*07*

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Nacu:

-No lo vamos a hacer- aclaró- pero te voy a hacer TODO lo que te hizo Luis, voy a borrar TODO rastro suyo...- mi rostro debía ser un poema puesto que empezó a reírse, por mi parte, no dije nada y solo me abracé... 'quiero ser orfanateada? No... Quiero ser de Desu? Puede...'

Al llegar al pasillo donde están los cuartos de los profesores, Desu me dejó en el suelo y buscó su llave en el bolsillo del pantalón. Finalmente la encontró y abrió la puerta, dejándome pasar a mí primero. Al hacerlo me encontré... Nada, oscuridad, todo estaba negro. Él encendió la luz y entonces todo cambió, el cuarto era negro y rojo, al completo, no había otros colores que no fueran eses: las pareces negras, el techo y el suelo también, los muebles todos rojos, pero de varios tonos... Era como estar en un cuarto del placer o algo así, el cuarto de un demonio quizás? El caso es que me quedé atontada viendo la belleza del cuarto, tenía un punto sexual, pero bello.
Estaba tan 'en mi mundo' que cuando Desu me tocó un hombro, casi me desmayo del susto. Él solo se rió y luego me acarició la cabeza.

-Ven, dejaré que te duches- me cogió de la mano y me llevó a un cuarto cerca de su armario, en una esquina del cuarto. Al entrar, me encontré el baño más grande que vi nunca, osea, enorme. Tenía ducha, una bañera gigantesca, 2 lavabos, varios armarios y muebles... Tenía de todo. Pero era todo lo contrario a la sala anterior, antes era todo negro y rojo, aquí solo había blanco y azul. Es como si fuera el infierno y el cielo: la cama el símbolo del pecado carnal, el baño el símbolo de pureza y limpieza... Era como 2 mundos distintos.
Desu me dijo donde estaban las toallas y las cosas necesarias para ducharme, y se marchó, dejándome sola en el baño... Dónde poder lavarme a fondo. Nunca me había bañado, osea, me he duchado, pero no había estado nunca en una bañera. Claramente no iba a perder esta oportunidad, y llené la bañera sin pensármelo dos veces.
Tras un laaargo baño, salí y me sequé muy bien, pero no caí en la cuenta de que no tenía ropa que ponerme. Tapándome bien con la toalla, me asomé por la puerta y llamé a Desu. Pero no recibí respuesta. Salí del lavabo y volví a llamarlo, un poco preocupada, ¿dónde estaba? Lo llamé por 3ª vez y entonces sí me contestó, pero la voz venía de debajo(?). Al entrar ni me había dado cuenta, pero en medio del cuarto había unas escaleras que llevaban a un piso más abajo. Me acerqué y entonces la cabeza del profesor empezó a surgir.

-Hola- dijo con una sonrisa de oreja a oreja- preocupada?

-yo? Por qué iba a estarlo?

-No sé, me llamaste tantas veces- se para ante mí y me mira socarrón- parecías algo asustada

-No digas tonterías- mis palabras seguramente no significan nada. Porque, sí, estaba un poco preocupada al no saber dónde estaba. Pero no lo voy a reconocer

-No te creo- posó una mano sobre mi pelo mojado y se acercó a lentamente, susurrándome en el oído- To_ma_ti_to- maldito. Sí, estaba sonrojada, pero no tiene derecho a reírse... Aunque si me va a orfanatear, sí tiene derecho...- Ven conmigo, te enseñaré tu nuevo cuarto- me cogió de la mano y comenzó a bajar las escaleras, las cuales eran rojas. Al llegar abajo, estaba todo oscuro otra vez, hasta que las luces se prendieron y me dejó ver.

-Esto...- lo que había ante mis ojos, no tenía palabras

-Esto, es tuyo- un beso sobre mi nuca hizo que mi cuerpo temblara. Tenía miedo, pero no por que pudiera hacerme algo malo, sino porque lo que estaba ante mí era increíble... Cómo podía él saberlo? Ante mí había una habitación​, sí, pero era perfecta. Tenía todo lo que me gustaba y más, todo lo que había soñado desde pequeña estaba ahí. Las pareces tenían un mural pintado, una hilera de árboles de cerezo me rodeaban; según tengo entendido, cuando me encontraron, era primavera, y en la cesta donde yo me encontraba, había unos pétalos de ese árbol. Desde que me contaron esa historia siempre soñé con poder caminar bajo las flores de un 'Sakura', era mi deseo desde pequeña. Luego, había una gran cama en medio del cuarto, de color rosa y con cortinas blancas, como una camita de princesa. También habían dos 'pufs', uno azul y otro lila, ambos con dibujitos de hadas... Desde pequeña me gustaron los cuentos de princesas y hadas, y tenía la ilusión de poder ver alguna... Un sueño tonto de niña pequeña, pero al verlo ante mí, no pude hacer otra cosa que llorar. A parte de todo eso, también había un gran armario empotrado que ocupaba toda una pared, sus puertas estaban pintadas al igual que el resto del cuarto, siguiendo el mural. El suelo también estaba pintado, había como un caminito de acera que llevaba a la cama y el resto eran pétalos de cerezo esparcidos por todo el suelo. Cerca de las escaleras había un mueble con todos mis peluches bien organizados y un puñado de libros infantiles, puede que parezca todo una niñería y una cursilería, pero eses libros eran mis favoritos de cuando era niña: Peter Pan, Alicia en el país de las Maravillas y alguno más... Para terminar, el techo estaba pintado de azul celeste y con algunas nubes, como si fuera el cielo, y algunas haditas de papel colgaban de él. Era como un sueño, todo lo que deseaba de pequeña estaba ahí, y juraría que era eso sino fuese porque Desu me abrazó por el cuello tiernamente, lo que me sorprendió.

-Te gusta?- un suave beso sobre mi mejilla hizo que mi corazón se partiera... ¿cómo es posible que Desu supiera todo esto? Lo de los árboles, los cuentos, mis peluches... Todo ¿Cómo lo sabía?

-Cómo...?

-Aunque te lo dijera no me creerías- me gira y me pone cara a cara con él- te gusta sí o no?

-Sí, pero...

-Nada de peros- otro beso en la mejilla y yo sin cesar de llorar- Ya que no puedes salir al exterior, al menos traerte lo de fuera al interior- si por mí fuera, me habría desmayado, pero me aguanté las ganas y, sin saber muy bien porqué, lo besé. Tuve que besarlo. Claramente él no se negó, y me correspondió (otra vez) muy tiernamente...

-No sé cómo... Pero gracias- Desu solo me sonrió y me cogió como princesa por enésima vez. Me llevó a mi nueva cama y me acostó en ella, y entonces mi cerebro se puso alerta. Supuse que me haría algo pervertido, pero no, nada de eso. Se acercó al armario, cogió una camisola y me la lanzó

-Ponte eso y a dormir, mañana tenemos mucho que hacer- yo no sabía qué hacer, que decir, solo asentí y lo vi desaparecer mientras subía esas escaleras de caracol... Me quedé mirando el 'pijama' y una sonrisa tonta se dibujó en mi cara...
¿qué acaba de pasar?
Mejor dicho: qué está pasando?

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QUÉ TAL MIS AMORES!? ME ECHABAIS DE MENOS!? 😏

Camisola que le lanzó Desu para dormir
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Camisola que le lanzó Desu para dormir👇👇👇👇👇

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El orfanato del castigo y el placer...Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora