Con el toque de una pluma

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31 de diciembre en la mañana un día nublado y frío haciendo que Marissa se pensará seriamente el salir de sus cobijas.

Vio la hora en su celular y gruñó al ver que tenía treinta minutos para alistarse e ir al departamento de la señora Hudson y ayudarle con la cena de esa noche.

Se levantó y deambulo por la habitación buscando su ropa de esa tarde al encontrarla entro al baño dispuesta a ducharse con agua hirviendo con tal de ya no sentir frío.

Tiempo después de sentir que su piel quedó roja salió y se vistió rápidamente para salir y juntar todo para alistarse allá; así evitando volver a su casa.

Guardo su vestido, zapatillas y maquillaje en una maleta para colocarse su chamarra junto con su bufanda y finalmente salir del cuarto.

- ¿A donde llevas todo eso, engendro? - hablo una voz a sus espaldas ella suspiró y bajo las escaleras con cuidado.-Te mudas de casa? Genial convertiré tu cuarto en mi bodega de vídeo juegos.

- Ni vives aquí.- mascullo tomando una tostada de la mesa.

- ¿No te dijo mamá? Me quedaré un mes más- sonrió maliciosamente al ver su reacción.

- No seas mentiroso.

-Es cierto Marissa, Iván se quedará más tiempo ¿no es maravilloso?- hablo la madre llegando con sus hijos con una gran sonrisa.

-¡No, no lo es! - chillo-¡ Es un idiota!

-Marissa!- grito la madre enojada-No dejaré que hables así de mi hijo frente a mi.

-Y yo que soy para ti?- hablo viéndole fijamente a los ojos- Antes de que el llegara éramos amigas, me podría arriesgar a decir que casi madre e hija. pero nomás llega el y soy una extraña de nuevo. Todo el tiempo.

- Marissa...

- Ya me cansé - sonrió con melancolía- Mejor dejemos nuestra relación en que tu serás mi tutora y yo tu hija adoptiva. Unos meses más y ya no te molestaré.

Sin más la castaña salió de la casa de un portazo, Iván volteó a ver a su madre y le vio con el vemos fruncido.

- Javier estaría avergonzado de nosotros- mascullo Iván dándose cuenta en lo que le había fallado a la promesa que le hizo cuando murió dejando a Marissa en su familia.

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-Ya llego la mocosa!- grito Sherlock desde su apartamento al escuchar los pasos arrastrados.

Más nadie contesto, hizo una mueca al no recibir la usual respuesta de la joven más no le dio mayor importancia.

Siguió acomodando los libros de una manera en la que no estorban cuando los invitados llegarán en la noche, lo hacía a regañadientes gracias a amenazas por parte de Mary y la casera.

Una hora después su viejo amigo entro a su casa con expresión preocupada se acercó a él con lentitud y mascullo.

-Sherlock, creo que Marissa tiene algo.

- Terquedad es lo que tiene.

-No-negó watson- Creo que algo más.

- Son cosas de adolescentes-mascullo rodando sus ojos

- La he visto, ha cambiado mucho a como la vimos tiempo atrás.- insistió watson- ve y hechale un vistazo.

El detective suspiro y camino hasta la casa de la casera al estar frente a la puerta entro sin tocar, encontrando a Marissa cortando la masa de galletas con expresión pensativa y decaída,nada normal en ella siendo que al verle a el siempre le tiraba alguna frase que le hacía rodar los ojos.

Estudiando a Sherlock Holmes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora