Maldito

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-Hoy quiero algo diferente, algo con un poco más de... Sangre ¿Qué tal una hamburguesa?- Sans podía ver la mirada confiada del monstruo, bastante patético, pero era casi adorable en su torpe ignorancia, aunque, eso no duraría mucho.

-por supuesto... Hoy has venido más temprano de lo usual- el vaso que limpiaba pacientemente entre sus manos fue colocado sobre la barra, junto al trapo- ¿No has venido por lo de siempre?

Él sonrió tranquilamente, las voces estaban en silencio, los fantasmas acurrucados entre las botellas y las mesas observaban expectantes el espectáculo que se desarrollaba con la lentitud perfecta, Sans no se sorprendió de que Grilby quisiera apresurar las cosas, pero en esa ocasión todo iba a ser diferente, después de esa, ya no habrían más reuniones secretas sobre una mesa en un callejón sucio ni acuerdos enterrados bajo un basurero.

-Estoy cansado de lo de siempre, quisiera cambiar las cosas un poco, para variar...

-¿uh? A veces los cambios no son tan buenos...

Después de eso, Sans se quedó solo, observando las nervaduras en la madera. Los monstruos en el bar, inconscientes de lo que sucedía, continuaban con sus vidas tranquilamente, nadie estaba particularmente interesado en el esqueleto esa noche, lo cual era algo bueno, seguramente, alguien recordaría fugazmente haberlo visto aquella tarde en el bar, pero nadie sería tan inteligente como para unir los cabos sueltos, bueno, si es que podían encontrar alguno. Cuando la comida fue puesta frente a él comenzó a comer lentamente, no había motivos para apurarse de cualquier modo.

Doggo fue el primero en irse, seguramente, estaría frustrado de perder en las cartas contra aquel pesado perro con armadura y volvería a su puesto a fumar y lamentarse. La atenta mirada de Grillby no pasó desapercibida para él, y esa situación era un deja vu irónico, cuando era un niño, él no había entendido esa mirada, más preocupado en discutir con Papyrus quien se quejaba sobre lo grasosa que era la comida.

-¿Qué juego estamos jugando Sans?- el monstruo cruzo los brazos sobre su pecho, aparentemente un poco molesto por su actitud, Sans no contesto, mastico pacientemente el bocado y trago, su HP no se vio modificado; dejo la hamburguesa sobre el plato y metió una mano en el bolsillo.

-Dímelo tú imbécil, porque yo no estoy seguro- Sans arrojo el papel arrugado a la cara del monstruo, se negaba a mantener en silencio todo lo que había mantenido callado.

-Veo que has encontrado mi pequeña propuesta... -gruño ligeramente, él esperaba molestarlo, y evidentemente por la sonrisa burlona en el rostro de ese imbécil, había fracasado miserablemente- ¿estás seguro que no quieres pedir otra cosa?

-paso, esta cosa es imposible de tragar, está demasiado seca y tiene un sabor rancio...- Dogamy y Dogaressa se levantaron de sus asientos, discutiendo ligeramente sobre alguna cosa sobre olfatear, esos dos eran lo más cercano que el subsuelo conocería al amor

-yo no estaba hablando de comida- Aquella sonrisa de burla se transformó en una que en otro tiempo, bajo otras circunstancias él había considerado irresistible, pero ahora ocasionaba que, a pesar de no tener estómago, quisiera vomitarle en la cara.

-si, yo tampoco...

Éxito, la sonrisa de derritió bajo la llama de la ira del monstruo, había logrado molestarlo, y por primera vez en mucho tiempo había ganado la batalla verbal, y según las reglas, no tenía que bajarse los pantalones, pero eso ya no tenía ninguna importancia, porque pronto, ya no habría más juego. Después de eso, Grilby no volvió a molestarlo y él pudo terminar su hamburguesa en paz. Los monstruos continuaron marchándose, dejando mesas vacías y platos sucios en la estancia, Greater Dog fue el último en marcharse, hora de comenzar.

Mi pecado [UF!Fontcest]Where stories live. Discover now