Nadie se hace frío por casualidad. Sino que atrás lleva sufrimiento. En este caso, Hyun Sook, traumas de su infancia cerraron su corazón, pero con la llegada de Jung Kook todo se vuelve aún más confuso respecto al pasado. Él sin saber toda la histor...
Ya era lunes, estaba desayunando con Suga ahora. Ayer no volví a ver a Min Gyu, los chicos me acompañaron a dejar a Sunhi a su casa y Min Gyu aún no llegaba, Sunhi lo llamó y él dijo que llegaría más tarde. Estaba con Taehyung. Incluso, apenas Seok me dijo que se habían ido yo le mandé un mensaje a Taehyung, pero no me respondió aunque lo vio.
—¿Qué sucede, Kookie? —preguntó Suga.
—Eh, nada. No ocurre nada ¿por qué? —respondí rápido.
Suga entrecerró los ojos ¿o eran así?
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—Si no fuera nada, ahora mismo te habrías molestado por como te llamé —dedujo.
—Ya me acostumbré —dije para terminar el interrogatorio.
—Entonces ¿puedo llamarte así siempre?
—No.
—Pero si dijiste...
—Vamos tarde —lo corté.
Me sentía molesto, no debido a lo de Suga ahora sino que no sé, siento que no dormí bien y quiero ver a Hyun, preguntar qué hicieron ayer y todo. ¿Por qué estoy así? Mamá siempre me decía que yo era un niño bueno porque prestaba mis juguetes y compartía mis golosinas, pero al parecer no me gusta compartir a mis amigos... ¿O a Hyun? Esto es ridículo.
Fuimos por nuestras mochilas y partimos al instituto, mamá había salido temprano hoy. La contrataron como enfermera particular para cuidar a un niño de seis años que tuvo un accidente y quedó inválido. Conociendo a mamá probablemente llegará bastante desanimada todos los días porque sentirá pena por el pequeño.
—No es por lo de ayer ¿verdad? —inquirió Suga cuando nos subimos al autobús.
—¿Qué pasó? —me alarmé.
—Vinieron tus viejos amigos, el chico encajó muy bien y se fue con Taehyung y Sookie, y por otra parte a Sun Hi al parecer no le agradamos mucho —hizo un recuento. Me quedé callado—. ¡Dios! entonces sí es por eso.
—No, no lo sé, Suga.
—Pensé que estarías feliz ayer.
—Estaba feliz —respondí. Claro hasta que empezamos a dividirnos.
—Lo noté, estabas tan feliz que mirabas el suelo para disimular tu emoción —dijo sarcástico.
En eso vibra mi móvil, era un mensaje.
''Después de clases, pasaré a tu casa'', decía. Era de Sunhi. Suspiré.
—Déjame adivinar, Sun Hi —acotó Suga—. Si no quieres estar con ella, sólo díselo.
