Vengeance. Nuevas especies.

capitulo 11.

Volvimos a casa una semana mas tarde, en el centro medico todos estaban encantados con el bebe especie que había nacido, mi hijo era el octavo niño especie que había nacido y era motivo de celebración. Y eso era la explicación de el porque llegue a la casa con dos bolsas, que comúnmente se utilizan para la basura, llena de ropa. Lo bueno de todo esto es que me ahorraría el dinero en ropa por lo menos hasta que cumpliera unos dos años. Todos los especies que se presentaban le traían un regalo.

La habitación de Heaven eran blanca y amarilla. Sus cómodas se llenaron con la ropa que le habían regalado y los estantes de juguetes. Ya había abierto sus ojos y eran azules como los de su papa. Estaba por sentarme en el sofa cuando el llanto de el vino desde la habitación de el primer piso, o sea la que compartía con Ven. Entre apresurada y lo cargue contra mi pecho.

-¿Que quiere mi bebe? -Se veía lindo con su pijama blanca de rayas rojas y barquitos, vi la hora en el reloj de la mesa de noche y me senté en la cama. Abrí mi camisa de botones y lo puse contra mi pecho. Ven entro a la habitación con un plato de comida para mi. Me miro después de dejar el plato sobre la mesa, se acerco a mi y vi que sus pupilas estaban dilatadas. Le lance una sonrisa lasciva.

-¿Me das?. -Heaven estaba ronroneando y veía como sus labios succionaban, me reí de Ven.

-¿Piensas dejarme sin comida para mi hijo?.

-El solo comerá los primeros cuatro meses, después sera como darle agua.

-Entonces espera que pasen los cuatro meses.

Resulta que a los machos especies le atraía en olor de la leche materna y hacían peticiones como las de ''Dame''. Hace una noche atrás desperté de un sueño erótico para darme cuanta de que no era un sueño, Ven se había pegado a uno de mis pechos y jugaba con el otro mientras se alimentaba de mi. Me reía cuando recordaba eso.

-Bien.

Gire las hamburguesa sobre la plancha para que se cocinaran por el otro lado, le puse una tela de queso amarillo y pepinillos. Pique los ocho panes para hamburguesas y les puse salsa para después ponerlos sobre la plancha para que se calentaran. Puse las rodajas de tomate, cebolla y lechuga antes de poner la carne con queso derretido y pepinillos.

-¿Te ayudo en algo?

-No, Ya has echo lo suficiente Ven, de verdad. Descansa un poco mientras termino aquí.

-Me gusta ayudarte.

-Si, pero a veces siento que trabajas mucho mas que antes de que naciera el bebe y mucho mas que antes de llegara.

-Y es así pero tu eres mi compañera, estoy para ti. Y ademas nunca me canso, tengo demasiada energía.

-Brass! -Grite para que bajara. El bajo rápidamente, me miro y luego a la comida.