o c h o

86.2K 7.4K 5.3K
                                    

Min Yoongi

señor todopoderoso
17:45
tengo que hacerte una oferta que no podrás rechazar
17:45

Sorpréndeme
17:50

que te parece si después de ayudarme con los deberes de armonía te hago un tour por el centro?
17:50

Qué te hace pensar que quiero caminar por el centro de Seúl contigo aparentando ser una guía turística
17:50

eres más soso que el bibimbap sin gochujang
17:50

Estoy cansado
17:51

😤😤😤😤😤😤
17:51
es gratis!!
17:51

Dormir también es gratis
17:51

porfa
✔✔ leído a las 17:52
ojalá tengas los pies fríos y no puedas dormir
17:52

No me quedó más remedio que desesperarme con los deberes de armonía yo sola. Yoongi era un traidor. Había prometido ayudarme con la maldita armonía, y con piano, ¡y sólo se dedicaba a dormir! En parte, le comprendía. Vivir era cansado. Pero una promesa era una promesa, y Yoongi empezaba a decepcionarme como persona. Mi madre me dijo que yo era demasiado exigente, que no todo el mundo era como yo pensaba. Vale, cada persona va a su ritmo... Pero aún así prometió que me ayudaría el lunes, y hoy es jueves.

Terminé cerrando con un golpe el cuaderno de pentagramas, frustrada. Como todo jueves por la tarde, tenía clases en el conservatorio, y a pesar de que tenía el humor de una medusa muerta, cogí el metro y aguanté las infernales dos horas de clase. El curso acaba de empezar, y yo ya estaba preguntándome si estaba haciendo lo que me gustaba. El conservatorio y yo teníamos una relación de amor-odio. Siempre me decían que esas relaciones, en algunos casos, eran las mejores, y en otros... mejor ni hablar de ellos. La cuestión es que el conservatorio empezaba a ser un estrés añadido al resto, no algo que me apasionara.

Era ese tipo de personas que prefiere guardarse todo lo que piensa para sí misma. Aunque tenía una buena relación con mi madre y solía contarle casi todo, decidí que lo mejor era quedarme callada. Si les comentaba a mis padres que estaba pensando en dejar el conservatorio, se llevarían un disgusto tremendo y seguramente me desheredarían. Así que me atormenté con mis propios pensamientos, dilemas y cuestiones durante todo el camino de vuelta a casa.

No me tropecé al bajar los últimos escalones, ¡Milagro!, pero sí volví a encontrarme con el traidor de Yoongi. Al verle salir del hall, di un par de zancadas largas para alcanzarle y evitar que huyera de allí. Estiré el brazo para alcanzar la correa de su mochila, tiré de ella hacia atrás y obligué a Yoongi a pararse en seco. Él se giró, sorprendido, aunque después me fulminó con la mirada. Su expresión se suavizó cuando se dio cuenta de que fui yo quien le empujó hacia atrás. Ya llevaba los auriculares puestos, y no parecía estar demasiado receptivo. Aun así, esperó a que yo me situara a su lado para caminar conmigo.

— ¿Has dormido bien? — le pregunté, con sorna.

Puede que a modo de respuesta, Yoongi bostezó silenciosamente. — Tenía clase.

— Ah. — hice una mueca y asentí, despacio. Me sentí mal por creer que Yoongi era un vago y que sólo dormía la mona cuando tenía, al menos, una hora o dos más de clase que yo. Sabía que se esforzaba a pesar de parecer muy desinteresado y apático. — ¿Te va bien en clases?

First Love » Suga; BTS✔ ¡Segunda parte ya a la venta!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora