Mi Estúpida Niñera ( EDITANDO)

Capitulo 6 ¿Esto es amor?

Salí a caminar con mi mejor amigo Axel, es un pastor belga de mi misma edad pero sus orejas están caídas. Tal vez por eso lo confunden de raza o yo que voy a saber, No soy científica.  

No entendía que tenia con esa loba, me atraía pero no tanto como para admitir que la amaba, intentaba quitarme esas extrañas ideas pero era imposible pensar en otra cosa, ni mi amigo y sus locas ocurrencias podían calmar mis ansias.

- ¿Te puedo preguntar algo personal?- Exclamo Axel.

- Dale- Acepte sin ganas.

- ¿Te gusta Amy?

- ¿Quien?- Pregunte sonrojada- No la conozco. 

- Por favor- Exclamo rodando los ojos y de brazos cruzados- No creas que no se que ella es tu niñera. También me a cuidado.

- ¿Enserio?- Pregunte animada, ya que él y yo compartíamos la misma vergüenza. 

- Cuando tenia unos seis años- Intento recordar con exactitud- Tal vez cuatro...

- Demonios- Empece a gruñir en voz baja- Como la odio...

- No veo el porque de tu odio hacia ella- Se sentó en una banca y yo lo acompañe- Te conozco desde kinder Perry y tu no eres así. Tu tienes que tener una razón para odiar. 

- No es verdad- Lo mire indignada- Puedo odiar cosas irracionalmente como todo el mundo.

- Déjame recordarte algo. Odiabas y sigues odiando a Peppa Pig  porque se te hacia muy estúpida y carente de sentido alguno, detestas el chayote porque de pequeña casi te ahogas con uno, para nada te agradan las ovejas ya que tu y yo nos peleamos con una y estuve dos días en el hospital porque me rompió el brazo y Daniel Leonzalés es tu enemigo mortal por morderte en la primaria. 

- Esta bien, es verdad- Baje las orejas y comencé a gruñir- ¡PERO ESTO NO ES AMOR!. Simplemente no es posible.

- ¿Sabes que es una lesbiana?- Pregunto intrigado- ¿Oh las parejas del mismo sexo?

- Lo se Axel- Me voltee y le gruñí- Pero no soy una de ellas...

- Tal vez eres bisexual- Bromeo- Dudo que seas 100% hetero.

- Yo pensaba que ya habías salido del closed amigo mio.

- Creo de que debes volver a casa Peri- Exclamo viendo la hora en el reloj del parque. 

- Tienes razón- Rápidamente comencé a caminar- Adiós. 

Volví a mi casa, estaba enojada por la charla que tuvimos y bastante confundida. Al llegar comencé a mirar a todos lados, esperando ver a la loba en algún lugar de la casa, pero al parecer no estaba. Me tire al sofá y comencé a fantasear con morderle el cuello y matarla, lo disfrute un poco hasta que poco a poco se trasformo en una extraña fantasía sexual (una muy extraña).

Estaba jadeando y gimiendo y yo ni cuenta, hasta que la loba bajo por las escaleras y lo noto, lucia como si acabase de despertar de un placentero y largo sueño.

- ¿Por qué gimes?- Me pregunto- No me digas que te estas tocando...

- ¡Para nada loca!- Bufe- Hace calor aquí....

- Si- El sonido que salio de sus labios fue más bien una e alargada- Calor.

- ¿Te puedo preguntar algo?

- Ya lo hiciste.

- Otra cosa.

- Dale.

- ¿Te gusto?- Pregunte sonrojada.

- ¿Yo te gusto acaso?- Me miro con una picara sonrisa.

- ¡NO!- Comencé a sudar- ¡PARA NADA!

- No te diré de todos modos.

- ¡DIME POR FAVOR!- Suplique.

- Nop.

Tomo agua y volvió a su cuarto a dormir mientras yo me arrastraba por el piso.