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Me levanté con un poco de pesadez sobre mi cabeza, vagos recuerdos pasan rápidamente por mi mente, niego con la cabeza al no encontrar ni inicio ni final a mis escasos recuerdos que son en total : nada. Mire a mi alrededor y vi un objeto negro tirado en el suelo, me levante junto con un quejido, mi garganta esta seca y al pasar saliva he sentido un poco de ardor, he tenido una migraña al poner mi cara cerca de la ventana donde da un poco de luz del amanecer. Con las manos en la cabeza me incliné para levantar el reguero que había causado, tomé la cosa negra entre mis manos, arquee una ceja.

-Es la bufanda de Nevra - hablé con la voz rasposa, atormentada la dejé caer. ¿Qué hace esto aquí? - Miré a mi alrededor varias veces, retrocedí en mis talones y algo me ha lastimado el pie, chillé adolorida, me puse en cuchillas para tomar entre mis dedos uno de los pequeños frascos que Ezarel siempre tiene en su cinturón, tosi con nerviosismo. Me llevé una mano a la barbilla para reflexionar un poco, es poco habitual que encuentre cosas que no son mías en mi habitación, entiendo las cartas y una que otra cosa tirada y mías, pero ¿la bufanda de Nevra y los frascos de Ezarel? Con la mirada al piso he seguido hasta mi armario el resto de frascos y el cinturón y un pantalón blanco, me ha saltado en pecho al ver este último. - ¿¡Qué hace eso ahí?! - La sola idea de imaginarme a Ezarel sin pantalón me ha hecho estremecerme.

- Creo que algo no anda bien ... - He tomado un pantalón mio del suelo y me lo he puesto con dificultad, la situación me hace actuar torpemente, miré de nuevo mi habitación para buscar más cosas raras y justo a lo lejos he podido ver apoyada sobre mi puerta la inmensa armadura de Valkyon- Me acerqué y la cargué entre ambas manos - La armadura de Valkyon ...- musité - El es muy respetuoso, jamás dejaría alguna prenda en una habitación que no sea la suya, creo que lo mejor será devolvérsela y preguntar que fue lo que sucedió, al parecer mi peor miedo se cumplió. Desde que había probado el alcohol en mi mundo siempre quedaba muy mal he incluso hacia cosas de las cual me avergonzaba al otro día y con problemas podía recordar algunos detalles solo que ahora no recuerdo nada de nada y eso es malo, soy mala bebedora. Me vestí lo más rápido que pude y salí de mi habitación con las cosas en manos.

Doble esquina en el pasillo cuando justamente veo a Nevra a lo lejos hablando con un chico de su guardia, tome la bufanda y la puse sobre las demás cosas, me acerqué a él cuando el chico se despidió, Nevra se giró casi chocando conmigo rápidamente hizo una sonrisa picara.

-¿Mis ojos mienten, no veo acaso mi bufanda? - me dijo sonriente.

-Si, por alguna razón estaba en mi cuarto - dije mostrándosela. 

-¿En tu cuarto? ¿Qué hacia ahí? ¿Es que acaso la robaste? - Giré los ojos.

-Nevra ... no estoy jugando, es serio, anoche me puse ebria con ustedes y bueno ... yo no puedo controlarme, me gustaría que si hice algo raro o tonto, me lo digas, es importante - Mi memoria trajo de vuelta el pantalón tirado de Ez. - Le he tendido su bufanda - ¿Hay algo que quieras decirme?

- Pues yo no recuerdo mucho, desperté todavía alcoholizado sobre mi cama ... pero si, si me di cuenta que estabas mal, anoche con tres copas ya estabas elevándote ¿Quien lo diría?

Chillé apenada - ¿Enserio, tan mal me puse? - Nevra ha desviado mi mirada con nerviosismo.

-Debo irme - se a acercado a mi rostro y me a depositado un cálido beso en la frente, siento mi cara arder. Ni siquiera he podido alcanzar a reclamar y hacerlo escupir lo que sabe y por la forma en la que se puso, no debí haberme comportado bien.

Noticia inesperada ||En Edición||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora