Capítulo 14

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Elian

La carretera a Dutchess estaba desolada, claro, era casi un pueblo fantasma y las únicas personas que rondaban por aquí eran vigilantes de mercancía. Mi celular estaba sin señal, lo único que tenía para comunicarme era el radio de frecuencia.

Wilberth y Joseph iban delante de la camioneta que yo conducía mientras los demás guardaespaldas venían detrás nuestro.

A lo lejos una gasolinera algo vieja se veía, nos paramos a tomar un descanso y a rellenar los tanques de las camionetas.

Mientras ellos cargaban gasolina yo intentaba buscar señal en alguna parte, afortunadamente en un momento mi celular marcó tres rayas de señal.

Un mensaje de voz y varios mensajes de mi padre salieron a flote, junto a varias llamadas perdidas de Kasia.

Elian, por favor comunícate conmigo, es urgente, te quiero.

La voz preocupada de Kasia fue lo primero que escuche. Mierda, rápidamente le marque, le marque una y otra vez y nada, no contestaba.

Me estaba preocupando.

Un mensaje nuevo de mi padre llego.

Elian, lárgate de ahí lo más rápido que puedas, es una jodida trampa, Wilberth nos traicionó, lárgate ahora.

¿Que mierda? Conteste el mensaje.

Al fin contestas, lárgate ahora de donde quiera que estén, si es posible mata a Wilberth, el hijo de puta nos tendió una trampa, los Willow saben lo que haremos, ahora muévete y sal de ahí.

Mire a los lejos a Wilberth, hijo de perra, se reía con Joseph mientras cargaban gasolina.

Camine despistadamente hacia ellos, no podía avisarle a mis hombres lo que haría o el hijo de puta sospecharía.

—Ya está Elian ¿nos vamos? — habló Joseph.

—Claro, solo que esta vez yo me voy con ustedes en la camioneta, necesito decirles cómo haremos la emboscada cuando lleguemos — hable serio, ellos aceptaron.

Marque por última vez el número de Kasia, nada, ella no contesto.

Localiza a Kasia, ahora. Teclee a Jules, uno de los hombres que había puesto para cuidar a Kasia en el barrio.

Nos montamos en la camioneta, Joseph manejaba y Wilberth iba de copiloto. Nos quedaban aproximadamente 30 km para llegar, debía hacer esto rápido.

Mi arma estaba cargada, lentamente la saque y le puse el silenciador, Wilberth mensajeaba mientras Joseph iba atento a la carretera.

—¿Sabes Wilberth? — dije.

—¿Si jefe? — dijo volteándome a ver.

—¿Sabes como pagan los que traicionan a los Riazza? — dije con una sonrisa. Hijo de perra.

—¿A que se refiere? — preguntó confundido.

—Ya sabes — me encogí de hombros.

Joseph escuchaba la conversación confundido, estaba cien por ciento seguro que Joseph no sabia nada, el solo había sido utilizado por Wilberth para sacarle información.

—No se a que se refiere Jefe — habló, mi mirada se volvió oscura.

—¿Crees que no se tu plan? ¡Hijo de puta! — saque rápidamente mi arma y de un golpe con ella lo desmaye.

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