Interludio - Amor antes de la guerra

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He visto que los comentarios han disminuido enormemente y no me gusta.
¡Quiero ver más actividad eh!

No pensabais que iba a dejar la escena así, ¿No?

Contenido explícito a continuación, lea bajo su propia responsabilidad.

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Dirigí mis dedos hasta la parte inferior de mi blusa y tiré de ella, tirándola a alguna parte de la habitación mientras él me observaba con deseo.

Aún con su espalda tocando el colchón, tenía la ventaja. Coloqué mis manos sobre el colchón, ambos lados de su cabeza y me senté sobre él, colocando cada pierna a un lado de su cuerpo. Sus labios me llamaban, así que no tardé en volver a unir los míos con los suyos.

Su lengua jugaba con la mía, podía sentir cada centímetro de su cuerpo sobre mi piel, sus manos viajaron por mis piernas, subieron por mis muslos hasta llegar a mi culo, el cual manoseó lentamente.

Tomé la iniciativa y dirigí mis manos hacia la parte baja de su camiseta, separé mis labios de los suyos por unos instantes y tiré de ella hacia arriba, quitándosela por completo.

Me quedé sentada sobre él por unos segundos, observando su tonificado cuerpo. Pasé mis manos por su pecho, bajando por sus abdominales hasta llegar a la parte alta de su pantalón. Fue entonces cuando dirigí una mirada rápida a sus ojos, los cuales me miraban con deseo.

Colocó sus manos en mi cadera y giró, mi espalda tocó el colchón y esta vez fue su cuerpo el que se encontró sobre mi.

Una sonrisa se colocó en su rostro, y acercó sus labios a los míos, dejando un dulce beso, el cual me dejó ganas de más. Cuando iba a separarse, agarré su mandíbula, obligándolo a dejar sus labios sobre los míos. Su boca se abrió al instante, y nuestras lenguas comenzaron una guerra interminable. Noté su sonrisa sobre mi, y sin decir nada, desabrochó sus pantalones para después quitárselos y tirarlos a algún rincón de la habitación, quedando solo en boxers y dirigió sus manos hasta mi espalda, desabrochando mi sujetador, repitiendo el proceso hecho con sus pantalones.

Sus manos viajaron a mis pechos y los manoseó sin vergüenza, pues no tenía motivos para tenerla. Su lengua dejó el contacto con la mía, y su boca fue directa a mi cuello. Noté su lengua recorriendo mi piel, bajando por mi clavícula. Eché mi cabeza hacia atrás y arqueé la espalda debido al placer que su contacto lograba en mi. Su lengua bajó por mi cuerpo hasta encontrarse con mis pechos, y tras un efímero encuentro con mis pezones siguió bajando por mi estómago, pasando por mi ombligo hasta llegar a la parte baja del mismo.

Fue entonces cuando sus manos tiraron de mis pantalones, para después tirar de mis bragas también. Y así fue como acabé totalmente desnuda ante él.

No dudó en arrodillarse en la cama, quedando a la altura idónea, y su mano viajó desde mis pechos hasta la parte más baja de mi cuerpo. Sus dedos rozaron mi sexo por unos segundos, logrando un gemido por mi parte, cuando de repente, paró. Levanté la cabeza, atreviéndome a mirarlo. Su sonrisa traviesa, mezclada con su intensa mirada en mi provocó que mi excitación aumentasen hasta niveles insospechados. Una vez sabía que lo estaba mirando, se aventuró en su tarea.

Sus dedos se introdujeron en mi, salían y entraban a aun ritmo considerablemente lento, mientras que su otra mano masajeaba mi clítoris. Sabía muy bien lo que estaba haciendo, su sonrisa y su manera de mirarme lo indicaba. Disfrutaba al verme disfrutar, le gustaba oírme gemir.

Aún sin apartar su mirada de la mía, apartó una de sus manos y en su lugar, dirigió su lengua a completar el trabajo. Cuando por fin apartó su mirada de mi, volví a echar la cabeza hacia atrás.

Por un momento fue como estar en el mismísimo cielo, me olvidé de todo, de los nervios, del estrés, del dolor, y me centré tan solo en el placer.

Sus dedos se alejaron de mi al igual que su lengua, volví a levantar la mirada para ver como se quitaba los boxers.

Sonreí con satisfacción mientras lo observaba y volvió a tirarse encima de mi, provocando una risa de parte de los dos. Enrollé mis piernas en su cintura mientras el juntaba nuestros labios. Bajó la mano hasta la parte baja de nuestros cuerpos e introdujo su miembro en mi.

El placer que sentí a los pocos segundos fue inimaginable, arqueé mi espalda mientras su boca besaba mi cuello. Las embestidas eran lentas pero con firmeza, volviéndome totalmente loca, logrando que el placer eclipsara todos mis sentimientos, consiguiendo meterme en una burbuja en la que sólo existíamos él y yo. Agarré su pelo y junté su boca con la mía, a medida que él aumentaba su ritmo, y las embestidas se hacían más fuertes a cada momento. Los gemidos contra su boca comenzaron a escaparse de mi boca, al igual que de la suya, llevándome a otro planeta. Perdí la noción del tiempo mientras que el placer crecía en mi al igual que en él.

Cuando quise darme cuenta, un calor creció en mi interior, un calor que se extendió por todo mi cuerpo, causando un placer inigualable, nuestros gemidos se mezclaron, llegando ambos al éxtasis.

Su cuerpo cayó a mi lado después de eso.

Aleación [SANGRE & ACERO #3]Where stories live. Discover now