Sólo Por Las Noches || Chat Noir/Adrien Agreste

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Adrien POV's:

Un pequeño cáido objetivo se posó en mi mejilla. Simplemente lo ignoré y traté de seguir durmiendo.

—¡Psst! Adrien.—Oí a Plagg hablar en mi oído.

Hice un puchero y quité a Plagg de mi oído sin siquiera abrir los ojos.

—¡Hey! ¡Niño! Estos no son buenos momentos como para discutir.—Dijo nuevamente en mi oído.

—Luego te doy tu camembert. Tengo sueño.—Me quejé abriendo ligeramente los ojos.

Pero abrí estos al notar que no estaba en mi habitación.

"Oh por mis bigotes"

Me senté de golpe y pude divisar que era la habitación de _____.

Entonces oí un gruñido. Miré a mi lado y vi a _____ tratando de conciliar el sueño, hasta que ella se dejó de mover, ya que había logrado su objetivo.

—Es lo que te trataba de decir, idiota.—Dijo Plagg apareciendo frente a mí con los brazos cruzados.

—¡Plagg! ¿Por qué no me levantaste antes?—Dije en un susurro levantándome con cuidado de la cama.—Ya es de día.

—Hay un pequeño problema a parte de que estés aquí siendo Adrien.—Habló Plagg sentándose en mi hombro.

—¿Y cuál es?—Fruncí el ceño.

—No tengo energía para que te conviertas en Chat Noir.—Se encogió de hombros.—Y sabes que sólo como camembert.

—Demonios...—Gruñí.—Bueno, por lo menos _____ no está desp-

—¿Chat? ¿Eres tú?

"¡Mierda, mierda, mierda!"

Al instante, Plagg se escondió dentro de mi camiseta.

—Ah... Huh... ¡Sí! Sí, soy yo.—Reí nervioso tratando de que no me viera el rostro.

—¿Qué haces aquí tan temprano?—Escuché su voz somnolienta tratando de acomodarse a su voz normal.

—Yo... Sólo te quería visitar anoche, y... Creo que aquí dormí.

—Lo puedo notar.—La oí reír detrás de mí.—Parece que no llevas tu traje...

—Eh... Sí. Es que hubo un problema con él, y pues, digamos que tengo problemas gatunos para tenerlo.—Reí rascándome la nuca.—My Lady, ¿De casualidad no tienes algo de camembert?

—¿Para qué rayos quieres camembert? Si tienes hambre, puedo hacerte algo de almorzar...

—¡No! No... Así estoy bien.—Dije rápido caminando a la ventana por la cual había entrado la noche anterior.—Es sólo que lo necesito urgente para irme. Eso es todo.

—Bueno...—La oí levantarse de la cama y caminar a la puerta.—Deja voy por él. Tienes suerte de que a papá le encante el camembert.—Y dicho eso, oí cómo se cerraba la puerta y ella bajaba las escaleras.

Resoplé aliviado.

—Oh Plagg, estoy a poco de morir si ella se entera quién soy.—Dije dejando a Plagg salir.

—Mira, aparentemente ella es tan ciega como para no darse cuenta de que eres tú.

—¿Qué quieres de-?

—Aquí está el camembert.—Oí a _____ decir entrando a la habitación.

—M-Muchas gracias, My Lady.—Reí.—Sé que sonará grosero, pero... ¿Podrías salir? Necesito... Privacidad para irme.—No habló. No hizo ningún sonido, cosa que me empezaba a preocupar.—¿My Lady?