Cap. 10: Secuestro

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Desde lo sucedido en el estacionamiento no ha pasado nada fuera de lo común, aún así, no me puedo dar el lujo de tomármelo a la ligera.

La pantalla de mi teléfono se enciende indicando una llamada entrante, es Lucy.

-- ¡Sullivan ayúdame! --  fue lo primero que escuché al contestar la llamada, parecía que se esforzaba por hacer el menor ruido posible, por su voz pude notar que estaba asustada y algo agitada.

-- ¿Qué sucede?, ¿estás bien? -- pregunté preocupada.

-- Unos hombres entraron a mi casa y me están buscando. Sullivan ayúdame por favor, no los conozco y no sé qué quieren conmigo -- susurró de nuevo mientras sollozaba por lo bajo.

-- ¿En dónde estás? -- me acerqué apresurada a la entrada de mi casa.

-- No, estoy en el bosque cerca de la carretera que conduce a la universidad.

-- Voy para allá, no te preocupes.

Antes que pudiera decir algo más se escucharon unos pasos apresurados seguidos de un grito de Lucy.

-- ¿Lucy? ¡¿Lucy?! -- no hubo respuesta.

Sin pensarlo mucho salí corriendo de la casa en dirección a la carretera que me había dicho Lucy pero al llegar ahí no había nadie, a excepción del teléfono de Lucy, el cual estaba tirado en el suelo.

Lo tomé y me dispuse a olfatear el aroma de Lucy, debo aclarar que no es algo que me guste hacer pero si quería salvarla tenía que hacerlo.

Su aroma se dirigía hacia el bosque y también percibí el aroma de otras dos personas, ambas personas eran hombres y también humanos. Ahora sí era seguro que se trataba de cazadores. Corrí adentrándome cada vez más en el espeso bosque mientras seguía el aroma de mi amiga.

[...]

Había pasado ya un buen rato y aún continuaba sin encontrarlos. No estaba muy tranquila que digamos ya que estaba en una zona del bosque en la cual nunca había estado y como tampoco conocía el motivo por el cual habían raptado a Lucy, no podía asegurar que estuviera bien o incluso viva. 

Unos minutos después logré divisar a lo lejos una pequeña cabaña, con cautela y sigilo me acerqué a la puerta, vi a todos lados para asegurarme de que no hubiera alguien cerca, saqué mi daga y entré con cuidado de no hacer el menor ruido posible.

El aroma conducía hacia el sótano, bajé las escaleras con cuidado y la puerta del sótano estaba entreabierta, se lograban escuchar las voces de dos personas, dos hombres para ser exactos.

-- Tal vez tarde un poco en encontrarla pero lo hará. Viva o muerta, la encontrará -- habló uno de ellos con un tono burlón, era un pelirrojo.

-- Si fuera vampiro de seguro ya la habría encontrado, pero sólo es una simple cazadora -- dijo el otro, de cabello negro, de la misma forma despectiva que el pelirrojo. 

Idiotas, si no fuera porque son humanos los mataría ahora mismo.

Entré al sótano y ambos se pusieron en modo de defensa. El primero en atacar fue el de cabello negro, lo noqueé sin tanto esfuerzo y cayó al suelo, el otro agarró una daga e hizo intentos para lastimarme, logré esquivarlos todos y agarré con fuerza su muñeca e impulsé mi rodilla hacia su brazo, doblándolo hacia arriba provocando que soltara su daga, puse la mía en su cuello para que no fuera a hacer alguna estupidez.

Cazadora De MonstruosKde žijí příběhy. Začni objevovat