v e i n t e

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Todo el mundo esperaba su nota de matemáticas con nerviosismo y expectación. La verdad, expectaciones tenía más bien pocas, al igual que esperanzas, y al parecer era la única que prefería no ver su nota en el examen. Empecé a mordisquearme las uñas, intranquila, y seguí con la mirada los pasos rápidos de la profesora. Comenzó a tender hojas llenas de tachones y palabras escritas en rojo al resto de alumnos, que recibían el examen con mala cara. Más de uno se llevó un buen disgusto, eso estaba claro. Mientras Zorra Uno celebraba su aprobado agitando los brazos y sus kilos de más, Zorra Dos se hundía en su asiento -y en la miseria- con el examen entre las manos. No supe qué me hirió más; que Haneul aprobara o que yo suspendiera.

Recibí mi examen final con una sonrisa... Reí por no llorar. Vi el uno marcado en rojo en la esquina superior derecha y mi cerebro decidió que era una buena idea echarme a reír a carcajada limpia, sin llegar a creérmelo del todo. El primer paso era la incredulidad.

En cuanto Yoongi recibió su examen, las dos Zorras se giraron para ver su nota. Él las ignoró por completó y se volvió hacia mí, enseñándome con toda la tranquilidad del mundo el ocho escrito en la esquina del papel. Un ocho. Un jodido ocho. Abrí la boca, entre ofendida y sorprendida, y le arrebaté el examen de las manos. Lo miré con atención y lo comparé con el mío, pero antes de llegar al penúltimo ejercicio me cansé y se lo tendí.

Bufé. — Es imposible que haya suspendido. ¡Estudié un montón!

El segundo paso para superar un suspenso era la negación, así que estuve cerca de dos minutos quejándome sobre las horas que había pasado despierta en la madrugada para repasar matemáticas. ¡Y era verdad! Había estado horas y horas haciendo memorizando la teoría; tenía folios y folios llenos de ejercicios prácticos. Pero nada. A la profesora le pareció mejor plantarme un uno, y además con una notita al final en la que ponía: ''Feliz Navidad, Aerin, pero tienes que estudiar más''. Qué simpática es esta imbécil, ¿verdad?

— Mira el lado bueno. Te graduarás la primera. — soltó Yoongi, encogiéndose de hombros. — La primera por la cola, claro.

— Ja, ja, ja. Muy gracioso. — le golpeé con el codo. Me abstuve de preguntarle cómo había hecho para sacar un ocho en un examen que estaba diseñado para que todos los alumnos sacaran menos de un seis. — Mira el lado bueno, — me dije a mí misma — ya has terminado todos los exámenes. Ya no tienes que sufrir más hasta ener-

— Tendrás que estudiar en Navidad, ¿no? — Fulminé a Yoongi con la mirada porque me había quitado la ilusión de un plumazo. Fue como caer boca abajo en el agua desde un trampolín de cinco metros. Doloroso, vergonzoso y en cuestión de segundos.

— Vete a la mierda.

No dijo nada, se quedó absorto mirando por la ventana. Cuando lo hacía -el noventa y nueve por cierto del tiempo- tenía un aire tan melancólico y etéreo que lo único que se me ocurría hacer era cantar música triste en bajo e ir acercándome poco a poco a él, hasta que me daba un codazo o me miraba con cara de violador macabro. Pero aquel día de diciembre estaba tan cabreada conmigo misma que me quedé cruzada de brazos, viendo como el resto entregaba sus exámenes a la profesora. El tercer paso era la frustración.

Después de dejar sobre el escritorio cercano a la pizarra mi examen, me colgué la mochila del hombro y salí de clase ignorando a la marabunta de simios que se dirigía hacia las escaleras. Dejé atrás a Yoongi porque a) estaba demasiado cabreada, b) quería llegar a casa cuanto antes, y c) me enfadaba que él fuera mejor que yo. Sí, me jodía que él llegara de Daegu y me quitara el puesto como la más inteligente de la clase. Como aparentaba ese desinterés, Yoongi parecía ser un chico promedio, pero realmente sacaba muy buenas notas con sólo unas pocas horas de estudio. Yo también fui de esas hace un par de años, cuando todavía disfrutaba de la facilidad de la secundaria. Quizá me jodía porque yo era demasiado orgullosa, o quizá porque no sabía perder, o quizá porque aspiraba a algo a lo que no podía aspirar. Debía dejar de ser tan ambiciosa y empezar a ver las cosas con más objetividad, con más realismo.

First Love » Suga; BTS✔ ¡Segunda parte ya a la venta!Where stories live. Discover now