Capítulo 21

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Todo estaba listo, supervisaba la cocina mientras mi madre me ayudaba a revisar que todo estuviera bien fuera.

—Mama — llego corriendo Tiara con su cerdita peppa colgando del brazo.

—¿Que pasó mi vida? ¿Tienes hambre? — la tome en brazos y la subí en el taburete.

—Si mama — hizo un puchero — quero lechita chocolate y galleta — habló. Fui hacia el bolso que siempre cargaba con las cosas necesarias de Tiara y saque una pequeña cajita de leche y un paquete de galletas.

—Toma mi amor — se la entregue, ella sonrió y dejó a peppa de lado.

Una de las cocineras se me acercó y me informe que la comida estaba lista, salí del lugar dejando a Tiara encargada a una de las cocineras y vi a mi madre acomodando mesas junto a los demás trabajadores.

—Madre, la comida está lista ¿falta mucho? — mire como los trabajadores ponían sillas.

—Solo faltan unas cuantas sillas y listo — sonrió mi madre — Antoine me habló y me dijo que ya viene en camino con los chicos — asentí.

—Ok ma' voy por Tiara — dije — estoy nerviosa — dije mirando todo a mi alrededor.

—Tranquila hija todo saldrá bien — puso su mano en mi hombro.

—Eso espero Ma' — suspire — ¿puedes por favor ir al aula para que estemos seguras que todo esté bien? — pregunté y ella asintió.

Hoy después de tanto tiempo y con la ayuda de toda la familia iba a cumplir el sueño de mi padre. Hoy era la inauguración del comedor y del aula de estudio en el barrio latino. Estaba muy feliz y agradecida con todos, aunque más con Elian, ya que el me incitó y me dio ánimos para que pudiera abrir este centro comunitario.

Me acerqué a la ventana y pude notar una extensa fila de personas esperando que el comedor abriera y pudieran recibir quizás su única comida del día. Me sentía un poco triste por ellos pero la felicidad me ganaba por qué se que mi padre estaría orgullosa de mi.

—Buenas tardes a todos — hable en español — muchas gracias a todos por estar aquí en este día tan importante para mi familia y para mí — a mi lado estaba Elian con Tiara en sus brazos, a su lado estaban Kyan, Jilom y Kathia, de mi otro lado se encontraban mi madre y mi suegro — hoy es un día muy especial, este día significa mucho para mí, ya que por fin, después de tantos años y con la ayuda de todos pude por fin cumplir el sueño de mi padre, se que algunos de ustedes llegaron a conocerlo, el era un padre excepcional y me siento muy orgullosa de haberlo tenido como mi padre, por eso hoy estamos aquí para inaugurar el centro comunitario Austin, en el cual todos ustedes podrán recibir ayuda, el comedor estará abierto a todas horas para que ustedes puedan venir a disfrutar de una rica comida, así mismo recibirán ayuda educativa, psicológica y médica totalmente gratis, nuestro mayor deseo es que ustedes se sientan bien, lo único que les pedimos es que cuiden el centro comunitario por qué es de todos y cada uno de nosotros — hable emocionada mientras lágrimas salían de mis ojos, en todo momento mi padre estuvo en mi cabeza, era nuestro sueño y lo estaba cumpliendo, por el — y bueno, sin más que decir ¡Bienvenidos sean todos ustedes! — los aplausos resonaron por todo el lugar, mi familia y yo cortamos el gran listón rojo y entonces pasó. Logré mi más grande sueño.

Veía como la gente hacia fila mientras otros ya sentados en las mesas disfrutaban de su delicioso platillo, mi madre y mi suegro platicaban con algunos conocidos, Kathia se ofreció ayudar a las cocineras a servir mientras Elian y yo recibíamos a las personas. Me emocionaba tanto ver cómo llegaban y llegaban las personas, todos eran bien recibidos y ellos se mostraban agradecidos con nosotros.

—¡Joder Kasia! — escuche a un Elian enojado detrás de mi.

—¿Que pasa amor? — pregunté con el ceño fruncido.

—¿Sabes qué pasa? Pasa que Tiara me dijo que tiene un novio — dijo rojo de la furia — ¡y se dan besos Kasia! ¡Joder! — se veía enojadisimo, yo lo único que pude hacer es reír a carcajadas de su furia — ¿De que te ríes? — frunció el ceño.

—Mi amor, tranquilo — me acerqué a abrazarlo — son niños mi vida, ellos solo juegan — le acaricie el cabello tranquilizandolo.

—¡Niños nada! Ella no tiene por qué darle besos a ese jodido niño — reí.

—No le digas así Elian, tranquilízate por favor — le di un pequeño beso.

A lo lejos vi como Tiara venía corriendo hacia nosotros, llego directamente a los brazos de Elian.

—Mama, ya dije papá novo — dijo ella sonriendo inocentemente, Elian apretó sus puños.

—Mira Tiara Riazza, no quiero que vuelvas a ver a ese niño ¿entendido? — habló Elian mirándola.

—No papá, es novo mio — hizo puchero.

—¡Nada de mío! Yo soy tuyo y tú eres solamente mía ¿entendido? Eres solo mía princesita ¿está bien? — le dijo un poco más tranquilo, ella asintió con la cabeza y escondió su cabecita en su hombro — y no hay que decirle a abue Anto por qué se enojara — dijo riendo.

—¡Los amo! — grité y los abrace fuertemente.

—Y yo amo a mi reyna y a mi princesa — nos dio un beso a ambas.

Este era el punto de mi vida en donde me sentía la mujer más afortunada del mundo, tenía a mi esposo, a mi hija, mi familia estaba conmigo apoyándome en todo momento y no cambiaría esto por nada ni nadie.

Fin.

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