Prisionero (Willdip)

ＫＡ

Mi protector [🔞 leve]

Jadeos, gemidos, dos cuerpos desnudos sobre una cama, la forma en que me toca es hermosa, tan única, tan perfecta, tan dolorosa. Me siento tan pequeño a su lado, pequeño, delgado, rebosante de vida. Me aferro a él con lágrimas en los ojos.

¿Por qué hace esto? ¿Solo para molestarme? ¿Para torturarme? ¿Acaso no sabes lo mucho que amo su tacto me lastime o no?

Mi hermoso, hermoso William, mi amo, mi mundo entero, soy tan débil ahora y tú tan fuerte, ¿Cómo puedo hacerte saber lo mucho que te amo sin que creas que miento para ser liberado?

—William Cipher —musité, desnudo sobre su cama. Nos encontrábamos fuera de aquella burbuja donde me mantiene confinado, en alguna parte de la pirámide de su hermano—, hermoso nombre, ¿qué significa William?

El demonio se quedó callado, no planeaba responderle a un esclavo, no quería, no quería, se nota a leguas que no quería.

—Lo lamento, amo, no sé cómo se me ocurrió preguntarle algo, no tengo el derecho... Ya no.

—Descuida, no me molesta decirte el significado de mi nombre —se dio la vuelta al terminar de abotonarse la camisa, alejándose del tocador y caminando hacia mí—. Protector, eso significa.

—¿Me aprisionaste para protegerme? —susurré—, ¿proteges a tu pobre esclavo de tu hermano?

Hizo una mueca, obviamente le molestó mi pregunta, ahora sonreirá y me dirá con desprecio que cómo se me ocurre pensar que me quiere y que intenta protegerme, que doy asco, que me vista y me largue, eso dirá.

Efectivamente, eso dijo.

(...)

—Hola, hermanito.

Confusión, seguramente esa expresión permanecía en el rostro de mi amado, formando una mueca que al parecer era graciosa, ya que inmediatamente su hermano menor se echó a reír. Sentí su mirada paseaba por toda la habitación, intentando procesar lo que ocurría, hasta que se detuvo en el delgado cuerpo que "dormía" en la cama, mi cuerpo, lleno de sangre, marcas y semen. Me doy tanto asco.

—¿Qué hiciste? —masculló, haciendo que una terrible y pesada tensión inundara la habitación, sofocándome de inmediato. ¿Ese era su plan? ¿Asfixiarme hasta la muerte?

—Quería hacerte una pequeña broma —rió el demonio pelirrojo con toda la tranquilidad del mundo—, ¿fue buena idea? No te esperabas eso, ¿cierto?

—Para nada. —abrí ligeramente los ojos intentando no hacer notar que me encontraba despierto, viendo como, al enterrar sus uñas en las palmas debido a la ira, un pequeño charco de sangre comenzaba a formarse en el piso, goteando desde sus puños cerrados.

—Parece que te dará un ataque.

—A ti te dará un ataque cuando vaya a Fight Falls y desmembre lentamente a tu novio.

La sonrisa en su rostro se borró de inmediato convirtiéndose en una mueca de terror, haciendo sonreír a Will al ver su expresión. Cada vez me aterra aún más encontrarme despierto, me asusta oír su conversación.

—No te atreverías.

—O, más fácil, le digo que lo engañaste con el Dipper de otra dimensión.

—Te odio —se levantó de la cama, haciéndola rechinar, y se acercó a él con mirada desafiante—, no lo hagas.

—Vete y no vuelvas.

—¿Le dirás?

—Vete y no vuelvas.

Una vez desapareció volví a cerrar los ojos, escuchando a Will bufar de fastidio, odiaba su presencia a su alrededor, al menos eso es lo que solía decirme, lo amaba pero prefería amarlo de lejos.

—Dominic —temblé al oírlo llamar mi nombre, se encontraba parado frente a la cama a una distancia razonable. Era obvio que no se acercaría más, no conmigo en este estado—, se que estás despierto.

—Lo siento —susurré, abriendo los ojos pero sin dirigirme la mirada. No me moví ni intentaría hacerlo, incluso hablar era doloroso—, me despertó su conversación.

—Descuida —suspiró, poniendo una mano en su cadera mientras la otra seguramente apretaba en puente de su nariz—, debemos darte una ducha, vamos.

—Y-yo... —mi voz se rompió de una forma dolorosa y el nudo en mi garganta me impedía respirar— No puedo moverme.

Levanté la mirada para verlo con mis ojos desbordando en lágrimas, mordió su labio inferior y miró la habitación, pensando en soluciones que no involucraran tocarme. Finalmente se rindió, soltando un suspiro lastimero junto a una mueca de desagrado.

—Te cargaré.

Un quejido escapó de mis labios cuando me cargó, levantándome de la cama y manteniéndome lo más lejos de su ropa para llevarme al baño, una vez ahí me puso en la bañera y abrió la regadera. El agua me golpeó con brusquedad, empapándome al instante mientras se llenaba la tina, mi mirado se quedó perdida en el agua que cambiaba a color rojizo al tocar mi piel, yéndose por la coladera hasta volverse transparente.

No dije nada, solo me tallaba los brazos con cuidado de no herirme más, intentando quitar la mugre y manchas de mi cuerpo. Will no separaba la mirada de mí y mi patética existencia, ¿en qué estará pensando? ¿En lo mal que se ven mis delgados brazos y mi huesudo torso? ¿En lo horrible que se ve mi rostro azotado por él hambre al ser alimentado cada tres días?

Suspiró y, quitándose los guantes, comenzó a ayudarme a lavar mi cabello. Soy su muñeca, debo permanecer bien vestido y arreglado, limpio, lindo y con un agradable olor para la cena, su cena. Acarició mis heridas con sus dedos, sintiendo el relieve de cada una, su historia e importancia, yendo desde las torpes caídas en mi infancia hasta el más profundo de sus rasguños.

Una vez limpio y seco me llevó de vuelta a la cama que, como por arte de magia, se encontraba limpia. :
De inmediato me sumergí en un bello y agradable sueño, lo necesitaba tanto.

(...)

Lo miré caer dormido al instante y solté un largo y sonoro suspiro, ¿por qué ese chico me causaba pena? ¿Por qué consideraba liberarlo? Es un fastidio, si el estúpido Síndrome de Lima me ataca soy capaz de arrancarle la cabeza con tal de liberarme, no me importaría.

Finalmente salí de ahí, ese lugar me causa escalofríos, que los monstruos de mi hermano me observen es inquietante, incluso me observan coger, ¿acaso no saben que es la privacidad? Perturbador, muy perturbador.