Capítulo 34

10.3K 423 74
                                    


Vagueo por las calles buscando algún lugar en el cual poder estar y entro a un pequeño bar. Hay bastante gente, la justa para que algunas mesas y taburetes estén llenos pero por suerte hay algunos libres.

Me siento en uno de los taburetes vacíos y me encuentro con Anne, la hermana de una compañera de clase, nos conocemos desde hace bastante tiempo, pero no me esperaba encontrarmela.

—¿Alle? ¡Hacia tiempo que no te veía!
–dice sonriendo ampliamente.

—Sí, la verdad que hace ya bastante. ¿Cómo va tu vida?
–pregunto devolviéndole la sonrisa.

—Ahí vamos, con un bebé en camino –dice riendo– ¿y tú?

Pues verás, acabo de discutir con mi hermano porque se ha enterado de que me he acostado con un amigo de nuestro primo, he huido de casa y no sabía dónde ir a parar y he venido al bar.

Suspiro y sonrío.

—¡Enhorabuena! Yo estoy bien, algo cansada del instituto –río– pero voy bien.

—¡Gracias cariño! estoy muy feliz por esta nueva etapa que viene –sonríe de nuevo– Y bueno, piensa que ya falta bastante poco y todo acabará pronto.
–ríe.

Asiento con la cabeza un par de veces y llevo el vaso de agua hacia mi boca para dar un trago.

Bastante jaleo se escucha desde atrás, cómo si hubieran entrado un par de chicos y están gritando y hablando demasiado fuerte intentado llamar la atención. Los pasos cada vez se escuchan más cerca, hasta que una voz familiar suena a mi lado y me giro para ver de quien se trata.

—¡Anne, una de whisky y ron!
–grita.

Lander está a mi lado, con sus brazos encima de la barra y mirando hacia su derecha. Aún no se ha dado cuenta de mi presencia y la verdad, espero que no lo haga en un buen rato, aunque lo veo algo imposible ya que estamos prácticamente uno al lado del otro.

—Claro que sí, Lander. ¿Dónde está Brayden y los demás?
–pregunta sonriendo.

—Estoy aquí –dice la voz ronca de Brayden– ¿me has echado de menos? –ríe.

¡Tierra trágame!

Quiero desaparecer ahora mismo e ir otra vez de nuevo a casa aunque ahí esté mi hermano y vuelva a discutir seguramente con él, me da igual.

Intento hacerme una idea de cómo escapar de aquí sin que nadie se de cuenta de mi presencia y menos Anne, quien gritará mi nombre y ganaré la atención de los demás. Pero justo cuando voy a bajarme sigilosamente del taburete, tal y cómo imaginaba, la voz de Anne suena detrás mío.

—Mira, os voy a presentar a una amiga mía y de Juliette. Alle, ven voy a presentarte a unos chicos.

¡No, por favor!

Con cautividad, lentamente y silenciosamente me doy la vuelta hacia ella.

Exactamente, los cinco chicos que han entrado y que aún están todavía ahí a mi lado, están mirándome. Incluída esa mirada que sé que está mirándome pero que yo no pienso cruzar miradas con él.

—Chicos, ella es Alle. Una buena chica y amiga.
–dice mirándome y sonriendo.

¡Mierda y más mierda!

Sonrío, una sonrisa de labios apretados y bastante fingida, sin mirar mucho a cada uno de ellos aunque es obvio que ya se han dado cuenta de mi presencia.

Entre el cielo y el desastre Onde histórias criam vida. Descubra agora