Capitulo; 8

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Fue la noche más larga que Peter podía recordar. Debió haber conocido un centenar de personas como Emil. Las mujeres miraban sus diamantes con ojos codiciosos. Los hombres hablaban de dinero y de negocios, mientras que un buen número de ellos también lo miraba - no a sus diamantes - con los mismos ojos codiciosos. Dos de los hombres, incluso pellizcaron el trasero de Peter cuando Emil estaba de espaldas.

El chico angelical había perdido la cuenta del número de personas que le dijo, -¿Emmil? Qué hermoso -nunca entendió el sentido de la palabra que le decían. 

Peter se preguntó si el infierno era en realidad una gran fiesta de la sociedad de nueva york.

Y Emil. Desde el momento en que había entrado en el interior, había mantenido cerca a Peter, con la mano en el brazo del chico más pequeño. Cuando Emil le miraba era con una mirada oscura que rayaba en la obsesión, como si Peter fuera algo necesario para él, desesperadamente necesario.

  En realidad, Peter fue atrapado con la guardia baja, porque cuando emil lo miraba de esa manera el chico angelical sentía una vulnerabilidad en el hombre más alto que él no había visto nunca antes. Emil apretó su agarre, y estaba constantemente atrás de Peter como si temiera que el más joven se fuera de allí. 

Se hizo la noche un poco tensa y difícil para Peter. Se supone que debería haber estado agradecido de que la noche había sido interrumpida.  

  Ahí había un arpa.

Peter siempre había amado el arpa. Era el único instrumento que tocaban en el cielo, pero nunca le habían permitido acercarse a cualquiera de ellos, dado que por lo general terminaba por destruirla de alguna manera.  

Esta vez, Peter se había sentado en el balcón de la ópera, con la frente apoyada en su mano cuando... una por una... cada cuerda del arpa se rompió. Una serie de ¡Biong! ¡Biong! ¡Boing! 

Había algunas cosas que eran iguales estuviera en el cielo o en la Tierra. Era eso, o Dios tenía un extraño sentido del humor...

*****

Después de que el arpa se había roto en medio de la sinfonía, el show fue cancelado y una hora más tarde, Peter se encontraba de pie en su habitación en la casa de Emil, vestido con una camisa holgada y mirando por la ventana a un mundo que todavía no entendía completamente. En un momento de capricho inexplicable, Peter extendió la mano y dibujó un corazón en la escarcha de la ventana.

En el momento en que terminó, tuvo la sensación de que él ya no estaba solo. Se dio la vuelta. 

Emil estaba en la habitación, medio volteado, con la mano cerrando la puerta detrás de él. Se volvió y se apoyó contra el poste de la puerta, con los brazos cruzados.

Emil estudio a Peter como si no fuera a dejar de mirarlo por mucho tiempo. El empresario estaba vestido todavía con su camisa y pantalón negro, pero su saco y corbata blanca habían desaparecido, y los dos botones de madera de ónice y diamante, cerca del cuello de la camisa estaban sueltos.

Peter vio la rigidez de la mandíbula cuadrada de Emil, la tensión en su cuello, la cruda necesidad en sus ojos color chocolate. El chico angelical se acercó a la cama y se sentó en el centro, sintiéndose pequeño y abrumado, sin saber exactamente por qué Emil estaba allí. 

-¿Por qué siempre me miras de esa manera?- 

Emil levantó una ceja, caminando hacia Peter, mirando hacia abajo en el chico pequeño desde una altura intimidante. -¿Qué manera es esa? 

 -Como si estuvieras hambriento -Peter respondió con sinceridad. 

Emil emitió una risa rápida e irónica por lo que le dijo -¿Es tan obvio? Debo estar perdiendo mi cara indescifrable  

Hubo una fuerza de algún tipo entre ellos. Había estado desde el primer momento en que se habían visto entre sí. Ahora esa fuerza era tan fuerte que Peter podía sentirla, incluso en el pequeño espacio que los separaba.  

Emil se coloco en su rodilla sobre el colchón, su mano fue a tomar la mejilla de Peter, después, la deslizo a través de su cabello castaño oscuro, sosteniendo la cabeza del chico angelical en su palma. Emil jalo al más joven hacia él suavemente - muy suave para un hombre con tal poder.  

Con un tacto tan suave como el roce de un copo de nieve, Emil besó a Peter. La mano del empresario se trasladó hasta la cintura de Peter, levantándolo. El hombre mayor se sentó en la cama, tirando a Peter en su regazo y llenando la boca del más joven con su lengua y su sabor. 

Las estrellas en el cielo estuvieron de repente con Peter en una gran cantidad de emoción que confundió al pobre chico. Los dedos de Emil trazaron su mandíbula y luego se retiro de su boca, sólo para besar la cara, ojos, mejillas y orejas de angeluz. 

-Déjame hacerte olvidar tu pasado, Peter. Hacerte olvidar del hombre que te arruinó- dijo Emil con voz preocupada.

 Peter tomo el mentón de Emil en sus manos. -Nadie me arruinó. Yo me arruine 

 Los ojos de Emil se estrecharon, y corrió su dedo pulgar sobre el labio inferior de Peter. -Eres demasiado generoso. Se necesita otro hombre para hacer a un chico caído 

Aturdido, Peter se echó hacia atrás, dejando caer las manos -¿Qué?  

-Yo sé lo que te pasó. Carlos me dijo todo lo que dijiste después del accidente 

-¿Crees que soy un chico caído? -Peter preguntó, sintiendo nacer una sonrisa. 

 Emil le dio una mirada directa, -Tú lo admitiste, Peter. Dijiste que habías caído y estabas avergonzado. No me dijiste de dónde eres. Supuse que fue porque fuiste deshonrado  

Peter se echó a reír, sólo una pequeña risa, pero una risa es lo mismo. -Yo no soy un chico caído. Yo soy un ángel caído 

-Llámalo como quieras, Peter. Chico caído. Ángel caído. Paloma sucia. Realmente no me importa -Emil lo agarró por los hombros. -Tu pasado no es de mi incumbencia

-No -dijo Peter, moviendo la cabeza: -Yo soy un ángel, o al menos yo era uno. De verdad, yo tenía una aureola y alas, pero no podía realizar ningún milagro así que... 

Emil sintió que su orgullo se hería profundamente. Él se tensó y se levantó abruptamente. -Si no estás interesado... dilo. No hagas estas excusas ridículas 

-¡Es la verdad!- Grito Peter

-¿Esperas que yo crea que eres un ángel?- Pregunto Emil escéptico

-¡Un ángel caído! 

Emil se cruzó de brazos y se apoyó contra la pata de la cama -pruébalo...







Fallen Angels ©Where stories live. Discover now