Capítulo 8

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Miré el reloj, y eran las dos de la madrugada, aún sin dormir. En eso, sonó mi celular, Victor me llamaba, creo que tampoco puede dormir así que contesté. -Hola?- dije. -Hola, te deperté?- preguntó. -No, no he podido dormir- dije y él rió un poco. -Entonces creo que estamos en la misma situación porqué...- -Victor, creo que no he sido sincero contigo- -De qué hablas? Yo confío en tu palabra, no creo que me mientas algún día- -Es que, hoy, bueno ayer que estábamos sentados fuera de la cafetería, cuando me preguntaste que qué era lo que sentía, yo... Yo si...- -Está bien Jase, lo entiendo. Sabes? Creo que mejor deberías tratar de dormir, porqué como entrenador personal tuyo y de Gemma, iré a verlos jugar mañana- -De verdad?- dije sonriendo. -Sii, me gustaría mucho verlos ganar el trofeo- -Te prometo que ganaremos ese trofeo, será mi regalo de lo agradecido que estoy contigo- -Gracias, pero no necesito un trafeo para eso, con tal de que ganaran será más que suficiente- -Bueno, pero como quiera será una promesa- -Bien, buenas noches- -Buenas noches- dije y colgó la llamada.

Al siguiente día, era ya el juego, yo era el único hombre en el equipo, pero aún así no me sentía incómodo, miré a las personas que nos miraban, y ahí estaba Victor, se acercó a nosotros. -Espero y ganen- dijo. -Verás que si- dijo Gemma. -Esfuérzate Jase, da lo mejor de ti, recuerda que al principio no era bueno, ni siquiera para hacer amigos...- -No creo que deberías decir eso frente a mi equipo recuerda que no me gusta que nadie sepa mi oscuro pasado de perdedor y que ahora estoy luchando por ser alguien mejor- dije rápidamente. -Waaw- dijo. -Bien jugadores, hora de subir a los caballos- dijo el entrenador, caminamos al césped con los caballos y no montamos sobre ellos.

Victor.

Ya llevaban jugando una hora y esto dura dos, pero ellos llevaban la delantera, aunque ya lucían algo cansados. No podía quitar la mirada de Jase, siempre lo veo, incluso desde que llegó y cuando chocó conmigo, es inteligente, interesante, simpático. Se ha vuelto un poco más abierto estando conmigo, y eso me gusta mucho, me gusta que se de a conocer. Realmente me gustaría saber si lo que piensa de mi es en verdad como lo dijo aquella vez, pero, claro que piensa eso, lo tomé desprevenido. Oh Jase, verte montar ese caballo, es como si trataras de seducirme. -¡¡Vamos, ánimo!!- dije apoyándolos. Ya faltaba poco por terminar, y en eso, se cae Jase del caballo. Me asusté demasiado, quería ir a levantarlo, pero él rápidamente subió al caballo otra vez, aunque le sagraba la nariz. Es persistente, y eso me gusta aún más.

El juego terminó y ellos ganaron, bajaron de los caballos y volteo a verme. -¡¡Victor!!- dijo sonriendo. -Jase- dije abrí mis brazos para recibirlo. Él corrió hacía mi y se lanzó pero yo me hice a un lado haciendo que él cayera. -Te sangra la nariz- dije sonriendo. -Cierto- dijo. Se levantó y se puso papel en la nariz y ahora si nos abrasamos -Te dije que ganaríamos- dijo. -Ya sabía que lo harían- dije sin soltarlo. -Hay que celebrar- -Claro, a donde iremos?- -Iremos a cenar, los dos- murmuró en mi oído, y sentí un gran cosquilleo. -Claro, me agrada la idea- susurré.

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