Capítulo 11.

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Maratón -> 1/4

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Maratón -> 1/4

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- Lo voy a intubar ahora mismo. – Dijo con voz firme Lauren.

Camila turnó su mirada entre la ojiverde y Megan, quien preparaba rápidamente el laringoscopio y el tubo endotraqueal para Lauren quien se colocaba los guantes de procedimiento.

- No pienso arriesgarme al subirle a la ambulancia así y perder una vía aérea durante el traslado, es mucho tiempo. – Comentó la anestesista.

Con el viento gélido contra el rostro la intensivista movió sus ojos buscando a Tony Brooke quien había ido a por una tabla espinal para el paciente que Lauren encontró en la parte posterior del destruido fuselaje del avión que había caído aquella noche a las afueras de la ciudad.

La morena agradecía, a pesar de la tragedia, que hubiera ocurrido lejos de la concentración de la población de Alepo evitando tener una mayor cantidad de víctimas. Lo que le helaba la sangre era saber que en el avión iban soldados norteamericanos que estaban destinados a intentar calmar la resistencia de los rebeldes.

- Lo más probable es que tenga una hemorragia cerebral. – Murmuró Camila volviendo a enfocar sus ojos en los de Lauren.

- Su escala de Glasglow ha ido empeorando y tiene signos de fractura de base de cráneo en la zona retroauricular. – Replicó.

El sonido de las aspas del helicóptero que sobrevolaba la zona hizo a Camila encogerse sobre sí misma llevando sus manos a su casco blanco al cual se le habían soltados las amarras. De un momento a otro Tony Brooke apareció con la tabla espinal haciendo que rápidamente Lauren y Megan ayudaran al enfermero a inmovilizar el paciente.

- Dra. Cabello. – Dijo Tony casi sin aliento. – Han encontrado otro sobreviviente...

Afirmando con la cabeza Camila se sujetó al hombro su bolso de rescate. Nerviosa por no pisar mal entre los escombros la morena le dirigió una mirada de forma fugaz a Lauren para luego seguir caminando.

Lo que no esperó la intensivista fue encontrarse con un hombre que tenía incrustado un gran pedazo de metal cerca de la pelvis izquierda. Camila corrió para dejar su bolso cerca del soldado y sacó un par de guantes para hacerla una evaluación inicial.

- Soldado, ¿Puedes hablar?, ¿Cuál es tu nombre? – Sonó con voz fuerte la morena.

- Charles Thompson...

- No dejes de hablarme, ¿Vale?

- Vale.

La conversación había servido mucho más que para obtener el nombre del soldado que le miraba con pánico. Así evaluó vía aérea permeable, ventilación espontánea y una buena respuesta neurológica, los primeros pasos del ABCD del trauma.

Strangers in the night. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora