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Narrator's POV's:

La joven de ojos avellana salió del departamento donde vivía con sus padres, que aparentemente, llegaban aquella noche —ya que su madre le había mandado un texto mientras ella tomaba un baño—.

No estaba tan contenta con ello, ya que, aunque fueran sus padres, su relación con ellos en esos momentos no eran de las mejores que digamos.

No siempre discutían, eran más afectuosos con su hija al no estar con su pareja, no tanto, pero lo suficiente como para demostrarle que la tienen en cuenta. Como en el caso del señor Lefebvre; manejaba una pequeña carpintería junto a su hija, y aparte, tenía un trabajo algo pesado que compartía con su esposa.

Claro que nunca se demostraban afecto cuando se trataba de trabajo. Y mucho menos si sus discusiones tenían como tema principal el trabajo, ya que éste, hacia que cualquier falla a su alrededor, fuera dañado; como era el caso de la joven.

Ella recordaba aquellos días en los que eran los tres juntos, siempre haciendo las cosas unidos. En aquellos tiempos, eran los tres quienes manejaban la carpintería Lefebvre, pero al obtener trabajos con un salario muy bueno, poco a poco la familia se iba separando. Prácticame la carpintería la dirigía la joven, y de vez en cuando su padre le ayudaba.

Ella simplemente se preguntaba si los trabajos de ambos, era lo que separaba a su pequeña familia.

Tratando de borrar aquellos malos pensamientos, la de cabellos castaños salió por la puerta de la carpintería —ya que su casa era como la de Marinette, sólo que en su caso, era carpintería— y le puso llave a ésta para dirigirse al metro y llegar a tiempo a la secundaria Françoise Dupont.

(*)

Al ya estar en la entrada, dio un largo y profundo suspiro. Trataba de elegir bien las palabras para disculparse con la pelirrosa.

Ella al cruzar la cancha sentía las miradas de todo el mundo, pero luego ignoró todo eso al ver a aquella chica con la que había compartido grandes momentos de su vida saliendo del salón de historia.

La pelirrosa al verla, inmediatamente fue corriendo a ella y la tomó del brazo sin decir alguna palabra para llevarla a un salón completamente solo.

La guitarrista cerró la puerta tras ella y después de eso miró a la chica que había enamorado a su antiguo amor.

—Antes de que digas algo, déjame decirte que enserio lo siento, Mack. No eran mis intenciones que salieras dañada con todo éste asunto amoroso y... Enserio lo siento.—Dijo la de ojos avellana rápidamente nerviosa.

La de ojos grises rió ante aquellas palabras. No era una risa burlona, ni una risa arrogante, era una risa... Amorosa. Comprensiva. Amistosa.

—A veces puedes ser tan... Inocente.—Arqueó una ceja de manera burlona.

"Y a veces puedo ser una atrevida..." pensó la joven con vergüenza.

—Pero mira. No es tu culpa. Debí haber aceptado que a Adrien le gustaba alguien más.—La tomó del hombro sonriéndole.—Lo bueno que fuiste tú. Por suerte no fue Chloé o Lila o alguien que sea una perra en verdad.—Rió haciendo reír a la joven.—Además, me di cuanta de que no me gustaba Adrien en realidad. Creo que era atracción física o algo parecido.

—¿Cómo te diste cuenta de eso?—Dijo frunciendo el ceño y mirándola con curiosidad.

¿A caso había otro chico?

Las mejillas de la pelirrosa se tiñieron de color carmesí, provocando que su rostro se empezara a calentar ante el pensamiento de aquella nueva persona especial para su joven vida.

—Bueno... Cuando volví a ser yo... Creo que me enamoré de Ladybug.—Dijo la muchacha con cierta pena en su voz.

Lefebvre se sorprendió ante la respuesta de su amiga. Jamás la creyó enamorarse de alguien de su mismo sexo, aunque no era tan malo, después de todo, son los gustos de cada quien.

—¿Cómo fue qué te enamoraste de ella? No digo que no sea linda; sólo me gustaría saber la razón.—Dijo ella tratando que no se notara tanto su curiosidad por aquél tema, aunque después de todo, no supo disimular muy bien.

—Bueno... Cuando todavía tenía rencor por tí y Adrien... No te preocupes, no te odio.—Dijo ella antes de que la chica se pusiera triste.—Ella vino a mí y me aconsejó hablar contigo, cosa que estoy haciendo.—Rió.—Y no sé... La miré, y aquellas palabras creo que abrieron mi corazón y... Cuando me abrazó, creo que... Ella hizo que me enamorara de verdad.

_____ le sonrió y la abrazó.

—Me alegra haber arreglado esto.—Susurró Dawson apretando ligeramente el abrazo.

—A mi también.—Respondió _____ en un susurro dejando escapar una lágrima de felicidad.

Por otro lado, estaba Marinette discutiendo con Alya acerca de la publicación del Ladyblog; era un gran malentendido que ella no estaba para nada feliz.

—¡¿CÓMO PUDISTE PUBLICAR ESO?!—Le gritó Marinette a la de piel canela furiosamente.

—¡Lo siento! ¡Pero no es lo culpa que tengas un romance secreto con Chat Noir!—Dijo la bloguera algo frustrada y culpable.

—¡¿Cómo crees que tengo un romance con Chat Noir?! ¡A mi me gusta alguien más!

Todos los que estaban en el aula miraban en silencio aquella discusión. Era algo raro ver aquellas dos amigas inseparables tener una discusión.

—¡¿ES QUE ACASO NO PIENSAS EN _____?!

Entonces, ahí fue cuando ____ entró con su reconcialiada amiga, Mackenzie.

—¿Por qué pensar en mí?—Intervino la joven carpintera mirando a ambas jóvenes.

Nadie en aquél lugar dijo alguna palabra, teniendo en cuenta que, probablemente aquello iba a destrozar a la muchacha; hasta la mismísima Chloé no se animó a decirle para hacerla sentir miserable, tal vez aquella promesa que le había prometido a su madre al fin se cumpliría.

—¿Qué sucede? ¿Por qué no me lo quieren decir?—Se acercó a las amigas que anteriormente estaban discutiendo.

—_____...—Habló Mackenzie llamando su atención.—Chat no es quien crees que es...

—¿De qué estás hablando?—Dijo ella no entendiendo lo que trataba de comunicarle.

Mack agachó la cabeza tristemente.

—Chat Noir... Tiene un romance secreto con Ladybug y probablemente con Marinette también...

•••

Read you later (?

-May.

Sólo Por Las Noches || Chat Noir/Adrien AgresteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora