Mentiras

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En una batalla de fuerzas tan eterna como un suspiro, Sans apoyo la cabeza sobre su mano y paso un dedo por las vetas en la madera, aún permanecía el agujero que su hermano había provocado. En silencio, reconoció la habilidad de Undyne para infundir miedo, no lo sorprendía en absoluto, pero la respetaba por ello.

-Deja de mirarme con esa cara de idiota Sans, respóndeme o te obligare a responder –la sádica sonrisa en su rostro hizo que afilara su mirada y estuviera preparado para defenderse y atacar si la situación lo requería.

-No hay mucho que contar, me ausente en mí puesto en Hotland ese día- él dejo escapar un sonido ambiguo, su jefe iba a matarlo por esas ausencias, tenía que pensar una buena excusa para ese momento- y fui directo al bar, no vi nada extraño mientras estuve en mi puesto cerca de la enorme puerta y no vi nada aquí... El bar estaba tranquilo, solo la misma mugre de siempre...

-¿Viste a alguien extraño en el bar?

-Ya te dije que no... Pero –En ese momento una idea macabra recorrió su mente ¿Qué tan lejos estaba dispuesto a llevar aquella extraña red de mentiras?- Grillby estaba... un poco molesto quizás...

-¿Qué dijiste gusano? ¿Te dijo por qué? –Sin ningún esfuerzo, Undyne había mirado el anzuelo que él había lanzado, ahora, todo consistía en obligarla a morderlo. Tenía que ser cuidadoso, mentirle a esa mujer no era fácil, y las consecuencias usualmente eran letales para aquellos osados suicidas que lo hicieran. Sans movió los hombros levemente, como si aquella información no era importante ¿Cómo mierda actuaba cuando alguien le preguntaba sobre algo que no sabía? Carajo... eso iba a ser un poco más difícil de lo que esperaba- ¡¡Habla!! ¡AHORA!

-cálmate... ¿quieres un Hot dog? ¿Un poco de Mostaza? ¿No? –La cara de desconcierto y la furia que inundo la mirada de la violenta mujer lo hizo reír sardónicamente- quizás en otro momento... Él menciono a alguien a quien llamo "M" pero no dijo mucho más... después de comer algo me fui y desde entonces se tanto como ustedes...

-Ya veo... -Entonces algo en la mirada de la capitana de la guardia real cambio, cualquier rastro de emoción en sus ojos se desvaneció, como nieve bajo la lluvia. Sans sintió un escalofrió subir tras su espalda, clavando sus lacerantes garras en sus costillas. Odiaba no poder leer los sentimientos en su mirada; el agua turbia no le permitía ver si el pez estaba cerca del anzuelo para tirar de la caña- Alguien menciono que el cartel del bar estaba en "cerrado" ¿notaste eso al entrar?

-¿enserio? No lo note...

-¿A qué hora saliste del bar?

-No lo se

-¿Por dónde saliste?

-...

Sans se dio cuenta que tenía la mierda hasta el cuello, que pronto dejaría de respirar y se ahogaría entre sus mentiras, que lo último que vería seria la mirada de decepción en los ojos de... No, si él se ahogaba y la verdad era revelada, su jefe no iba a observar absolutamente nada, porque para su hermano, él dejaría de existir. Una gota de sudor resbalo por su cabeza, muriendo en la afelpada capucha. La mirada de Undyne escarbaba en él como una perforadora a su máxima potencia, apuntando directamente al negro pozo de sus sentimientos corrompidos y sus podridas mentiras.

-¿Acaso estas acusándome?

-¡¿Acaso te sientes acusado, Sans?!

-Eso te encantaría ¿Verdad?

-Solo quiero encontrar la verdad

-Suerte con eso, colega...

Sans coloco la capucha sobre su cabeza, dejando entonces que el pánico se apoderara de su mirada, pero no de todo lo demás, para eso ya habría tiempo de sobra. Él salió de su puesto y le dio la espalda a Undyne, obligándose a caminar con normalidad hacia el pueblo.

Mi pecado [UF!Fontcest]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora