El orfanato del castigo y el placer...

*04*

Nacu:

Me cogió en forma de princesa, recogió mi ropa y mi mochila, y empezó a caminar hacia mi cuarto.....

El profesor Desu y yo no dijimos ni una sola palabra en el trayecto hasta mi habitación. Él andaba y yo solo me dejaba llevar.
Al llegar entró como si nada y me dejó sobre la cama, con sumo cuidado. Algo que me sorprendió. Se agachó a mi altura y me examinó con cuidado, mirando todo mi cuerpo.

-Parece que ese gigantón no te hizo nada- se levanta y se sienta en la cama de enfrente, la de mi compañera, si la tuviera. Se queda un rato en silencio y, después de acariciar la almohada, habla- Ahora mismo no tienes compañera cierto?- yo solo asiento- Debes de aburrirte, tú sola, aquí, sin una amiga con la que hablar.- no digo nada y me quedo mirándole. No tengo amigas por su culpa, por destrozar a todas las que comparten el cuarto conmigo.- Te conseguiré una compañera

-No hace falta, gracias- Desu me mira con su sonrisa arrogante, como siempre, como si le diera igual lo que digo.- Estoy bien sola- vuelvo a insistir

-No me importa- lo sabía- Vas a tener una compañera, sí o sí.

Con estas palabras se levantó del colchón y se fue sin decir nada más, dejándome sola y semi desnuda en mi cuarto. Me cambié de ropa *la poca que me quedaba encima* y decidí esperar encerrada hasta la siguiente hora, para que los profesores no me vieran por los pasillos.
Después de los incidentes con los profesores, Desu y Trein, el resto del día fue normal *dentro de lo que cabe*.
Al día siguiente, por la mañana temprano, petaron a mi puerta. Rápido me puse de pié y la abrí, encontrándome con uno de los profesores junto a una niña de unos 9 años.

-Señorita, esta será su nueva compañera de cuarto- dijo Luis, el profesor de Matemáticas. Miré a la niña y esta sonrió inocente y tímida- Usted se encargará de enseñarle las normas y el reglamento, ya sabe que le pasará si no las cumple- la última frase me heló por completo. Es cierto que ya he visto como profesores castigaban a otras chicas mientras yo me hacía la dormida, pero es que esta es muy pequeña, si le pasa algo por mi culpa no me lo perdonaría.- Está claro?

-Como el agua- él se va y nos deja a las dos solas. Me aparto para que mi nueva compañera pase y está entra con la cabeza gacha.- No me tengas miedo, no te voy a comer- dije graciosa, para intentar animarla. Ella me miró y luego sonrió

-No tengo miedo, señorita- deja su pequeña maleta sobre su futura cama- Pero quiero llevarnos bien, y si peleamos nos llevaremos mal.- sonrío tierna y le ayudo a deshacer su equipaje

-Cómo te llamas?

-Nadya y tú?

-Nacu- la niña sonríe y me enseña un peluche, un gatito rosa, hecho a mano- que monada, lo hiciste tú?

-Sí- coge una de mis manos y me lo da- es para ti, por dejar que me quede aquí contigo- me sonríe y yo, supongo que por instinto, me agaché y la abracé fuerte

-Muchas gracias bonita- rió contra mi pecho y después nos separamos- Dime- le señaló un montoncito de juguetes míos- Cual te gusta?- ella me mira sorprendida- Venga dime uno y será tuyo- ella se acercó con cuidado, como con miedo. Después de ojearlos, cogió un panda lila y rosa, con los ojos saltones. Uno de mis preferidos.

-Este?- lo abraza. La miro y luego le echo un ojo al gatito que me hizo. Finalmente le digo que sí y ella me dedica una sonrisa espléndida- Gracias.

-De nada- me acerco al resto de los peluches y dejo el que me regaló con el resto- Otro amigo- ella sonríe y abraza más a mi osito, ex_osito.

-Cómo se llama?

-Yo le llamo Pan- acaricio la cabeza a Nadya- pero llámale como desees

-Pan me gusta, Pan la Pandita- asiento y miro la hora que es. Las clases empezarán dentro de poco.

-Venga hay que prepararse- ella asiente y ambas nos cambiamos y nos ponemos los uniformes.
Durante el día nos la pasamos juntas. Yo le explicaba las normas y reglas, mientras que ella las apuntaba en su libretita. Le expliqué todo pasó a paso, norma a norma. Saltándome la parte explícita de los castigos, es muy joven para saberlo. Después de asistir a clases y de hablar todo el día con mi nueva compañera, puedo decir que me cae genial.
Ya era la hora de dormir...

