y ha roto un vaso de cristal que estaba en la mesa, el cuál he tenido que recoger en seguida antes de que ocurra algo peligroso.

Después de eso, cuando he vuelto después de tirar los trozos de cristal, me he encontrado con la sorpresa de que la mesa de centro estaba pintada de colores azules, negros, rojos y verdes y ajuego, estaba el sofá.
Su dulce de chocolate estaba destrozado por el suelo y Kei se lo estaba comiendo. Pero eso no ha sido lo peor, después de reñirle a Billyby después de más burlas por su parte, cuando no me he dado cuenta había desaparecido del comedor y cuando he ido a buscarle con Kei encima mío, lo he encontrado en el baño estirando del rollo de papel. Y literalmente, todo el suelo estaba lleno de papel higiénico. El cuál parte de el, estaba dentro del váter.

Entre el cielo y el desastre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora