13.

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  Sabiendo que era un error lo que estaba haciendo, dejé que mi madre me ajustara el vestido blanco, mientras Maddie me miraba en silencio.

—¿Es realmente lo que deseas?¿La amas lo suficiente?—Preguntó mi hermana menor cortando el silencio cuan navaja.

—Basta Maddie, deja de abrumarla, es su boda, si ella está aquí es porque quiere estarlo- Remató mi madre y prosiguió por salir de allí.

 Mantuve silencio aún sabiendo que Maddie me observaba con confusión.

—¿Qué te dijo Zafi?.
—No estaba muy de acuerdo.
—¿Qué te dijo?—Insistió.
—Dijo que no debía traicionar a ____ y que estaba mal lo que estoy haciendo.

Ante mi respuesta pareció analizar cada letra y cada palabra.

—Siento que es muy pronto para esto, entiendo que con Lucy te hayas sentido protegida, ella te ayudo, te acogió en sus brazos, pero tal vez no la amas, tal vez solo amas lo que hizo por ti. No quiero que te apresures y hagas lo incorrecto.
—¿Muy pronto?—Volteé a verla sonriendo de manera falsa—¿Acaso debería esperar algo?¿Esperar que el cadáver de mi exesposa aparezca por la puerta diciendo que me ama?¿Esperar que todo esto sea una broma demasiado elaborada?¡Oh, ya sé! debo esperar y aceptar que soy una enferma mental en un hospital psiquiátrico por alucinaciones—rugí con energía pero aun así con dolor—Sal de aquí.

Perpleja ante mi habla se retiró cabeza gacha y con una fina capa de lágrimas asomando por sus ojos.

La esperanza de un poco de calma desapareció cuando mi hermana mayor apareció quejándose de que Zafi se rehusaba a prepararse para la boda y estaba rompiendo las cosas de su peluquera. Miré al espejo con una vergüenza que me dolía admitir y salí de mi cuarto con el vestido puesto.
La peluquera salió rabiosa del cuarto de Zafi y aproveché para entrar, al ver a mi pequeña no sabía si reír o castigarla, estaba totalmente despeinada, como si un matorral creciera de su cuero cabelludo. Me acerqué con firmeza mientras ella me miraba aterrada pero la terminé pegando a mi cuerpo en un abrazo cargado de cariño.
—No quiero mamá, no lo hagas—susurró con esa voz gatural que derretía icebergs.
—Trato...—hice una pausa antes de seguir—Trato de ser feliz.
—Ella no te hará feliz, ella no es mamá, mamá nos amaba más de lo que ella lo hace.
—No la conociste por mucho—dije acariciando su mejilla.
—Pero la siento, se que me amó, se que me ama, ella sigue a mi lado, y Lucy no, Lucy es mala.

Cerré los ojos meditando una respuesta y luchando contra las lágrimas.

—¿Podemos salir a pasear?—preguntó de la nada.
—Amor, faltan cuatro horas para la boda.
—Si me llevas a pasear, dejaré que se casen.

Me miró un segundo y los ojos le brillaron, tenía cinco años, pero un alma vieja y hermosa era la que cargaba consigo.

—Vamos—accedí con una débil sonrisa.

Ideando un paseo de cinco minutos salí con el vestido puesto y ella con el suyo, nada podría pasar en un auto. Pero como mi vida era un total drama algo debía pasar.

—Mami, bajemos en el lago—suplicó al ver un enorme lago en el camino.
—Nena, el vestido, lo ensuciaré.
—Por favor—Susurró.

Sabía que esa sería la única forma de recibir aprobación de Zafi, suspiré y bajé del auto con ella detrás. Caminamos al rededor de diez minutos hasta llegar al agua y nos sentamos en una toalla sobre la arena, ella apoyó sus brazos en sus rodillas y suspiró.

—¿Ella era linda?.
—La más hermosa de todas, con una apariencia envidiable, pero lo más hermoso de ella era lo que llevaba en el alma, después de que te hablaba por primera vez, no la ibas a olvidar, y te veías condenado a extrañarla, tenía esa esencia que una vez que te toca, se queda en tu piel toda la vida.
—¿Por qué se fue?.
—Porque ella estaba dañada, era distinta, y algo dentro de ella le hacía daño, yo lo sabía, pero no fui capás de ayudarla, no me di cuenta que estaba siendo egoísta y la estaba dañando, como si pisoteara los pedazos de su corazón roto que quedaban en el suelo. Si tan solo hubiera reaccionado antes, si tan solo la hubiera ayudado tal vez estaríamos las tres aquí jugando en la orilla del lago y haciéndote cosquillas, una familia perfecta.
—¿Por que no podemos jugar sin ella?

Guardé silencio.

—Podemos ser una familia perfecta, aún hay tiempo para ser feliz, mamá me lo dijo.

Antes de que me diera cuenta ella comenzó a correr en la orilla, sus ojos me miraban en invitación a seguirla y sus pequeños pies parecían volar y a su vez acariciar la arena por milésimas de segundo. Sin perder más me levanté y me olvidé de mis zapatos a un lado, me olvidé de la boda innecesaria y las cosas que no importan, porque estaba con ella, con mi razón para vivir, estaba con mi hija. Corrí con la misma energía que la pequeña hasta que la alcancé y sin perder el tiempo la ataqué con cosquillas mientras ella reía con intensidad pero a un ritmo melodioso, esa música que quieres escuchar día a día. Hasta ese momento no había apreciado el regalo que era esa niña, no había entendido la luz que estaba opacando, y no cometería el error de desaprovechar una estrella mientras viva, ya no dejaría pasar la oportunidad de ser feliz.

—Te amo, eres lo más importante que tengo, lo único que necesito—Dije acariciando sus mejillas con ternura—Nunca me dejes.
—Nunca, mamá —Se paró de puntitas y se aferró a mi cuerpo con ternura, con amor.

Una lágrima resbaló por mi mejilla ante tantas emociones, me agaché hasta la altura de su rostro y la miré con una sonrisa pintada.

—No llores, no querrás que mamá te vea llorando.

Me volteé sin entender su comentario y ahí estaba ella, mirándome como si fuera la primera vez, con el cuerpo delgado y lastimado, pero era real, ella estaba frente a mí, ____ había vuelto.

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Espero me amen mis niñas, yo si las amo y espero les guste el capítulo, les juro que lamento haber desparecido, pero aquí estoy de nuevo.
Comonten su opinión, las amo :3
Att:Sofi:3

Cerrando Heridas(Demi y tú)Where stories live. Discover now