-Recuerda, no puedes trasnochar. Si no puedes dormir, aguántate.- le expliqué por cuarta vez- si quieres ir al baño ve ahora, antes de dormir.

-Ya fui hace poco- me contesta mientras se mete en cama, junto a Pan, tapándose como pudo. Me entró la risa y me acerqué a arroparla

-Recuerda, los profesores pasan por las habitaciones y si estás despierta te castigarán, así que es mejor que duermas cuanto antes. Y si no puedes dormir, hazte la dormida- ella sólo asentía- Bien- le besé la frente- buenas noches.

-Buenas noches- se acurrucó al peluche y se tapó bien.
Apagué la luz y me metí en cama. Al rato, media hora o un poco más, la puerta del cuarto se abrió. Me hice la dormida, como siempre. Alguien se sentó al borde de mi cama. Al segundo noté su aliento sobre mi cara, acercándose para susurrarme al oído.

-Sé que estás despierta- la voz es la de Desu. Ni me moví- Puede que piensas que soy idiota, puede que los otros profesores sí lo sean y te crean, pero yo no. Sé que siempre estás despierta, sé que te haces la dormida y que, incluso cuando castigan a tus compañeras, oyes sin hacer nada. Sé que siempre consigues zafarte de los castigos nocturnos... Veamos si está vez haces lo mismo...- se alejó de mí y mi cuerpo tembló, sé lo que hará y no me gusta. Me giré cara la cama y vi como se acercaba a ella, se agachaba y destapaba a Nadya. Esta, por inercia, despertó- Buenas noches pequeña, no sabes que está prohibido estar despierta a estas horas?- él no consiguió respuesta, más bien creo que no le dejó contestar. La lámpara al lado de la cama de mi compañera estaba encendida, por lo que veía todo con exactitud. Desu se puso sobre la niña, besándola sin dejarla respirar. Nadya, cuando consiguió alejarlo un poco, empezó a llorar y a patalear. Él no le dio importancia y, como si fuera una muñeca indefensa, la sometió al instante. Haciendo que Pan se cayera al suelo. Vi al peluche, luego la escena, luego al gato que me regaló, otra vez la escena... Me levanté de cama y alejé a ese maldito pervertido de la pequeña, consiguiendo una sonrisa triunfal por su parte.

-Déjala- no sé cómo conseguí hablar, de donde saqué el valor, pero lo hice- Deja a Nadya por favor...- miré a la nombrada y está nos miraba asustada, con miedo en sus ojos, llorando...

-Al final no pudiste más?- acarició la cara a la peque y esta volvió a llorar más fuerte- No soportaste ver a esta pequeña sufrir?

-Por favor...- él se levantó de la cama y se acercó a mí, agarrándome del pelo y echándome hacia atrás, hasta llegar a mi cama

-Recibirías el castigo tú?- volví a ver a la niña y luego asentí sin pensarlo dos veces- Eres demasiado buena, todo este tiempo aguantando gritos y llantos por parte de tus compañeras y ahora que te ponemos a una pequeñaja te sale el lado protector...- pasa su lengua por mi cuello y luego sonríe sobre mi piel- Está bien, no te castigaré- Que!?- Pero en cambio, te voy a Orfanatear.- Que!?!?- Tú decides, o la castigo a ella o te orfanateo a ti- el silencio se hizo presente, hasta que finalmente acepté

-Vale, hazme lo que quieras, pero no la toques...

-Hecho- sin avisar, me besó bruscamente y, cuando acabó, me sacó del cuarto- Tenemos que dejar las cosas claras y preparar los papeles para el orfanateo- agarrándome fuerte del brazo me llevó a rastras tras él, hasta encontrarnos con un profesor, Raimundo. Desu se le acercó y le susurró algo. El oyente, se alejó de nosotros, y se dirigió hacia mi habitación. Vi como su cuerpo desaparecía tras la puerta y, al poco, los gritos de Nadya empezaron a sonar

-No!!!- intenté soltarme y salir corriendo, pero me detuvo- Me prometiste que no le harías nada!!!- empecé a patalear mientras que Desu me cogía como saco de patatas y me alejaba de los cuartos

-Y cumplo con mi promesa, yo no la estoy tocando- mis ojos se abrieron como platos y las lágrimas comenzaron a salir, me había engañado.......

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Pd: me he dado cuenta que en algunos caps pongo Desu y en otros Dasu, perdonar por ese error garrafal. El profesor se llama Desu, no Dasu. Perdonar si os he liado.