Wiggle Tom #2 Tomlinson.

27.

Luego de besos compartidos y varios robados, ambos se recostaron sobre la grama. Summer mantenía su cabeza sobre el pecho de Louis, mientras que éste acariciaba su cabello.

—No sabes lo mucho que me gusta que me hables en francés—confesó.

—¿En serio?—ella asintió escuchando el corazón de Louis bajo su oído. —Dans ce cas, je vais parler en français jusqu'à ce que vous tombez amoureux de moi.

"En ese caso, voy a hablar en francés hasta que te enamores de mí".  

Summer suspiró.

—No sé que dijiste, pero se escuchó tan bonito.

Louis sonrió ampliamente. 

Sin tan solo supiera...  

—¿Por qué dijiste que era una locura el que te besara?—preguntó Louis con interés, pero Summer ahora estaba realmente avergonzada.

—Bueno, si te soy sincera... como que no creía que te cayera muy bien, y mucho menos que te gustara.

—¿Es en serio? —preguntó atónito.

—Sí.

Luego del murmuro de Summer, solo se pudo escuchar la escandalosa carcajada del ojiazul.

—Deja de burlarte de mí—pidió ella levantando su cabeza del pecho de Louis para poder mirarlo.

—Es que... —sin poder evitarlo, volvió a reír con fuerza. Summer rodó los ojos mientras se sentaba y se cruzaba de brazos a la espera de que las carcajadas del chico cesaran. —¿Cómo pensaste que me caías mal? Si prácticamente eres a la única que no le grito.

—Al principio lo hacías.

—Pero no de un tiempo para acá.    

Summer hizo una mueca.

—Tienes un punto ahí.

Él le guiñó el ojo.

—Me gustas mucho—el castaño colocó los brazos cruzados bajo su cabeza sonriendo ante el sonrojo de la chica frente a él. —Ahora me puedo dar cuenta de ello.  

—Todo esto es muy raro. 

Louis frunció el ceño ante la renuencia que aparentaba tener la chica a su lado con respecto a sus sentimientos.

—¿Qué es raro? ¿Lo que siento por ti o solo el hecho de sentirlo?

La castaña lo miró alarmada.

—Louis—pronunció su nombre, pero no supo exactamente que decir.

Suspiró observándolo para luego inclinarse sobre él y dejar un casto beso sobre sus rosados labios. Louis se sorprendió por su arrebato, pero no tardó en apoyarse sobre su codo izquierdo y con la mano derecho, tomó su mejilla y la acercó a él para besarla una vez más.

—Tengo miedo, es todo—musitó la castaña finalmente.

—¿Miedo? —Louis inclinó su cabeza a un lado con curiosidad.

Summer suspiró al sentir las caricias que dejaba el dedo pulgar del chico en su mejilla.

—¿No vas a dejarme cuando te recuperes de todo lo que está pasando verdad? —Louis la miró a los ojos fijamente. —Porque tengo miedo de que ya no te importe ni lo que diga, ni lo que haga, que ya no me quieras junto a ti.