Capitulo; 4

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Emil se encontraba en una de sus muchas habitaciones libres, encorvado con mucho de sus archivos de trabajo esparcido en la cama, era difícil trabajar así, pero Emil no encontraba otra alternativa. Cada vez que Emil trabajaba en su oficina Peter lo interrumpía -Llegando con comida o balbuceando algo divertido que había observado.

Y no era que a Emil le gustaran las distracciones de Peter (De hecho el empresario se encontraba muy atento a las cosas divertidas que hacia el chico), Pero a el cada vez se le hacia mas difícil hacer algo con Peter alrededor. En la ultima semana viviendo con el chico Emil, no ha podido hacer sus trabajos ni enviar por fax sus documentos debido a las interrupciones del ángel, Emil estaba total mente improductivo cosa a la que el no estaba acostumbrado.

Tengo que terminar estos informes para el final del dia -Se dijo Emil para si mismo. Después de todo el era Emil Mondarnos, El era la persona que sin ayuda creo el imperio que ahora dirige. Emil no dejaría que un chico de 19 años, con risas contagiosas y que solo usaba camisas que no tapaba gran parte de su cuerpo lo distrajeran.

Emil solo sacudió sus pensamientos y empezó a escribir unas notas en una hoja de papel, cuando detrás de el escucho unos pasos muy familiares.

-Oh, Dios- Susurro el empresario antes de que la puerta fuera abierta. A regañadientes, Emil levanto la vista justo a tiempo para ver a Peter asomar la cabeza por la puerta de la habitación. El pelinegro del chico estaba enredado y desordenado y vestía su habitual sonrisa de cada día.

-Ah aquí estas- Peter dijo felizmente, rebotando en el cuarto - ¿Decidiste trabajar hoy en el cuarto en vez de estar en tu oficina? ¡Me gusta esta habitación es mucho mas brillante! 

Emil solo se limito a sacudir la cabeza -Peter es hora de que empieces a usar ropa- Le dijo Emil mirando la combinación habitual de boxer y una camisa blanca de vestir   que llevaba Peter -Algunos de mis inversionistas rutinariamente me visitan en casa y no creo que tu vestimenta sea la adecuada para cuando ellos estén.

-Pero me gusta vestirme así- Dijo Peter mirando la ropa que llevaba -me recuerda los trajes que llevaba en mi casa 

-¿túnica? ¿De donde diablos eres de todos modos? ¿De la media edad? -Emil le pregunto con un ligero tono de burla.

-¡NO! yo soy del cielo- peter dijo acercándose a las ventanas para dejar entrar las luz del sol

-ah si del cielo ¿como poder olvidarlo?- Emil exhalo, preguntándose como es que Peter mantenía la farsa de ser del cielo y ser una especie de ángel caído. Claro, el chico tenia la pinta para seguir con la historia, pero Emil no era estúpido. El sabia que no era un Ángel real, E incluso si hubieran verdaderos ángeles, el empresario estaba seguro de que estaría haciendo milagros, y esparciendo felicidad, en vez de andar alrededor de la tierra, usando trajes escandalosos y horneando galletas.

-Emil quiero salir, desde que llegue al uno sitio que me has llevado es a la gala esa- El pequeño chico se sentó al lado de el empresario

-tengo mucho trabajo que hacer hoy Peter- Respondió emil levemente 

-Pero es domingo, nadie trabaja en los días de descanso- dijo Peter con grandes ojos.

-no lo es para los trabajadores responsables como yo- Dijo Emil simplemente, siguiendo escribiendo notas en su informe

-Quiero salir- Dijo Peter, su voz sonó casi que un gemido. Emil no se atrevió a mirarlo. 

-Bueno te daré algo de dinero, dile Ethan que te lleve en el auto a donde sea que quieres ir- Emil respondió rápidamente, sacándose su billetera del bolsillo. 

-No necesito dinero- Chillo Peter quejándose, agarrando las manos del empresario antes de que sacara el dinero.

-Entonces que piensas hacer sin dinero- Emil le dijo, soltándose de su agarre 

Fallen Angels ©Where stories live. Discover now