Capítulo 26

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Brayden

Camino hacia el salón y me dejo caer en el sofá mirando hacia la televisión encendida, cuando veo entrar a todos uno tras otro, hablando sobre algo. Más bien, están discutiendo sobre algún tema que desconozco y del que aún no me he enterado y no sé el por qué.

—¿Qué coño pasa con tanto grito?
–digo levantándome del sofá y caminando hacia Lander.

—Alex deja la apuesta y no nos quiere dar el dinero.
–refunfuña.

—Si apuestas tienes que cumplir. No me jodas, si te rajas tienes que soltar la pasta.
–digo mirando hacia Alex y cruzandome de brazos.

Alex dirige su mirada hacia mí, mirándome con la barbilla alzada, una ceja elevada y con los brazos cruzados.

—Igualmente no iba a ganar. Alle me cae bien y no pienso perder una amiga como ella por una estúpida apuesta de mil pavos, lo dejo todo.
–dice elevando las manos.

Hemos hecho apuestas muchas veces.
No tantas, pero si algunas y hemos ganado dinero o lo hemos perdido. Pero nadie nunca se ha rajado y me sorprende que Alex, él que lo ha hecho varias veces, se raje en esto.
Y no me creo una mierda que sea porque no quiere perder una amiga como Allegra. No cuadra.
Debe de tener sentimientos por ella y me parece raro, aunque Alex es demasiado enamoradizo.

—Te has colado por la niñata –rio– no me puedo creer que vayas hacer esto, aunque me beneficia. Voy a ganar dinero solamente por esto, aunque igualmente ibamos a ganar.

—Mofate todo lo que quieras Brayden, me importa una mierda. Y no me gusta Alle, sólamente somos amigos y no quiero perderla por esta gilipollez de niñatos.
–dice entre dientes lo último.

Pasa por mi lado chocando nuestros hombros y caminando hacia el sofá. Abre la chapa de la cerveza de lata que tiene en la mano y da un trago.

Me giro hacia él, apuntándole con el dedo índice.

—El dinero nos lo tienes que dar. Te has rajado y vas a soltar la pasta, es lo que tiene apostar.

—Oye, que si no quiere hacerlo él lo hago yo
–murmura Cody– la niñata está buena, no me importaría.

Le miro de reojo cuando lo veo pasar por mi lado, fulminándole con la mirada y pasando hacia el sofá sentándose en el sofá individual blanco.

—O se lo digo a ella y tu "amistad" o lo que cojones sea eso, se jode. Me importa una mierda, solo es ir a ella y decírselo.
–digo alzándome de hombros.

—¿De verdad serías tan rastrero, tio? Vale, te daré el puto dinero si quieres pero mantén la puta boca cerrada.

Sonrío triunfante y camino hacia la cocina para ir a coger una lata cerveza y volver al salón.
El sofá está ocupado y tengo un terrible mono de fumar, así que, me dirijo hacia el balcón abriendo la puerta corredera despacio y saliendo al exterior. Apoyándome en la barandilla y mirando a las personas que pasan, mientras que enciendo el cigarro.

Me parece extraño que a Alex le guste Allegra y tampoco entiendo qué es lo que le ha visto. Es guapa, eso no se puede negar ni nadie podría hacerlo y tiene buen cuerpo, pero hay mejores. Es una chica sencilla. La veo demasiado buena, demasiado distinta a cualquiera que pertenece en nuestro círculo y es demasiado hasta para Alex que es el "buenazo" de todos nosotros. No va con nosotros, con nuestra forma de vida. Quizá una noche esté bien, pero yo jamás tendría nada con ella porque es diferente a mi en todos los aspectos y no es el tipo de chica que me suele gustar.



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