Already gone

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Sinopsis
Que el cielo se mezcle con el infierno esta prohibido. No pueden hacer tratos, ni tener relaciones. Sólo que Dean y Castiel se enamoraron. Sus superiores se enteraron y ahora deben deben verse por última vez.
Dean!Demonio
Castiel!Ángel.
Smutt

Nota: Basada en la canción Already gone que esta en multimedia.

🔯

Camino a la puerta del cuarto de hotel, toco y espero a que sea abierta. Ahí está él, con sus ojos preocupados. Me mira tan dulce como siempre, como lo que es. Un ángel. Me acerco y lo tomo tan delicadamente de la mejilla. Como solo él debe tratarse. Acerco mi rostro al suyo y mi nariz toca la suya. Solo son nuestros recipientes, pero la verdadera forma que posee es mucho más que hermosa.

—Dean —me llama mientras cierra los ojos y deja que lo acaricie. Sé que le encanta estos detalles.

—Cas

Paso mi mano por su cintura y lo junto despacio a mi cuerpo. Él pasa sus manos por mi espalda y deja que lo bese tan dulce. Siempre empiezan tan dulces y delicados, pero después se encienden como nuestra pasión. Entonces las prendas de ropa salen entre besos y caricias.

Recuerdo todas las cosas que queríamos, la forma en que nos conocimos. Tú estando en la Tierra después de siglos, solo porque tenías curiosidad. Yo por lo mismo que siempre hacen los de mi tipo. Robando almas. No sé como pasó o porque, pero ninguno dejó de pensar en él otro, ahora miranos. Ahora nuestros recuerdos, que ellos cazan.
No era un secreto que el cielo y el infierno no deben relacionarse, ahora estamos colgando de un hilo por nuestras acciones.

Lo recuesto en la cama cuando ya no tiene ni una sola prenda de ropa, me subo encima de su cuerpo tocando con mi mano su pierna, él las abre y deja que me pose entre ellas. Solo yo. Me acerco a sus labios y vuelvo a besarlo. Entre cada beso dejo que mi nariz delinee el contorno de su cara y bajo a su cuello donde dejo un marca.

Tomo sus piernas y las enredo en mi cintura, pongo un brazo al lado de su cuerpo y con el otro lo sujeto de la cintura, entonces entro en él. Entro despacio, soltando un gruñido. Cuando al final entro por completo, Castiel suelta un suspiro y lo veo a sus ojos. Tan azules como el mismo cielo. Jamas he estado ahí, pero no necesito saber como es para estar seguro que sus ojos son mucho mejor.

Salgo de él un poco para tomar impulso y volver a entrar. Las manos de Cas me sujetan de los hombros y suelta un jadeo suave. Vuelvo a salir y entro, ahora con más fuerza. Saco un gemido a Cas y aprieto la carne de su cadera con fuerza. Al volver a imitar el mismo movimiento de hace unos instantes, Castiel estruja mis hombro y gime un poco más alto frente a mi cara. No aparto la vista de sus ojos en ningún momento. Además de verlos, aprecio las muecas de placer que deja cada embestida.

Gimo alto su nombre cuando el placer me invade. Poso mi frente en la suya, mientras sigo empujando en su interior.

—Dean —gime alto cuando toco ese dulce punto dentro de él.

Siento sus piernas rodeando mi cadera, sus uñas arañando mi espalda y su interior presionar mi miembro. Jadeo en sus labios cuando siento que el éxtasis es demasiado.

—Dean, me voy a correr —

Lo beso otra vez y uso un poco más de presión en las embestidas.

—Córrete para mi, ángel.

Muevo mi pelvis más rápido y duro. Cas jadea más alto y entierra sus uñas en mi espalda. Me besa igual de dulce como siempre y se separa para echar su cabeza para atrás cuando llega al orgasmo. Grita mi nombre y sigo penetrándolo. Solloza en mi boca y me abraza apretandome. Doy tres embestidas más hasta que no puedo y me dejo ir en el placer, aquel que solo Castiel me da. Gimo su nombre, me detengo y dejo que mi semilla lo llene.

Después de unos segundos sintiendo como los espasmos del orgasmos aún permanecen, pero en menor medida, salgo de su interior y me acuesto a su lado. Se voltea y me sonríe perezoso con el cabello revuelto. Sonrió con amor a la escena frente a mi. Estiro la mano y acaricio su mejilla, él se acerca más a mí y me abraza. Es ahora cuando debemos hablar de la realidad en la que estamos.

No quiero hacerlo. No quiero dejarlo. Pero debo hacerlo. Debemos.

—Sabes porque pedí que nos viéramos —hablo después de minutos donde solo acaricie su espalda.

—Lo sé —cierra los ojos con dolor—Te amo tanto, pero incluso con nuestra cabeza en alto nunca hubiera funcionado

Cierro los ojos y lo aprieto del brazo hacia mi cuerpo.

Nunca estuvimos hechos para el "hacer o morir"—digo con tristeza—No quería que nos quemaramos, no quería que tuvieras el mismo destino que yo. Ahora míranos—

Entierra su cabeza en mi cuello y puedo aspirar el olor de su cabello. Pasa unos minutos más y siento la humedad de sus lágrimas en mi piel.

Yo no vine a hacerte daño, ahora no puedo parar. Lo siento—una lágrima sale de mi ojo y cierro los ojos con fuerza.

No se supone que un demonio como yo sienta empatía, emociones... amor. Pero aquí estoy, tratando de hacer lo correcto para ambos.

—No es tu culpa, de ninguno —niega cuando sale de mi cuello. Lo acerco y beso su frente.

Quiero que sepas que no importa donde tomemos este camino, pero alguien debe irse—digo con todo el amor que le tengo —Y quiero que lo superes. Así que ya me he ido.—deseo tanto llorar ahora, pero no debo. No es mi naturaleza —Debemos separarnos ahora, esta fue la última vez. Mirarte lo hace más difícil pero sé que encontrarás a otro, uno que no siempre te haga llorar

Uno con quien no tengas esta suerte. ¿Qué puedo ofrecerte yo, un demonio que tiene condenada su alma? Tu eres un ángel del señor, con grandes cosas que hacer. Yo no.

Sé que te amo demasiado. Te amo lo suficiente como para dejarte ir —digo por última vez, mirándolo a los ojos. Cuanto extrañaré verlos de cerca.

No podrías haberme amado mejor—me besa con ternura y desesperación, como si quisiera guardarlo en su memoria. Yo hago lo mismo. Este será mi más grande recuerdo.

Después de la despedida, nos cambiamos en silencio. Evito su mirada por ahora, no soportaría verla tan triste. Cuando terminamos de ponernos la ropa, salimos y nos vemos por última vez a los ojos.

Comenzó con el perfecto beso, entonces pudimos sentir como el veneno se acumulaba. La perfección no pudo mantener este amor vivo.

Él desaparece de mi vista con un pequeño destello de luz y el sonido de sus alas moviéndose. Mis ojos salen con su natural negro y aprieto la quijada. Ya no hay tiempo para sufrir por desamor.

Veo por última vez por donde se fue y hago lo mismo. Él debe regresar al cielo y yo al infierno, ahí pertenecemos. Fue muy apasionado y tan difícil de explicar con palabras lo que tuvimos, pero en el fondo sabíamos que esto no tenía futuro.

Siempre estuvimos destinados a decir adiós.

The angel of the Lord and The Hunter ✡ Destiel OS and DrabblesWhere stories live. Discover now