Capítulo 31 - Decisión Final

19.3K 1.9K 370
                                    

Cogí mis cosas y salí de esa casa lo más rápido que pude, subiendo a la moto y arrancando lo antes posible, ignorando los gritos de Victoria.

Mi cabeza se encontraba entre confusa, aterrorizada e impotente. No sabía que hacer ni como reaccionar, la situación se escapaba de mis manos, dejándome un vacío tan profundo que sólo me daba ganas de llorar.

Un cúmulo de sensaciones recorría mi estómago mientras daba vueltas a la rotonda, totalmente perdida, sin dirección ninguna.

Hunter estaba peor de lo que pensaba, necesitaba ayuda, ayuda profesional. Y aunque mi mente quería estar a su lado, mi corazón me decía que era peligroso, y que podría hacer daño a alguien de mi entorno en cualquier momento.

Paré en el semáforo y miré hacia el cielo unos segundos, el cada vez más oscuro cielo se cernía sobre toda la ciudad, mientras los truenos resonaban en el horizonte, y las nubes negras avanzaban hacia nosotros. Unas pequeñas gotas cayeron sobre mi brazo.

El semáforo se puso en verde, y continué mi camino sin rumbo aparente.

Mi cabeza se debatía entre volver a casa o enfrentarme a los problemas, de nuevo. No quería hablar con Hunter, no ahora, pero sentía que era lo mejor, lo más justo para él, se merecía una oportunidad, una aclaración.

Con los nervios a flor de piel, dí media vuelta, directa a la universidad.

Las ruedas de la moto giraba a toda velocidad sobre la carretera, ya mojada, salpicando hacia ambos lados. La fina y delicada lluvia se convirtió en una tormenta en cuestión de segundos, pero eso no me impidió llegar a mi destino.

Aparqué la moto en el párking y bajé rápidamente de ella, sin importarme mojarme. Corrí hacia las grandes puertas del edificio, hasta que el techo me cubrió por completo.

Estaba totalmente empapada, y los pasillos estaban llenos. Avancé por ellos hasta llegar a la cafetería, dónde supuse que estarían los chicos. Localicé la mesa dónde se encontraban y llegué hasta ella dudosa.

La mirada de todos se clavaron en mí al instante, pero mis ojos recorrían la mesa, buscándolo.

- ¿Dónde estabas? - Me preguntó Aiden preocupado.

Lo ignoré, y repasé la mesa de nuevo, no estaba.

- ¿Estás bien? Estás empapada. - Habló de nuevo.

- ¿Dónde está Hunter? - Pregunté.

Los nervios me atacaban, mi cuerpo temblaba y mis ojos no podían mantenerse en un punto fijo por más de dos segundos.

- Estaba algo bajo de ánimos, el entrenador lo ha obligado a quedarse a recoger el campo por negarse a hacer la clase, ahora vendrá, supongo. - Explicó Savannah.

Entonces mis ojos se encontaron con los de Ryan. Era el único que sabía la situación, y su mirada lo decía todo.

En ese mismo instante no sabía su agradecerle por abrirme los ojos o odiarle por contarme algo tan delicado de una manera tan brusca. Sin embargo, no era el momento de Ryan, así que simplemente lo ignoré. Asentí y salí de la cafetería de camino a la pista de atletismo.

La lluvia ahora caía con más fuerza, haciéndo más difícil la visión del terreno. Aunque pude ver la silueta de un hombre en la pista, dándo vueltas en la misma, recogiendo lo que parecían ser unos banderines.

Me acerqué hacia él dudosa, con los nervios a flor de piel. Su silueta se hizo más visible cada vez, desvelándo su identidad. Era él, su rubia cabellera era inconfundible.

La lluvia ocultaban el sonido de mis pasos, así que apenas me escuchó llegar hasta que no estuve a su lado. Fue entonces cuando se dió la vuelta lentamente, y sus ojos azules se fijaron en mi.

Aleación [SANGRE & ACERO #3]Where stories live. Discover now