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-Benditas sean las vacaciones de invierno- hablo Marissa al entrar al hogar de la señora Hudson, cerró y dejo la mochila en la mesa que vio al entrar, procedía a quitarse la bufanda cuando vio que la dueña de la casa no estaba ahí, si no Wayat que tenía raspones en el rostro y un ojo morado.

-Dios mio- jadeo ella corriendo a su lado ignorando el hecho de que no tenía camisa puesta tomo por impulso su mandíbula y giró su rostro para verle bien, el se quejó.- ¿Que demonios te paso?

-Me caí -contesto haciendo una mueca moviendo la cabeza concorde Marissa le movía viendo la profundidad de los rasguños.

-No soy estúpida Wayat

-Estoy bien

La castaña negó alejándose de él y quitándose la bufanda ante la mirada del chico que le veía con atención.

-No lo estás apenas y apenas puedes caminar.

-Si puedo.

-Bien camina hasta aquí. - le reto cruzando los brazos y recargando la cadera en la mesa.

Wayat vio el camino que tenía que hacer desde la cocina a la mesa era corto pero le costaría hacerlo, le dolía hasta respirar.
Pero no lo demostraría, no frente a ella por lo que se soltó de la silla en la que se recargaba y camino tratando de no hacer muecas de dolor.

Cuando estuvo frente a ella sonrió orgulloso.

- Eres buen actor.

- Estoy bien, Mar.- acarició su mejilla con cariño queriendo convencerla, Marissa se recargo en su mano con inseguridad.

Habían pasado ya dos semanas desde cuando se juntaron para platicar sobre los discos de vinilo y la música de la época pasada, habían pasado horas platicando en el local que estaba justo al lado de los apartamentos que los sacaron cuando la hora de cerrada les llegó, el le acompañó a casa y ahí fueron otras dos horas más.

Después de eso cuando ella iba cada miércoles a entrevistar a Sherlock y los jueves a visitar a la señora Hudson iba de visita con Wayat y salían a caminar por las calles de Londres en su propia burbuja.

Casi no tenían cosas en común pero eso no les detuvo, escuchaban con atención la plática del otro y aportaban su opinión haciendo que se sientan bien estando juntos.

Pero apesar de eso Marissa aún no se sentía cómoda con el contacto físico se dio cuenta de que Wayat era muy cariñoso y quería demostrarse lo a ella por base de abrazos y besos en la mejilla pero para la castaña no le era del todo agradable.

Nunca lo dijo y quiso aparentar que estaba bien con eso pero cada vez que lo hacía se tensaba y se obligaba a relajarse por el.

Wayat le gustaba y mucho.

- ¿Ya te desinfectaste los raspones?- pregunto solo en un susurro no queriendo verle a los ojos y demostrar lo sonrojada que estaba.

- Eso iba a hacer hasta que llegaste tu.

- En hora buena supongo.- río ella aventurandose a ver sus iris gris, su corazón latió con fuerza y tuvo un impulso que no freno.

Posó sus labios en su pómulo izquierdo quedándose ahí segundos que les fueron eternos, se separó de el nerviosa.

-No nos habíamos saludado - se excuso encogiéndose de hombros, se alejó de Wayat para ir por el botiquín que la señora Hudson guardaba en su casa para Sherlock y John, aunque no lo ha usado mucho la anciana lo cuidaba para ellos.- ¿Donde está ella?

- Salió con un hombre,creo que es el panadero de la otra vez.

- Que lo disfrute todo lo que quiera por qué cuando venga Holmes - río ella dejando la caja en la mesa y lavando sus manos- por qué sacará todo lo malo de él en cuanto lo vea.

Estudiando a Sherlock Holmes.Where stories live. Discover now