Cazadora De Monstruos

Cap.22: ¿Conoces A Tu Enemigo?

Iván dió unos pasos hacia adelante. Su sonrisa arrogante y su postura de seguridad demostraba que no temía del pronto futuro que los deparaba. Parecía ansioso y emocionado por lo que estaba por comenzar, como un chico con su primer auto.

-- Veo que se han preparado para este momento. Espero que tanto como yo, lo he anhelado desde hace mucho tiempo y ahora lo disfrutaré como nunca. Lástima que Sullivan no podrá estar con nosotros, -- bajó su cabeza como en forma de lamento -- hubiera deseado que los viera morir -- levantó de nuevo su rostro y sonrió con burla.

Alex presionó su mano en un puño; recordar a aquella chica que lo hacía querer perder el control al besarla, ahora estaba muerta y seguramente jamás la volvería a ver, ni sentir sus labios, ni decirle cuánto la quería.

-- ¿Por qué haces todo esto? Creí que Sullivan era de tu familia -- Alex estaba confundido a la vez que enojado.

No lograba comprender cómo una familia podía lastimarse entre sí; especialmente después de lo que los Vanderhilt habían hecho por él.

-- ¡No soy un maldito niño desamparado! -- su tono había pasado de divertido a enojado en un segundo, los recuerdos de aquellos niños que se burlaban de él por haber perdido a sus padres volvieron como una ola de agua fría -- ¡Ellos me hubieran desechado después! -- empuñó sus manos fuertemente a tal punto de enterrar sus uñas en las palmas de sus manos haciendo que estas sangraran -- Sullivan parecía tenerles mucho aprecio, así que disfrutaré haciéndoles la vida imposible; y a ti, -- habló entre dientes mientras señalaba a Alex con su espada -- te mataré lentamente.

-- Puedes intentarlo si quieres, pero no pasarás de esta luna. Sabemos que tú mandaste matar a Sullivan, ni siquiera tuviste el valor de enfrentarte a ella, eres un cobarde -- sus palabras eran ira pura, de no ser porque debía seguir órdenes lo más probable hubiese sido que esos dos ya se estuvieran repartiendo golpes sin parar.

-- Lo que yo haga o no, no es de tu incumbencia. ¿Que no pasaré de esta luna? ¡Ja! -- rió de forma sarcástica -- No prometas cosas que no puedes cumplir.

-- Sólo digo lo que pasará, así que no estés tan confiado.

Tensión, ira, miedo, adrenalina; las diferentes emociones se hacían notorias en el campo de batalla. No era un secreto que alguien ganaría esta guerra y que alguien perdería no sólo la guerra, sino también su propia vida. Todos estaban conscientes de que sólo habían dos salidas; morir o ganar. 

Tantos años de preparación para batallas simples y ahora se estaban enfrentando a una guerra que surgió de pronto, y que amenazaba con la vida de personas y seres inocentes; no podían dejar que eso pasara, aunque tuvieran miedo de enfrentar a su enemigo que por poco tenían la ventaja en número.

-- Realmente creí que vendrían rogando piedad, pero veo que desean morir hoy -- su voz denotaba diversión, había cambiado drásticamente su humor.

-- Y yo creí que eras un cobarde, -- sonrió -- pero ahora sé que también eres un imbécil y siempre lo serás.

La sonrisa de Iván se desvaneció al escuchar esas palabras.

La luna comenzaba a resplandecer más debido a que la noche se hacía aún más notoria. Un grito se escuchó, todos comenzaron a correr hacia el frente, directo al enemigo. Lo que habían estado esperando con ansias ya había dado inicio.

Un acto en el cual ellos eran los protagonistas, pero ninguno conocía el final; podría ganar cualquiera.

Apenas unos minutos habían pasado y la sangre no se hacía esperar, al igual que el dolor al sentir la espada atravesar el torso de los soldados. Las heridas cada vez se multiplicaban, al igual que las muertes de ambos bandos pero ninguno cedía ante su enemigo.

Los arqueros también participaban en una obra que parecía que el bien no triunfará sobre el mal, pero, ¿qué más se podía hacer? Morir en el intento era lo único honorable para quienes defendían a la humanidad ignorante de estos hechos.

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Publicado: 05/08/17

Editado: 19/05/22