Mudblood. [DRAMIONE]

El inicio del fin.

Desperté la mañana del miércoles siendo la mujer más feliz que habitara el mundo entero. Era indescriptible el sentimiento que me había causado la noche anterior, por fin Draco me había preguntado si quería ser su novia, aunque la respuesta a esa pregunta fuera demasiado obvia.

Quería gritarle al mundo entero lo que había pasado la noche anterior, pero era mejor mantenerlo en secreto, solo contarles a las personas indispensables. No más. No queríamos que ese mágico momento se acabara nunca, así que entre menos personas supieran sería mejor.

El primero en enterarse fue Harry, cuando iba directo al Gran Comedor para encontrarme con Draco y con Pansy como de costumbre, lo encontré en la sala común arreglando su mochila.

-¡Harry! ¡Buenos días!

-Veo que amaneciste de buenas, y lo más importante, en tu cama.

-¡Harry! -grité en forma de regañó.

-¿Por qué tan feliz Herms?

-¿Adivina quién es la novia de Draco Malfoy? -dije en forma de susurro para que nadie más en la sala común pudiera escucharnos.

-¡¿Qué?! -gritó.

-¡Shhhh! No tienes por qué gritar.

-¿Cuándo fue eso?

-Ayer en la noche.

-No sé qué decirte Herms, pero me alegra que estés bien, que seas feliz y que estés con la persona que tú quieres. Sólo espero que no te haga nada o me las va a pagar.

-Harry, no empieces, mi papá hizo lo mismo -hice una pausa -¿sabes? No soy la única persona que debería de empezar una relación.

-Ya hemos hablado de Ginevra.

-No estoy hablando de ella.

-¿Eh?

-Hay mil mujeres en el mundo, no tienes por qué detener tu mundo solo por una.

-Ese es el problema, yo no quiero a las otras 999 mujeres del mundo, porque yo quiero a una, solo a una.

-Sí, y te entiendo, pero no puedes seguir aferrado a ella si no piensas perdonarla por lo que pasó con Cho.

-Además es muy pronto para comenzar una relación, Cho acaba de fallecer hace menos de un mes.

-Estoy de acuerdo en eso también, pero la vida sigue Harry.

-¿Bueno y qué otra mujer sugieres?

-Hay muchas en Hogwarts, muy lindas, algunas no son muy brillantes pero son muy lindas y guapas y buenas personas.

-No sé porque siento que me estas describiendo a alguien -dijo riendo, ya habíamos salido de la sala común y estábamos por llegar al Gran Comedor.

-Yo no te estoy describiendo a nadie.

-Granger, te conozco desde los 11 años, no vengas a querer sorprenderme.

-¡PANSY! -Grité emocionada al verla, esperando que Harry entendiera un poco. Fui tras ella y la abracé, nos fuimos a sentar a la mesa de Slytherin, Draco aún no llegaba, pero sus amigos ya estaban ahí.

-¿Cómo estás? -dijo moviendo sus cejas.

-¿Ya sabes?

-¿Qué pregunta es esa? Lo sé desde antes que te preguntara.

-¿Y por qué no me dijiste nada?

-Te dije que no era de mi incumbencia.

-Te odio.