Nadie se hace frío por casualidad. Sino que atrás lleva sufrimiento. En este caso, Hyun Sook, traumas de su infancia cerraron su corazón, pero con la llegada de Jung Kook todo se vuelve aún más confuso respecto al pasado. Él sin saber toda la histor...
—Mm... Tu color es el rosa —Sun Hi tenía enfrente de mí un vestido horrible de color rosa chillón.
Le sonreí lo mejor que pude mientras negaba.
—No me gusta el rosa —respondí incómoda.
Me sentía fuera de lugar, terriblemente fuera de lugar.
Mientras ella seguía recorriendo el lugar buscando ropa para mí no podía evitar preguntarme ¿qué hacía yo aquí?
Hace dos horas estábamos todos en la casa de Jung Kook —como antes—.
Al llegar allá todo fue normal hasta que apareció Sun Hi —ella ya estaba ahí, pero en la cocina— que me miraba con una enorme sonrisa junto a la señora Jeon, así fue como finalmente acepté venir de compras con Sun Hi. Ante la presión acepté. Pero no fue solo por eso que acepté sino porque también es una gran amiga de Jung Kook, por lo que debemos llevarnos bien —aunque a mi no me guste salir—, estaba esforzándome por aguantar.
—¡Pruébate esto! —ella venía corriendo hacia mí con un ¿top? creo que así se llama esa remera corta.
—Eh... No uso esas ‘cosas’ —me excusé pensando que más decir cuando lo indicado vino a mi mente—, no soy tan delgada.
Ella me miró haciendo una mueca mientras hablaba entre dientes, cosa que no entendí.
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—Sun Hi ¿por qué no ves ropa para ti? —propuse.
—Porque ya tengo mucha ropa —se encogió de hombros—, además, Hyun Sook, tu ropa está fuera de moda —me susurró esto último.
—Sigue siendo ropa —¿qué importaba?
—Pero la ropa es importante, eso habla de ti. En fin, mejor vamos a otra tienda —sugirió tomando mi brazo fuertemente.
Aquí vamos, de nuevo.
¿Sun Hi tenía nuestra edad? Siento que es más pequeña, me siento como una hermana mayor (“unnie”), lo que me estremece por la indiscutible razón de que nunca me he relacionado con otras chicas y tampoco me gustan los niños. Soy bastante cerrada. Yo sé que cuando yo era más pequeña ciertamente era más, como decirlo, ‘cariñosa’, pero era una niña tonta que apenas conocía el sufrimiento hasta que todo se volcó, pero eso me definió. Simplemente actuamos según la situación y finalmente nuestra personalidad se estabiliza quedándose en el punto en donde aprendemos más igualmente donde somos más fuertes.
—Aunque sea pruébate una, solo una de las prendas que traigo —pidió ella.
—Esta bien —accedí para terminar toda esta parafernalia.
Ella sonrió mientras me pasaba la prenda.
Entré al probador y ya me había desvestido cuando vi de que se trataba, era algo así como una blusa, pero mucho más fina y delgada ¡era casi transparente! terrible. Odiaba este tipo de ropas, no me gustan las ropas coquetas porque son peligrosas, hay muchos hombres malos que son capaces de hacer cosas terribles aunque solo se trate de una niña...
